Habían amenazado al policía asesinado

Los agresores no fueron detenidos y la FGE inició una carpeta de investigación por ley, al tratarse de un homicidio doloso

Ana Lilia Ramírez | El Sol de Tijuana 

  · domingo 12 de septiembre de 2021

El ataque armado en contra del uniformado fue el sábado | Cortesía

El policía municipal de Rosarito, Érick Giovanni Ureña, ejecutado en el área de Santa Fe el pasado sábado 11 de septiembre, se encontraba dentro de las amenazas colocadas en una manta, misma que fue colgada el 30 de agosto en el puente del Nodo Pemex, cercano al Palacio Municipal del quinto municipio, donde se amenazaba también a la alcaldesa Aracely Brown Figueredo y al director de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Francisco Arellano Ortiz.

El ataque armado en contra del uniformado se realizó la tarde de este sábado, el policía estaba fuera de servicio, comía con su familia en un puesto de comida de la calle Roma y Marsella de la tercera sección de Santa Fe, cuando fueron sorprendidos por varios hombres que dispararon en varias ocasiones en contra del oficial.

Elementos de la Cruz Roja de Tijuana llegaron al lugar, trasladaron al policía herido de gravedad a un hospital, lugar donde falleció.

Del ataque armado, los agresores no fueron detenidos y la Fiscalía General del Estado inició una carpeta de investigación por ley, al tratarse de un homicidio doloso.

Apenas el pasado 16 de julio fue acribillado el policía municipal y ex candidato a la diputación local por el distrito XVI por el Partido Movimiento Ciudadano (PMC), Raúl Javier Paredes Esquer, los hechos ocurrieron en la colonia Benito Juárez, en Rosarito, donde su esposa también resultó con lesiones.

Pero también se registraron otros dos hechos aislados, el pasado viernes 10 de septiembre: el ex policía de Tecate, Yovani Guerrero Arellano, fue desmembrado, cuyos restos fueron localizados en el interior de un vehículo, y fue asesinado el policía de Mexicali, Luis Alberto Machado Quintero; hombres armados acudieron a su domicilio en la capital del estado para acribillarlo.