En el cénit de su poder, Gonzalo N. Santos, cacique potosino, enunció una frase acuñada con el mazo de su cinismo: "La moral es un árbol que da moras"
La semana que concluye nos trajo abundantes ejemplos de que esa frase se ha vuelto máxima que guía el actuar de una sociedad cuyo hedor aumenta día con día
Las redes se escandalizaron ante la exhibición que Nirvana Hank hizo de su opulencia. Pero, curiosamente, los mismos que se rasgaron esas vestiduras, son quienes, frente a lances idénticos de Emma Coronel no solamente callan, sino que la aplauden, colocándole la etiqueta de 'influencer' a quien no pasa de ser la cónyuge de un criminal que goza de una riqueza muchísimo más inmoral, por estar manchada de sangre. Y un apunte para las "feministas" que aplauden su empoderamiento: el dinero de Emma, como el de otras narco cónyuges, está manchado, también, de sangre de otras mujeres
Son los mismos que se escandalizan de la presunción de Salinas Pliego, pero suben al pedestal a cualquier narco de medio pelo que exhibe su riqueza en una red social
Clasismo, lo que se dice clasismo, muestran, cada vez más, los seguidores de Xóchitl Gálvez. Ese clasismo es el nervio que los inspira a llamar al voto por quienes no son mejores que los actuales usufructuarios del poder. Ese clasismo acuña el 'leitmotiv' de sus actos que no se atreven a decir: buscan echar a los "nacos" (sic) morenistas del poder, para que vuelvan los que son como ellos, los de código postal de clase social A/B. los destinados, a su juicio, para ser patrones de la "prole". Su horror no emana de los malos actos morenistas, sino de estar bajo un gobierno encabezado por "jodidos" (sic), que medio ha enderezado la cancha para otros "jodidos" (sic)
Muestra de ello fueron los comentarios de Eduardo Videgaray, emitidos esta semana en W Radio. El hermano de quien fuera canciller y mano derecha de Peñita, se aventó el tiro de afirmar que el voto de las personas "cultas" debiera valer por tres, en franca reivindicación de la epistocracia y el darwinismo social. Atónito, su compañero de micrófonos, José Ramón San Cristobal, al darse cuenta que no era una broma, quiso matizar sus palabras y, luego, cerrar el tema, quizás temeroso de las consecuencias de afirmar tal barbaridad al aire
Los opositores cuyas ansias lubrican por implementar esa episotocracia, salivaron de antojo al ver el reportaje de ProPublica que afirma que el presidente López Obrador recibió dinero del narco para su campaña de 2006. También lo dijo Anabel Hernández en DW, pero hizo una acotación: hay idénticas sospechas respecto a la campaña de Felipe Calderón
ProPublica no hizo tal 'disclaimer' porque sus resortes son impulsados por otras motivaciones. Digamos, el medio millón de dólares que le ha invertido la Open Society Foundations, oenegé estadounidense que pugna por legalizar todas las drogas, fentanilo incluido, para que se vendan en Walmart como Skittles
Y ahí está el motor de ese reportaje. La OSF está enojada, muchísimo, con López Obrador y Morena, porque no legalizaron la mariguana como lo prometieron. Y los bolseros y bancos que lavan el dinero sucio de las drogas, ansían ganar más legalizándolas, sin tener la molestia de tratar con rancheros de cinturón piteao'. Para ellos, solamente limpieza de cara y amnistía, pero los millones para los especuladores e "instituciones financieras". AMLO no legalizó nada y quieren 'apretarlo', a ver si allana el camino a la legalización mariguanil antes de las elecciones, so pena de seguir echándole lodo mediático -que no periodístico- con sus gatilleros -que tampoco periodistas- de investigación, armados con el rifle Pulitzer. Saben que lo de Xóchitl es causa pérdida, pero no descarrillar el plan 'C'
Así, las moras andan muy cotizadas por estos días entre la élite al mando. Y nos tienen indigestados con su pestilente mermelada, para gozo de Gonzalo
EJEMPLO: ¿La más reciente serie de Netflix sobre una mujer habla de alguna Katya Echazarreta, que, mediante el esfuerzo y la preparación alcanzó el éxito? NO. La más reciente serie de Netflix sobre una mujer que, por cierto, se promociona hasta el cansancio con spots, incluso en TV abierta, es 'Griselda', que aborda la vida de la asquerosa narcotraficante colombiana Griselda Blanco. Pues claro, ese es el ejemplo de "empoderamiento" que Netflix y sus patrocinadores desean que las jóvenes vean como ejemplo a seguir. Nada de estudio y trabajo duro. Mejor, meterse a vender drogas, asesinar -incluso a otras mujeres- y ganar dinero "fácil". Como siempre hacen Netflix y otros narco apologistas, como Epigmenio Ibarra, no retratan a la criminal como fue, sino que pusieron a Sofía Vergara a personificarla, cuando la verdadera Griselda era una mujer horrible por dentro y por fuera. Pero no importa la verdad, importa crear cuentos de hadas narcos, para que las nuevas generaciones se los coman. Para quien duda de que Netflix es la productora encargada de adoctrinar a la sociedad para adorar al crimen, he aquí un nuevo y claro ejemplo
