Rostov.- Las manecillas del reloj marcaron las 18 horas locales y el termómetro registró temperaturas por encima de los 30 grados en lo que fue la llegada de la Selección Mexicana a esta ciudad de cara al choque contra Corea en la segunda fecha de la fase de grupos de Rusia 2018.
El grupo azteca pasó asistencia en Rostov del Don en medio de un redoblado despliegue de seguridad, ya que la ciudad rusa es la más peligrosa de la nación debido al alto turismo y la forma de vida que llevan los rusos. En dicha ciudad, el equipo de Juan Carlos Osorio busca sellar su pase a la segunda fase del Mundial frente a Corea del Sur, por lo que optimismo y una gran vibra acompañó al grupo azteca desde en Moscú.
El grupo inmediatamente tocó suelo de Rostov y se dirigió a su hotel de concentración que está ubicad en pleno corazón de la capital en donde varios aficionados ya los esperaban con canticos, porras, banderas, pelucas y todo el folclor nacional. Además del calor mexicano, se sintió en el ambiente. Los jugadores inmediatamente saludaron a lo lejos, con pulgar arriba agradecieron el apoyo de los seguidores que los veían atrás de una reja y rápidamente subieron a sus respectivas habitaciones para que la concentración fuera total.
El único en atender a los medios de comunicación fue Guillermo Cantú en busca de frenar el grito homofóbico que ya les dio una nueva multa económica.
HOY A LA ARENA
Será este mediodía cuando el Tricolor entrene y reconozca la cancha de la Arena Rostov en donde buscará sellar su pase a la siguiente ronda de octavos de final.
El reconocimiento de cancha y entrevistas tras esto ya es un hecho por petición y reglamento de la FIFA.
CARAVANA AZTECA
El buen ánimo de los seguidores provenientes de todas partes de México, Estados Unidos y hasta de Europa pretenden romper todo pronóstico cuando a partir de este día invadan por completo a Rostov del Don. Para el día del partido realizarán una caravana que saldrá del centro de la ciudad al estadio, por lo que promete ser una gran fiesta azteca en plena tierra rusa, en donde México podría amarra su pase.
La ciudad se convertirá en una pequeña sucursal de nuestro país.