Karina Torres
Más de dos años han pasado desde que se registraran los deslizamientos de tierra en el fraccionamiento Valle Sur y en donde 12 familias perdieron su patrimonio de poco más de 10 años. El “diálogo” entre los fraccionadores y la autoridad municipal continúa sin que se lleguen a acuerdos concretos lo que ha generado que los residentes y trabajadores a su alrededor, vivan con los riesgos de 12 casas pendiendo de un hilo y a punto de colapsar.
Los principales afectados, además de los residentes, son los trabajadores ubicados desde hace cinco años en las inmediaciones del fraccionamiento. La empresa BBS Baja, operaba con normalidad hasta el mes de febrero de 2017, cuando comenzaron los movimientos de tierra, así lo explicó Miguel Castro, Supervisor de Seguridad de la empresa.
“Empezó hace dos años (…) obviamente por las afectaciones comenzó a tener más movimiento la tierra, empezó a levantarse más y más, a tal grado que completamente se inhabilitó ya el pasillo como tal. Tuvimos que cambiar estrategias del envío de material, tengo que estar cruzando toda la planta. Para mí como Seguridad e Higiene es un riesgo, por las maquinarias, como son maquinarias tiene que estar transitando por áreas en donde normalmente no deberían de estar transitando”, explicó.
Debido al movimiento de tierra que se generó en la zona, el área de carga –colindante con el talud que comenzó a deslizarse- se perdió prácticamente. El área debió ser cancelada a cualquier tránsito, vehicular y peatonal, para evitar los riesgos de trabajadores y pérdida de material. Esto afirmó ha representado grandes pérdidas para la empresa, por lo que los propietarios han considera reubicar o cerrar la planta ubicada en Valle Sur.
“Realmente si hiciéramos un balance del costo, desde mano de obra para transportar e inclusive incidentes, ya he tenido incidentes (…) obviamente me eleva mi riesgo como tal, eso es en cuanto a costos en sí, es más me quedaría corto si estoy estimando, que será unos 500 mil pesos y me quedo muy corto, por todo esto y estoy hablando solamente de logística, del material terminado que hay que enviar”, expresó.
LAS AUTORIDADES OLVIDARON EL TEMA
A pesar de la insistencia por parte de los responsables de la empresa BBS para atender este tema, aseguran que las autoridades sólo les han dado largas. En un principio, el Ayuntamiento de Tijuana se comprometió a demoler las casas que quedaron al aire, sin embargo, por una diferencia entre las autoridades municipales y la constructora, con relación a quién pertenece el talud afectado, han pasado ya dos años esperando a que tiren las viviendas y se elimine el riesgo de derrumbe.
“Quedaron hace un año más o menos, andaban viendo qué podían hacer para, primero estaban en dimes y diretes de a quién correspondía el talud, si era al fraccionador o al ayuntamiento, hasta ahorita parece que Ayuntamiento que el talud es de ellos, pero obviamente siguen peleándose entre ellos dos. La última vez que tuve contacto con un jurídico fue en febrero de 2019”, expresó.
SIGUEN MOVIMIENTOS DE TIERRA EN LA ZONA
Ante la nula intervención de la autoridad, los responsables de la empresa BBS enfrentan una segunda preocupación, ya que aseguran continúan los movimientos de tierra en la zona.
“Sigue habiendo movimiento, de hecho ahorita todavía tenemos un pequeño movimiento del concreto nos damos cuenta ahí en el concreto, que es el indicador, que se está moviendo, se sigue moviendo, no es que ya se detuvo, no. Se sigue moviendo”, reiteró.
Esperan que en este 2019, antes de que concluya la actual administración municipal, se hagan responsables de su compromiso y garanticen la seguridad de los cientos de trabajadores que conforman la empresa BBS, apoyando en la demolición de las viviendas afectadas.
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