Tijuana.- Isaura Lara sueña en grande, sabe que con su creatividad y las ganas de triunfar, cambiará la vida de miles de personas en todo el mundo.
Desde hace dos años, la joven egresada del Instituto Tecnológico de Tijuana ha centrado todos sus esfuerzos en crear dispositivos médicos que faciliten la vida de las personas con discapacidad, para que puedan acceder a utilizar aparatos tan básicos, como lo puede ser una computadora.
Su más grande inspiración es Gaddiel Hernández, un niño que perdió la vida mientras desarrollaba un dispositivo adaptado para él. A pesar de que el menor ya no está con ella, él es el impulso de Sueños Meraki, organización que innova en el sector médico.
¿Cómo llegas a estudiar la carrera de ingeniería biomédica, que no es de las más demandadas?
Me inspiré mucho en el médico que desarrolló la vacuna contra la polio. él se hizo una pregunta muy interesante en que se cuestionaba qué podía hacer para apoyar al mayor número de personas. En su caso él eligió la investigación, en mi caso yo decidí enfocarme en la implementación de la tecnología en la salud.
¿Ya estudiando la carrera cómo te vas dando cuenta de la necesidad de estos niños con alguna discapacidad, que necesitan de soporte en algo tan básico como es usar una computadora?
En mi último semestre de la universidad hay algo que se llama residencia profesional, yo la hice en el CRIT Baja California. En esa residencia tienes que escoger un proyecto. Cuando estaba realizando mi servicio en el CRIT conocí a Gaddiel Hernández, un niño que padecía neurofibromatosis y tenía un espíritu muy bonito y me inspiró a crearle un dispositivo con el que a través de los movimientos de su boca, que era lo único que controlaba, pudiera utilizar la computadora y así pudiera tener más oportunidades de vida.
Con el tiempo fueron llegando otros niños a los cuales también les fui construyendo dispositivos. A veces me prestaban el taller, pero originalmente compraba cajas en las tiendas, componentes básicos en las tiendas de electrónica, a veces usaba cajas, me las ingeniaba para con el mínimo de recursos hacer muy buenos dispositivos.
Así fue como me fui relacionando. Aprendí muchísimo en esa institución y a la vez aprendí a conocer esa necesidad. Cuando egresé supe que quería seguir construyendo este tipo de dispositivos para los niños.
¿Quizás algo que notaste es que para estos niños, es muy difícil acceder a los dispositivos por el costo?
Sí, un dispositivo con tecnología muy básica puede costar de mil a tres mil dólares. Esos dispositivos fueron creados en países desarrollados donde por lo general los dispositivos son cubiertos por los seguros, pero en países de Latinoamérica no existen esas opciones. De hecho, muchos padres no saben que existen estos dispositivos para sus hijos.
¿Ya que tienes la idea, cuál fue el principal reto con el que te encontraste al momento de desarrollarla e implementarla?
Realmente no sentí grandes barreras en sus inicios, porque me apasioné mucho en lo que hacía. En cada dispositivo pensaba mucho en los niños y buscaba soluciones al momento de desarrollar.
Cuando egresé y sabía que quería seguir haciendo esto, me di cuenta que necesitaba conocimientos administrativos y cómo tratar a las personas, cómo ser un líder y es ahí donde decidí estudiar mi maestría en administración de negocios en Cetys.
¿En una ciudad como Tijuana, si hay oportunidades para gente como tú que es emprendedora y que busca desarrollar tecnología?
Aquí la verdad mucho de la industria se enfoca en la manufactura. Desafortunadamente no hay muchas áreas de oportunidad para desarrollar o crear. Eso también fue decepcionante para mí, ver que había muy pocas oportunidades en diseño.
Algo que también hacemos en Sueños Meraki es ofrecerles a estos muchachos, esa parte que yo siempre he anhelado, de tener una organización en donde podamos crear y desarrollar con gusto, tecnología nueva.
Somos muy capaces. Nosotros los ingenieros tenemos muchas habilidades, tenemos una creatividad increíble, pero también hay que quitarnos ese chip de que no somos del mismo nivel que los alemanes, asiáticos u otras nacionalidades. Nos sentimos inferiores, pero no nos damos cuenta que tenemos tanta capacidad como ellos para crear grandes cosas
¿Cuándo creaste tu primer producto?
Los primeros dispositivos se desarrollaron en marzo de 2018. Eran de cartón y madera, pero a raíz de un concurso donde ganamos una buena cantidad de dinero, compramos impresoras 3D. Nos unimos en equipo mi hermano y yo para empezar a estructurar bien los dispositivos.
¿Cuántos dispositivos has desarrollado en los últimos dos años?
En los primeros periodos se hicieron seis, ahorita se están desarrollando nueve proyectos, que esperamos que en medio año estén finalizados. Cuando nos constituimos y ahora que empezamos a tener residentes, ya vamos a empezar a tener una mayor cantidad de proyectos.
¿Cómo te ves en cinco años en Sueños Meraki, cuál es tu visión?
Es haber cambiado la vida de más de mil personas y aspirar a cambiar millones de vidas. No solo por la parte de los niños con discapacidad que nos necesitan, sino también en la formación de los voluntarios, muchos de ellos estudiantes de ingeniería que están nosotros con toda la devoción y dedicación. También ayudar en su formación y tener más profesionales capacitados.
Algunos de nuestros usuarios quieren ser diseñadores, programadores y sé que en algún momento tal vez estén con nosotros trabajando.
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