En una ciudad multicultural como Tijuana, con una estrecha relación con Estados Unidos, la celebración religiosa de Semana Santa ha pasado a un segundo plano para la mayoría de sus habitantes.
José Luis Espinosa, director de la Escuela de Humanidades de Cetys Universidad, mencionó que en la región estas fechas traen otras actividades como el “spring break”, los carnavales y la búsqueda de huevos del conejo de Pascua, una tradición heredada de nuestros vecinos estadounidenses.
En cambio los feligreses que viven Semana Santa pasan por un periodo de preparación de 40 días antes de iniciar con las celebraciones que se prolongan por 50 días tras el Domingo de Resurrección.
Aun así a la fecha perduran algunas tradiciones católicas como no comer carne durante estos días, el miércoles de ceniza y el viernes santo, o la ceremonia de bendición del agua, agregó Espinosa.
En entrevista para El Sol de Tijuana, el maestro en Teología platica sobre las formas de celebrar Semana Santa con los cambios que ha tenido en esta ciudad.
¿Cómo es la celebración de Semana Santa en Tijuana?
Habría que considerar dos grandes celebraciones en nuestra región.
Por un lado la tradición religiosa. La Semana Santa es una celebración del cristianismo, y es la más importante de todo el año (...) Porque celebra la muerte y resurrección de Jesucristo.
Esa es una tradición donde encontramos prácticas quizá ya no tan claras, o ya no tan populares. Pero siguen siendo una parte importante.
La otra tradición aquí en la frontera por la cercanía con Estados Unidos, es lo que llamamos el “Spring Break” (...) Recibimos mucho turismo.
Podríamos incluso participar en prácticas que tienen perspectiva más norteamericana: como los huevitos de Pascua, que también tienen una tradición antigua, pero ahora sencillamente es una manera de celebrar, convivir y que los niños se diviertan.
Últimamente incluso en ciertos ambientes laborales con el ánimo de ser más inclusivos ya no se habla mucho de vacaciones de Semana Santa, se habla de vacaciones de primavera.
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¿Tijuana vive más la Pascua norteamericana?
Es un poco difícil cuantificar, yo me atrevo a decir así sin basarme en alguna investigación, que la función religiosa es la más corta, la que menos gente jala.
Si estuviéramos a lo mejor en Iztapalapa, allá tienen una tradición de muchos años, celebran el viacrucis de una manera muy importante (...) Ese tipo de celebraciones pasan a ser parte de una cultura, de una sociedad.
Además en Tijuana hay mucha gente de otras partes del país, seguramente mantienen más o menos algunas prácticas, algunas comidas como la capirotada, pero no son masivas.
No podemos decir: “en Tijuana todo el mundo celebramos así”. Creo que lo más difundido es la celebración un poquito más influida por la cultura norteamericana.
¿Qué prácticas de la celebración religiosa de Semana Santa se ven todavía en Tijuana?
La celebración de Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos. Suelen celebrarse pequeñas peregrinaciones, a veces salen de la Iglesia, recorren algunas calles de la colonia o fraccionamiento y la gente va. Incluso hay ciertas representaciones, ya depende de cada iglesia o comunidad si arman una.
En la semana se complica un poco la participación porque la mayoría de la gente trabaja, no tiene mucho tiempo tampoco para ir a las iglesias, pero ocurren una serie de ceremonias que quizás son menos populares pero muy importantes desde el punto de vista religioso.
¿Quiénes se acercan actualmente a celebrar Semana Santa?
Tengo la impresión que desde hace años, la práctica religiosa viene en declive sobre todo entre los jóvenes. Si vas a las iglesias, generalmente lo que ves son personas mayores. Sí hay niños, sí hay familias, pero ya no es lo abundante, y esto quizá debido a diversos factores: la forma que tenemos de vivir.
Los mismos medios de comunicación transmitían otro tipo de programación, había una presencia forzada de todo este tipo de cosas. Con el tiempo todo esto ha ido cambiando y hoy en día no es difícil que la Semana Santa pase completamente desapercibida desde el punto de vista religioso, incluso mucha gente ni siquiera tiene un día de vacaciones.
Pero en general, podríamos pensar que nuestra cultura ya no es una cultura marcada por lo religioso, de ahí que para muchos lo correcto sería hablar de vacaciones de primavera, aunque lo religioso sea lo que haya dado origen a este periodo.