Tijuana.- Padres de familia y personal de la estancia infantil 105 del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) se manifestaron frente a esas instalaciones para exigir la reparación del techo porque en las condiciones actuales representa un riesgo “latente” para los menores.
Laura Elena Grande, trabajadora social del lugar, señaló que desde hace cinco años el inmueble se ha deteriorado y las últimas lluvias generaron goteras en diversas áreas.
“Tenemos un problema muy serio con los techos, recientemente tuvimos una lluvia y colapsó el techo de la cocina, son situaciones que venimos arrastrando desde hace varios años”, señaló.
Laura Elena Grande añadió que todos los años las instalaciones reciben mantenimiento y reparación en el mes de julio, motivo por el cual la estancia permaneció cerrada 15 días, sin embargo, las goteras persisten.
“Cada año vivimos las lluvias con goteras, se inundan las áreas de preescolares, son las áreas más vulnerables, en las que sube el agua un poquito a nivel del zoclo”, (moldura en la parte baja de las paredes), explicó.
Ante estas condiciones, padres de familia han decidido sacar a sus hijos de la estancia infantil, por lo que el número de menores se ha reducido a casi la mitad, de 75 infantes que atendían, ahora solo hay 45 inscritos.
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Otro de los problemas que tiene es la falta de un médico, porque el anterior está incapacitado y un médico es “indispensable” en estos lugares en caso de algún accidente que sufran los menores, dijo la trabajadora social.
Este miércoles la Dirección de Bomberos inspeccionó las instalaciones a solicitud de los padres de familia y la coordinación estatal de Protección Civil sostuvo una reunión con la dirección de la Estancia, sin que aún se den a conocer los detalles.
Lucía Rubio, madre de una niña de cinco años que acude a la estancia infantil, señaló que el pago de la guardería es descontado de su salario de manera automática porque es derechohabiente del ISSSTE.
Señaló que la Institución no cumple de manera adecuada con la obligación de atender a los infantes porque no cuentan con instalaciones adecuadas.
Y ante la falta de un médico, Lucía Rubio señaló que no ha podido inscribir a su hija de seis meses, porque debe ser valorado para admitir el ingreso.
“Las autoridades de arriba parece que son fantasmales, porque no las vemos, no aparecen, solo en eventos, pero el trabajo que deben hacer no lo están haciendo”, acusó la madre de familia.