Espera para cruzar a EU afecta la salud

Algunos mexicanos pasan al año más de 860 horas de espera en la línea internacional

  · sábado 28 de septiembre de 2019

Juan Miguel Hernández

Diariamente miles de personas cruzan a San Diego, para estudiar, trabajar o visitar a sus seres queridos. Debido a las minuciosas revisiones en la frontera, el tiempo promedio para llegar al vecino país puede ser de hasta tres horas. Si una persona va seis días de la semana a Estados Unidos, durante todo un año, se traduce en 864 horas de espera, solo en la línea internacional.

Foto: Sergio Caro / La Voz de la Frontera

Eduardo Chairez, ciudadano americano que reside en Tijuana, cruza diario a San Diego para trabajar en una agencia aduanal. El sueldo triplica el que ganaría de lado mexicano, orillándolo a poner en riesgo su salud, como consecuencia de las largas esperas que debe afrontar para entrar a territorio norteamericano.

“Todo comenzó por el año 2015 cuando comencé a cruzar a Estados Unidos en carro, para aquel tiempo llegaba a la fila a las 6 de la mañana y cruzaba entre 7:30 y 7:50. Mi problema fue muy silencioso ya que durante dos años aumenté cerca de 60 kilogramos debido a la mala alimentación y poca actividad física”, expresó.

Además de la subida en el peso, se suma las pocas horas de sueño, que le han acarreado problemas físicos, derivado de los malos hábitos de alimentación y estilo de vida.

“El tiempo en la fila era aprovechado para desayunar burritos de harina y eso fue haciendo que aumentara mi peso considerablemente”, confesó.

LARGA LISTA DE PROBLEMAS

Miguel Ángel Guzmán Lemus, médico general y experto en salud ocupacional, desglosó la gran cantidad de complicaciones de salud que sufriría una persona que pasa largas jornadas en las garitas internacionales.

Según el especialista, los primeros son los de tipo ergonómicos, que son provocados por estar tanto tiempo sentado. Las consecuencias son dolor de espalda, hombros, cuello, entre otros.

Guzmán Lemus señaló que el ruido de los vehículos ocasiona estrés, ansiedad e insomnio, por los prolongados periodos que se está expuesto al tráfico en la garita internacional. Esto no contempla el smog, otro factor fundamental para dañar la salud de los tijuanenses que van todos los días al otro lado de la frontera.

“Puede tener a la larga como factor acomulativo algunas enfermedades del pulmón por depósitos derivados de los hidrocarburos, perjudica la respiración, se les junta todo, el estrés, estar mucho tiempo sentado, todo se junta”, agregó.

Las consecuencias de las largas jornadas en el puerto fronterizo, varía de persona a persona, sin embargo, existe la posibilidad que las consecuencias se muestren antes de lo esperado.

“Depende, son de tipo agudas o crónicas; las agudas menos de tres meses, porque son prácticamente inmediatas, después de cuatro horas sentado en la línea, empieza el dolor de espalda, cabeza, y por estar prolongado, es más crónico el problema”, precisó.

El médico general y experto en salud ocupacional, recomendó a las personas que por motivos de trabajo o educación cruzan diariamente al vecino país, cuidar su alimentación y tiempo de sueño, para reducir los riesgos de padecer problemas de salud.

“Para protegerse de la contaminación hay que mantener su ventana cerrada, para evitar el smog. Se debe utilizar el asiento para que esté de una forma cómoda, ajustarlo para que sus rodillas estén en ángulo de 90 grados y no hagan esfuerzo a la hora de estar sosteniendo el volante”, sugirió.

Pese al tiempo prolongado que pasa una persona en el cruce internacional, descartó que esto sea una condicionante para en un futuro sufrir problemas renales, no obstante, aclaró que es necesario hidratarse antes y después de las jornadas de espera.

Al año, siete millones 300 mil peatones y 25 millones 550 mil automóviles estarían movilizándose por esta frontera que, además, es el principal motor económico para la zona de San Diego-Tijuana