Alejandra García
Tijuana.- Aún no se resuelve la amenaza binacional en materia de salud pública que afecta actualmente las costas de Baja California y California. Aunque desde hace años se contempla que la planta de tratamiento de aguas residuales Punta Bandera ha sido rebasada en su capacidad para tratar los desechos que llegan hasta ella, a la problemática se suman al menos siete fraccionamientos ubicados en la zona costa de la ciudad, que, de acuerdo con documentos oficiales de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT), descargan de forma directa sus aguas negras, sin el debido proceso de tratamiento.
Los fraccionamientos son Vista Bella II; El Rosario; Lomas de la Gloria I y II; Villas de Santa Fe I; Urbi Quinta del Cedro Norte y Real del Mar. El documento con el folio de identificación A201804555, con fecha del martes 20 de febrero, cita que las aguas negras provenientes de los fraccionamientos en mención recorren la subcuenca que atraviesa al fraccionamiento San Antonio del Mar, ubicado sobre la carretera escénica Tijuana-Ensenada.
El documento también especifica las condiciones de las plantas de tratamiento de cada fraccionamiento. Sólo Urbi Quinta del Cedro Norte cuenta con una planta de saneamiento, aunque la Comisión afirma “desconocer la calidad de su efluente”.
El escrito también menciona que las plantas de tratamiento de los fraccionamientos Vista Bella II y El Rosario se encuentran fuera de operación. Mientras que las plantas de Lomas de la Gloria I y II “se encuentra rebasada su capacidad, además que trabaja intermitente descargando lodos, generando olores fétidos y descargas de aguas residuales sin tratar”.
El resto, simplemente no cuentan con una planta, lo que origina que las aguas residuales desemboquen directamente al mar, sin ningún tipo de tratamiento o cloración.
En dicho documento, firmado por el subdirector de Agua y Saneamiento, Javier Mauricio Ortiz Aguilar, se especifica también que “no es responsabilidad de la Comisión el tratamiento de las descargas de aguas residuales provenientes de los citados fraccionamientos habitacionales, ya que no han entregado el sistema de alcantarillado al organismo público”. Aunado a lo anterior, el oficio cita que “se desconoce si cuentan con permiso de descarga por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua)”.
Los documentos fueron entregados al comité de vecinos del fraccionamiento San Antonio del Mar, quienes se han visto severamente afectados por las descargas constantes que se realizan a los extremos de la zona habitacional y la subcuenca que atraviesa el área.
Hiroko Nansen, apoderada legal del comité de vecinos de San Antonio, aseguró que también han pedido, en repetidas ocasiones a Conagua y Profepa, realizar muestras a las descargas, aunque los organismos han hecho caso omiso.
“Presentamos quejas desde 2016 a Conagua; también en 2017. Se presentó una más en febrero y otra en marzo de 2018, y apenas en mayo recibimos un oficio de Conagua contestando a nuestras quejas. Es la primera vez y mencionan que se va a dar seguimiento y que vinieron a tomar muestras”, afirmó.
Lamentablemente, la situación, temen, no se resolverá pronto. La falta de voluntad para hacer frente a la problemática que amenaza también al ecosistema, parece crecer día con día, ante la nula intervención e inyección de recursos para por lo menos contrarrestar las afectaciones.
“Pues aquí lo que queremos es que se sancione a esos fraccionamientos, o en su caso que los obliguen o de cierta manera los ayuden a poner su planta tratadora, que esa es la finalidad, a nosotros de pronto no nos beneficia en nada que nada más les pongan multas o que los sancionen, si de pronto van a seguir haciendo sus descargas, a nosotros lo que nos interesa es que se dé ese apoyo”, afirmó Hiroko Nansen.
