Insuficiente, presupuesto destinado a salud mental

“No se está cerca de revertir la situación; por el contrario, está aumentando” Dorony Saturno, secretario general de la Asociación de Suicidología de Latinoamérica y el Caribe

  · martes 26 de febrero de 2019

Laura Bueno Medina

Tijuana.- No es posible atender el problema de incremento de casos de suicidios y hacer una prevención efectiva con solo 2% del total del presupuesto anual destinado a salud mental, indicó el doctor Leonardo Martín Dorony Saturno, miembro fundador y secretario general de la Asociación de Suicidología de Latinoamérica y el Caribe.

En su participación en la Jornada para la Consolidación de la Red de Prevención del Suicidio en Baja California, con la conferencia “Mitos y realidades del suicidio”, el doctor agregó que, de igual manera de ese raquítico presupuesto que le toca a la salud mental, 86% se destina a los hospitales de salud mental.

Ante esta situación, el experto señaló que es necesario que se establezca en la Ley General de Salud la necesidad de una partida presupuestaria mayor para la atención de la salud mental; esto, con el fin de que responda a la realidad que se vive en el país, en donde el suicidio es la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años de edad.

Crear una red de corresponsales entre instituciones de salud y asociaciones es uno de los objetivos de la asociación, ya que se sabe que una sola institución no puede con esta enorme tarea que ha aumentado por las circunstancias que se viven en la sociedad actual.

También, el médico indicó que es necesario enseñar a la sociedad en general a cómo identificar y leer las señales para que, como sociedad, se pueda intervenir y evitar la crisis que llevan a las personas a la decisión de quitarse la vida.

La capacitación de profesionales y sensibilización es otra de las aristas de la prevención que no se puede atender si no hay presupuesto mínimo, sentenció Dorony Saturno.

Entre las causas mas frecuentes que se identifican en los suicidios, están: los vacíos existenciales, desilusiones, violencia social, “bullying”, acoso laboral, falta de trabajo y economía familiar.