Los migrantes que instalaron un campamento a la altura del Ejido Jacume, Tecate, podrían ser reubicados en albergues de Tijuana y Mexicali, de acuerdo con Adriana Minerva Espinoza Nolazco, subsecretaria de Asuntos Migratorios en Baja California.
Reiteró que las personas en situación de movilidad solo pueden realizar su trámite a través de la aplicación CBP One e ingresar a los Estados Unidos por Tijuana y Mexicali.
“Vamos a tener una visita para poder conocer de primera mano cuáles son las necesidades, sobre todo poderles advertir sobre todos estos riesgos que pueda conllevar su permanencia ahí y sensibilizarlos para que acudan a un albergue para que esperen su proceso para la aplicación CBP On”, agregó.
Minerva Espinoza dijo que actualmente ingresan diariamente a Estados Unidos 400 migrantes por Tijuana y 75 por Mexicali a través de la aplicación CBP One, y hasta el 28 de noviembre la cifra alcanzó los 26 mil por Baja California.
Por otra parte, David Pérez Tejada, titular del Instituto Nacional de Migración (INM), en Baja California, explicó que el campamento está ubicado del lado norteamericano, a la altura del cerro Cuchuma, hasta Jacume.
Además dijo que la cifra de migrantes en el campamento varía, pero hasta la mañana de este martes contabilizaron 400 personas.
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“Están divididos en varios puntos, no es un solo punto, es desde el cerro Cuchuma hasta Jacume. A veces en Jacume son 200 y en el resto del sector son distintos grupos”, detalló.
El titular del INM en Baja California también dijo que los migrantes de este campamento son originarios de China, Colombia, México, Brasil, Mauritania y Ecuador.
La subsecretaria de asuntos migratorios explicó, sin precisar cifras, que en los últimos dos meses han incrementado los cruces irregulares por la frontera entre Estados Unidos y Tecate por las obras en proceso de construcción en la zona oeste de Tijuana.
Otro posible lugar al que podrían ser reubicados los migrantes de ese campamento es el albergue de la Arquidiócesis de Tecate, que actualmente no está operando pero tiene una capacidad de 100 a 150 personas, comentó la subsecretaria de Asuntos Migratorios.
“Hay que generar las condiciones (...) tienen incluso literas y cocina, pero hay que ver de qué manera se reactiva, porque dejó de trabajar después de la última caravana”, dijo la funcionaria estatal.
