Tijuana.- Las personas en situación de calle, muchas de ellas deportadas de Estados Unidos, se han enfermado de las vías respiratorias debido a las bajas temperaturas que se han registrado los últimos días en Tijuana.
Maximiliano Duarte, originario del estado Sinaloa, quien vive en Tijuana desde el 2011 luego de ser deportado y de residir más de 30 años en Estados Unidos, comentó que enfermó la semana pasada luego de mojarse por las lluvias.
Dijo que en el Desayunador Padre Chava, lugar que atiende a personas en situación de calle, recibió atención médica para controlar la fiebre y antibiótico para infección.
“Antes podíamos dormir aquí afuera con el Padre Chava, pero desde hace un tiempo para acá la policía municipal no nos deja, y nos lleva a la 20” (Estancia Municipal de Infractores, EMI), relató.
Debido a la situación con la Policía Municipal, él junto con otras personas duermen en un terreno baldío cerca del Palacio Municipal, en la Zona Urbana del Río.
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La alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero Ramírez, declaró este martes que el municipio está entregando cobijas a personas en situación de calle como parte del programa “Integrando Vidas”.
Esto lo dijo luego de ser cuestionada acerca de las personas en situación de calle durante la conferencia semanal del gobierno municipal.
Sin embargo, Georgina López, quien es originaria de Puebla y duerme en un terreno baldío por la colonia El Soler pero trabaja en la Zona Centro lavando vehículos, dijo que desde hace varios años no reciben cobijas de las autoridades.
“Uy hace ya años llegaban pick up de patrullas llenas de cobijas aquí frente al Desayunador (del Padre Chava) y nos las dejaban, pero ya hace mucho tiempo que no pasa eso”, comentó.
Georgina comentó que la semana pasada enfermó de gripe y tos porque durmió sin cobijas desde que se las robaron del lugar donde duerme.
Añadió que esperan recolectar el dinero para comprar una y poder cobijarse ante las bajas temperaturas que se registran en Tijuana, por debajo de los cinco grados centígrados.
Jorge de 61 años, quien duerme en un terreno baldío de la Zona Centro y también lava carros para obtener dinero, platicó que pone lonas como techo en un refugio improvisado, que construye con madera y cartón para protegerse del frío y las lluvias.
“Seguido me enfermo de gripa y tos si no me cuido. Por eso siempre ando bien abrigado con la ropa que me regalaron y no me la quitó aunque me dé calor”, añadió.