La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) remitió al Congreso de la Unión una opinión en la que recomienda no aprobar la iniciativa de reforma energética impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El pleno del órgano antimonopolios, determinó que la iniciativa rompe con el modelo de competencia en la generación y suministro de electricidad, al sustituirlo por un modelo industrial verticalmente integrado y operado por un monopolio estatal no regulado.
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Señaló que la aprobación de la reforma suprimiría la competencia en el sector y eliminaría los mecanismos de regulación que permiten su desarrollo eficiente.
El modelo propuesto en la Iniciativa representa un retroceso en contra del bienestar social
Entre los riesgos que el regulador detectó están la instaurar un monopolio en toda la cadena de valor del sector y el desmantelamiento del marco institucional que tutela el interés público, trasladando indebidamente a la CFE las tareas regulatorias y de política pública.
Añadió que estos cambios legislativos eliminarán distintos mecanismos que persiguen objetivos fundamentales, como velar por la confiabilidad del sistema, diversificar la matriz de generación, procurar la equidad entre los participantes, aplicar regulación neutral y técnica, mejorar el servicio y motivar inversiones en tecnologías de generación más eficientes y limpias.
La Cofece advirtió que la iniciativa carece de mecanismos que aseguren que la electricidad generada en el país, ya sea por la CFE o empresas privadas, y despachada en el sistema sea la menos costosa.
Asimismo, indicó que la reforma retrasaría la salida del mercado de las centrales de generación más viejas, contaminantes e ineficientes, y desincentivaría la instalación de nuevos proyectos con tecnologías más eficientes y amigables con el medio ambiente.
“El cambio de paradigma propuesto ocasionaría un aumento de costos a lo largo de la cadena de valor de la industria eléctrica, lo que provocaría un aumento de tarifas que lesionaría el bienestar de los consumidores y la posición competitiva de las empresas, o bien un desvío de recursos para subsidiar un servicio público ineficiente”, subrayó.
La propuesta de reforma energética enviada por el Ejecutivo federal al Congreso prevé que las empresas privadas podrán generar solo 46 por ciento de la energía requerida por el país, la cual será para venta a la CFE.
Además anticipa la cancelación de todos los permisos de generación y contratos de compraventa de electricidad vigentes con el sector privado, lo que, de acuerdo con la Cofece, se traduciría en una restricción de la oferta.
“La Iniciativa comprometería el funcionamiento eficiente del sector en general y su capacidad para atender las necesidades presentes y futuras. Ello afectaría negativamente tanto a los consumidores como a las empresas, la competitividad del país y con ello su crecimiento económico”, concluyó la Cofece.
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