Tijuana.- Yahaira Bustamante finalizó su proceso de rehabilitación de nueve meses en la Comunidad Terapéutica de Rehabilitación y Reinserción Social del Adicto (Cotrrsa), luego de “tocar fondo” y ver peligrar su vida por los problemas de adicciones que enfrentaba.
“Llegué sin sueños, sin ilusiones, sin ganas de vivir, muerta en vida, creyendo que no tenía nada por qué vivir. Llegó un momento de mi vida que creía que había nacido para ser una adicta, que mi vida era esa, que no merecía nada más, que merecía estar sola, sin familia, sin hijos, que iba a morir en el bordo, en alguna calle, que esa era la vida que me había tocado vivir”, expresó la joven.
Destacó que tras avanzar en el proceso de rehabilitación, supo de lo valiosa que era su existencia y se enfocó en salir adelante.
“Me recordó que tengo una familia y que mis hijos que me aman, que sí los merezco, me enseñó que tengo un presente, con un gran futuro, lleno de metas, que sí las puedo lograr y que de mí depende alcanzar mis metas”, agregó.
Yahaira Bustamante fue una de las 47 personas que concluyeron su rehabilitación para luchar contra las adicciones, en este programa manejado por el Instituto Municipal contra las Adicciones (IMCAD).
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De acuerdo a la titular del organismo paramunicipal, Luz Vianey Robles, en el programa se atiende a personas de 18 a 59 años, en un proceso que incorpora atención psicológica y médica.
“A los seis meses salen a buscar trabajo, nosotros los apoyamos con compañías y empresa que tenemos, donde hacemos la canalización. Después de ahí salen a los 9 meses y les damos seguimiento. Ahora se les brinda la oportunidad de seguir viniendo a las terapias, redes de apoyo, para que no haya recaída”, explicó.
La funcionaria precisó que de las personas que terminan la rehabilitación, alrededor de 30% recae en el consumo de drogas.
Mencionó que la metanfetamina es la sustancia que más consumen los pacientes que se internan en rehabilitación, aunque el último año subió en 50% la cantidad de atenciones por la adicción al fentanilo.
Comentó que el tratamiento para la adicción a esta droga es más complejo y existe un mayor riesgo de abandono en comparación con otras sustancias prohibidas.