Tijuana.- María Gloria Magaña y su esposo fueron desalojados este lunes de su vivienda ubicada en el Cañón Otay de la colonia Libertad para que continúen las obras de construcción del viaducto elevado.
Gloria Magaña señaló que el 22 de febrero una líder de vecinos hizo firmar a su esposo un documento del que desconocían su contenido.
“Lo hicieron con engaños. Ella nos dijo que pagó la casa, además nos mencionaron que fuéramos con nuestro cheque con ella para que nos descuenten la diferencia y nos quieren meter a una casa que no hemos querido comprar todavía”, dijo la afectada.
Gilberto Portugal Martínez, representante legal de María Gloria Magaña, explicó que hasta el momento las autoridades federales no han comprado su propiedad para la construcción del viaducto elevado.
“La señora es de las que van a ser indemnizadas, pero una de las lideresas de aquí la hizo firmar a ella y su esposo, no saben leer ni escribir. Les hicieron firmar ese contrato donde ellos se comprometen a comprar una propiedad con el dinero que van a recibir”, detalló Portugal Martínez.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció en octubre de 2021 la construcción del viaducto elevado que conectará el aeropuerto Internacional Abelardo L. Rodríguez con la garita de San Ysidro y la delegación Playas de Tijuana.
El pasado miércoles 20 de marzo habitantes de la colonia Libertad desalojaron sus propiedades tras haber llegado a un acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), dependencia que se encargará de la construcción del viaducto.
Gilberto Portugal reiteró que Gloria Magaña y su esposo desean vender su propiedad, pero hasta el momento no han recibido ningún pago de la federación.
“No saben leer, no saben de documentos y los hicieron firmar. Se invalida ese contrato porque solo firmó su pareja y no ella, la propiedad está a nombre de los dos”, añadió.
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María Gloria Magaña teme que su vivienda sea demolida como ya ocurrió con las de sus vecinos, pues este lunes los encargados de la construcción del viaducto les mencionaron que debían abandonar su casa porque sería derribada.
“Si no firmaba (su esposo) lo iban a meter a la cárcel e iban a venir a demolerla, nos dijeron que hoy(lunes) debíamos desalojar nuestra vivienda”, reiteró.
