Daniel Ángel Rubio
Tijuana.- Los consumidores de México y Estados Unidos serán quienes paguen por el aumento de aranceles a productos que cruzan la frontera en ambos sentidos, señaló el presidente de la Asociación de Industriales de Mesa de Otay (AIMO), Salvador Díaz González.
Refirió que México preveía los impuestos que el presidente Donald Trump anunció ayer a las exportaciones de aluminio y acero mexicano para ayudar a las empresas estadounidenses.
De allí su respuesta imponiendo aranceles a productos que ese país vende a México como carne de cerdo, arándanos, lámina caliente, tuberías, lámparas, embutidos, manzanas, uvas, quesos y otros.
“Hemos siempre dicho: en esta guerra comercial que se pudiera dar, el afectado final vienen siendo los consumidores” (sic), asentó.
Para la franja fronteriza el aumento de los precios está por verse, ya que depende en buena medida del ingreso de mercancías del norte, agregó.
Los impuestos con los que el gobierno mexicano respondió a la medida del presidente estadounidense harán que las empresas locales valoren recurrir a otros mercados, señaló.
Para el sector industrial, precisó el presidente de AIMO, el impacto con el acero planchado en frío y caliente que usan en sus procesos está por verse y no será en el corto plazo.
Explicó que si el producto final es exportado al país del norte, es posible que haya beneficios fiscales porque el acero usado regresará a su país de origen.
“Mucha de nuestra industria hace eso. Obviamente todo esto tiene que ver con el TLCAN, tenemos que aplicar los beneficios”, indicó Salvador Díaz.
