Durante todo el 2022, Playa Blanca registró contaminación superior a los 200 enterococos por cada 100 mil mililitros, lo que implica “un riesgo sanitario” de acuerdo a los lineamientos de las leyes ambientales en México.
Las pruebas semanales realizadas por Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental (PFEA)en cinco puntos de la costa de Tijuana, arrojaron que Playa Blanca superó este límite en todas las pruebas, incluso llegando a los 8 mil enterococos.
Personal de PFEA que realiza estos levantamiento de pruebas, comentó a El Sol de Tijuana que aguas negras provenientes de la zona residencial conocida como Santa Fe, se descargan de manera directa al mar en Playa Blanca.
También de manera intermitente otros puntos registraron altos índices de contaminación por aguas negras, como El Vigía, El Faro y Parque Azteca.
Para Margarita Diaz, directora de PFEA, esto refleja el descontrol por las descargas clandestinas de aguas negras, así como las fugas y fallas en el sistema de saneamiento, que terminan en el mar.
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Otro problema es la planta de tratamiento de Punta Bandera, que ha presentado fallas en su sistema desde 2018, por lo que derrama al mar 1900 litros por segundo de aguas negras sin tratar.
Para Fey Crevoshay, directora de Políticas Públicas de Costa Salvaje, las derramas de aguas negras sin tratar “están causando un daño en la vida marítima irreversible”, tanto en Tijuana como en Estados Unidos.
