Desde el 1 de enero de este año los Servicios Médicos Municipales desaparecieron del organigrama del Ayuntamiento de Tijuana.
Después de una manifestación realizada por policías auxiliares y comerciales el 2 de enero por esta desaparición, Marcelo de Jesús Machaín Servín, Oficial Mayor del gobierno municipal, mencionó que este servicio fue eliminado porque era muy costoso para el Ayuntamiento.
En Servicios Médicos Municipales también eran atendidas las sexoservidoras que trabajan en la conocida “zona de tolerancia”, en la Zona Norte.
El Sol de Tijuana realizó un recorrido entre la avenida Francisco I. Madero y la avenida Negrete, en la Zona Centro, donde se encontraba Servicios Médicos Municipales.
Trabajadores del municipio señalaron que la atención para las sexoservidoras cambió de ubicación, a unos metros.
En la puerta de ese lugar estaba colocado un letrero con el mensaje “Acceso solo mujeres, Control Sanitario” y “Aviso, a partir del día 1 de febrero del 2024 los precios son los siguientes: VIH 618 pesos, cultivo 618 pesos, afiliación total 2648 pesos, reposición de tarjeta 30 pesos”.
Hasta el momento no hay claridad si el cuidado a la salud de las trabajadoras sexuales es similar al que recibían anteriormente en Servicios Médicos Municipales, o si hubo alguna modificación.
Víctor Clark Alfaro, director del Centro Binacional de Derechos Humanos y antropólogo de la Universidad Estatal de San Diego (SDSU, por sus siglas en inglés), mencionó que en la mayoría de las ciudades donde se ofrecen trabajos sexuales hay oficinas de Servicios Médicos Municipales.
“Son las que se encargan de regular y controlar a las trabajadoras sexuales con el propósito de evitar que haya enfermedades de transmisión sexual”, explicó.
Sin embargo, este sistema es modelo fallido que tiene solo un propósito recaudatorio, opinó el académico, además es muy costoso para algunas trabajadoras sexuales, añadió.
Clark Alfaro opinó que este modelo de atención médica debe ser modificado por un sistema gratuito, permanente y constante en la zona de tolerancia, además debe brindar educación sexual para las trabajadoras.
“Ese modelo es patriarcal, autoritario y misógino, porque el mensaje a la sociedad es que son ellas las que transmiten las enfermedades de transmisión sexual, pero no los clientes”, dijo.
Las enfermedades de transmisión sexual no solo son transmitidas por las trabajadoras, sino también por los clientes.
“¿Por qué los clientes no van también a registrarse como ellas e irse a sus revisiones cada mes y cada tres meses?”, cuestionó.
La atención en Servicios Médicos Municipales no era un beneficio para las trabajadoras sexuales, pues al contraer una enfermedad de transmisión sexual el municipio les cancelaba el permiso para brindar servicios, destacó Clark Alfaro.
“No les permitían trabajar y tenían que pagarse su propio tratamiento (…) Había muchas trabajadoras sexuales que no iban a Servicios Médicos Municipales porque lo consideran caro, en algunos casos sobornaban a los inspectores de regulación municipal”, señaló.
Esto tenía como consecuencia que el Ayuntamiento no contara con cifras correctas del número de trabajadoras que ofrecían servicios sexuales, pues sólo una minoría acudía a estos servicios, estimó el investigador.
El Sol de Tijuana solicitó información al departamento de Comunicación Social del Ayuntamiento de Tijuana para conocer cómo están brindando los servicios de salud a las trabajadoras, si hubo modificaciones y la cifra oficial de trabajadoras sexual que hay en la zona de tolerancia.
Sin embargo, respondieron que hasta el miércoles 24 de abril concederían una entrevista para hablar más a detalle sobre el tema.
El académico reiteró que el gobierno municipal no dejaría de atender a las trabajadoras sexuales, pues para el municipio son solamente una caja recaudadora y el gobierno no renunciará a esos ingresos.
“Significan ingresos al Ayuntamiento, es lo que le importa al Ayuntamiento, los ingresos, no la salud de las mujeres”, expresó.
Clark Alfaro destacó que los servicios sexuales en Tijuana ya no son ofrecidos exclusivamente en la zona de tolerancia, sino también en hoteles, bares en la Zona Este y en redes sociales, por lo que es difícil conocer la cifra exacta de trabajadoras que hay actualmente en la ciudad.
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“El sexo llevado al mercado local se ha diversificado (…) Las que están en hoteles y en redes sociales no estaban en Servicios Médicos Municipales, el modelo no funcionaba para lo que se pretendía”, finalizó.