La discusión sobre los costos de cerrar la frontera entre Estados Unidos y México involucra varios factores, incluidos impactos económicos, consideraciones legales e implicaciones políticas.
Los cierres parciales en cruces fronterizos clave entre Estados Unidos y México podrían costar miles de millones en comercio y tener efectos significativos en las economías locales como la de Tijuana-San Diego y El Paso- Ciudad Juárez.
Recordemos que las suspensiones temporales de operaciones ferroviarias en Texas debido a la desviación de recursos para el procesamiento de migrantes provocaron caídas en el tráfico empresarial y posibles daños a las economías locales.
El presidente Joe Biden está estudiando si puede cerrar la frontera, y el presidente Biden menciono que también se niega a renunciar a la legislación sobre políticas fronterizas. Los cruces fronterizos han aumentado recientemente y los gobernadores republicanos de los estados fronterizos han hablado abiertamente de culpar del problema a la política de la administración Biden por el aumento. Un foco particular ha sido el cambio de la administración Biden del Título 42 al Título 8.
Si bien el Título 42, una política de la era de la Segunda Guerra Mundial implementada durante la pandemia del Covid-19 por el expresidente Donald Trump, permitió a los agentes fronterizos expulsar a los migrantes más fácilmente, esas no fueron expulsiones oficiales como el Título 8. Sin una expulsión oficial, no hay pena para quienes regresen e intenten cruzar nuevamente, mientras que bajo el Título 8, existe la posibilidad de sanciones penales.
El presidente Biden menciono que está investigando si tiene la autoridad ejecutiva para cerrar la frontera debido a la afluencia de cruces de migrantes, pero también dejó claro que no había tomado una decisión final. Si se emite, se dice que se emitirá una orden ejecutiva.
“No hay garantía de que tenga ese poder por mi cuenta sin legislación. Y algunos han sugerido que debería seguir adelante e intentarlo”, dijo el presidente Biden.
El presidente Biden también culpó a Trump de la situación actual, señalando el acuerdo bipartidista elaborado por senadores republicanos y demócratas que habría aumentado los recursos para el control fronterizo y al mismo tiempo habría autorizado la ayuda exterior a Israel, Ucrania y Taiwán. La legislación tuvo impulso en el Senado hasta que Trump se opuso al proyecto de ley e instó a los republicanos a votar en contra, lo que provocó su desaparición.
La situación en la frontera también ha llevado a demandas de México para que Estados Unidos proporcione fondos y recursos para ayudar a gestionar la crisis migratoria.
Está claro que la decisión de cerrar la frontera tendría consecuencias económicas de largo plazo, que afectarían no sólo la política de migración sino también la estabilidad económica y las relaciones internacionales de Estados Unidos, de México y de otros países.
