/ lunes 26 de febrero de 2024

Crónicas Tijuanenses | Jorge Guillermo Conde Zambada

Existen personas que siempre están haciendo algo en la comunidad. Que son promotores sociales y que encabezan grupos para cambiar las cosas que dañan a la sociedad. Esta uno tan acostumbrado a verlos que un día se detienen y entonces uno pregunta por ellos. Entonces siente uno que ese personaje al que estábamos acostumbrados a escuchar, a ir con él a platicar y debatir, ya no está. Y su ausencia se convierte en un vacío enorme. Ese es el caso de Jorge Guillermo Conde Zambada. Un hombre infaltable, casi imprescindible en la política, en el arte y en la enseñanza. Y por qué no, en la bohemia. Hombre culto, buen esposo y padre amoroso, amigo entrañable, desde luego.

Lo conocí hace muchos años, por allá por los años sesenta, cuando era adolescente. Recordemos que cumpliría los 69 años el día 15 de febrero. Había nacido en Mexicali. Pero muy temprano se trasladó con su familia a Tijuana. Sus padres don Jorge y Mabel personas maravillosas. Artistas notables en su juventud. Formaron una familia muy querida en Tijuana. Conocimos a sus hermanas y hermano, particular mente a Mabel y Rosina, escritora de altos vuelos. Su padre hombre culto e ingenioso, de fácil y amena charla.

Desarrollo una empresa de joyería, con gran éxito y prestigio, hasta su fallecimiento. Jorge ya maduro se hizo cargo del negocio y lo llevó adelante, hasta que la delincuencia y la corrupción de algunos policías le llevaron a la quiebra. Pero para él el arte era su vocación, como contante, como director y actor de teatro. También fue destacado maestro de Historia del Arte. Fue un activo y honesto militante de izquierda; primero en la JCM y luego en el PRT, donde incluso, fue candidato, en aquellos tiempos en que sólo ganaba un partido. Tuvo dos experiencias matrimoniales hasta que finalmente formo una sólida familia con su culta esposa y sus dos talentosas hijas. Cursó en Tijuana estudios básicos y bachillerato. Estudió Sociología y Arte en Francia. Era querido y admirado por gente de distintos sectores sociales.

En los últimos diez años, tuvimos la fortuna de convivir con él, en el CECUT durante la brillante dirección de Pedro Ochoa; y luego, en su no menos brillante actuación como el Primer Secretario de Cultura de Baja California, etapa en la que Jorge desarrolló y aportó todo su talento y experiencia. Hoy lamentamos con gran tristeza su partida y enviamos nuestras condolencias a su querida y respetable familia.

Existen personas que siempre están haciendo algo en la comunidad. Que son promotores sociales y que encabezan grupos para cambiar las cosas que dañan a la sociedad. Esta uno tan acostumbrado a verlos que un día se detienen y entonces uno pregunta por ellos. Entonces siente uno que ese personaje al que estábamos acostumbrados a escuchar, a ir con él a platicar y debatir, ya no está. Y su ausencia se convierte en un vacío enorme. Ese es el caso de Jorge Guillermo Conde Zambada. Un hombre infaltable, casi imprescindible en la política, en el arte y en la enseñanza. Y por qué no, en la bohemia. Hombre culto, buen esposo y padre amoroso, amigo entrañable, desde luego.

Lo conocí hace muchos años, por allá por los años sesenta, cuando era adolescente. Recordemos que cumpliría los 69 años el día 15 de febrero. Había nacido en Mexicali. Pero muy temprano se trasladó con su familia a Tijuana. Sus padres don Jorge y Mabel personas maravillosas. Artistas notables en su juventud. Formaron una familia muy querida en Tijuana. Conocimos a sus hermanas y hermano, particular mente a Mabel y Rosina, escritora de altos vuelos. Su padre hombre culto e ingenioso, de fácil y amena charla.

Desarrollo una empresa de joyería, con gran éxito y prestigio, hasta su fallecimiento. Jorge ya maduro se hizo cargo del negocio y lo llevó adelante, hasta que la delincuencia y la corrupción de algunos policías le llevaron a la quiebra. Pero para él el arte era su vocación, como contante, como director y actor de teatro. También fue destacado maestro de Historia del Arte. Fue un activo y honesto militante de izquierda; primero en la JCM y luego en el PRT, donde incluso, fue candidato, en aquellos tiempos en que sólo ganaba un partido. Tuvo dos experiencias matrimoniales hasta que finalmente formo una sólida familia con su culta esposa y sus dos talentosas hijas. Cursó en Tijuana estudios básicos y bachillerato. Estudió Sociología y Arte en Francia. Era querido y admirado por gente de distintos sectores sociales.

En los últimos diez años, tuvimos la fortuna de convivir con él, en el CECUT durante la brillante dirección de Pedro Ochoa; y luego, en su no menos brillante actuación como el Primer Secretario de Cultura de Baja California, etapa en la que Jorge desarrolló y aportó todo su talento y experiencia. Hoy lamentamos con gran tristeza su partida y enviamos nuestras condolencias a su querida y respetable familia.