/ jueves 6 de agosto de 2020

¿El Plan Biden para latinos decisivo en la elección en EEUU? 

Este martes 4 de agosto el candidato demócrata Joe Biden presentó su propuesta de apoyos hacia la comunidad latina en Estados Unidos. Esta población suma cerca de 60 millones de personas en el país y representa más del 18% de la población total en Estados Unidos. Se estima que 32 millones de latinos podrían votar en las elecciones de noviembre. El aumento, de más del 15% en comparación con el 2016, se debe a la mayoría de edad de jóvenes latinos. Con lo cual, los hispanos son la minoría étnica o racial con más peso en la contienda electoral, superando a los afroestadounidenses.

Se puede considerar que la propuesta demócrata es de las más amplias en los últimos años. Con ello se pretende obtener el voto latino de una comunidad heterogénea política y socioeconómicamente, y que el debate y las movilizaciones recientes sobre violencia contra minorías pueda movilizar el voto latino. Sin embargo, dos factores claves pueden limitar tal voto: la mayoría de edad de jóvenes, que no se identifican con alguno de los candidatos presidenciales y segundo, los efectos de la pandemia del Covid-19 (crisis, desempleo y desigualdades sociales,) Estos factores aumentarán la desconfianza y escasa prioridad electoral de la comunidad latina, en especial del nuevo electorado joven.

Entre las propuestas destacan una amplia reforma migratoria. La cual estaría destinada a una población estimada en 11 millones de inmigrantes irregulares en el país, la mayor parte mexicanos. Obama pretendió avanzar hacia una reforma similar, para ello fortaleció la seguridad fronteriza como una opción de aval de los republicanos y sin embargo, no se concretizó por la división bipartidista. Una situación similar podrá suceder en el caso de una eventual presidencia con Biden, si se pronostica que ningún partido obtendrá mayoría en ambas cámaras y porque el tema migratorio seguirá dividiendo a la sociedad estadunidense.

También el Plan buscará mejorar el sistema de visas de trabajo temporal, así como dar una vía para legalizar a los trabajadores agrícolas extranjeros. Estas visas han sido una opción laboral muy importante para los migrantes mexicanos y centroamericanos, que también ha beneficiado a las ciudades santuarios, en donde se concentra la mayor parte de la población migrante irregular en Estados Unidos.

Un segundo grupo de iniciativas planteadas por el candidato Biden, son de tipo económico, considerando los graves efectos de la pandemia en la población latina, en especial la de bajos ingresos. Destacando un 33,6 % de latinos contagiados y 17,1 % de las muertes en todo el país. De un total de 4,893.890 estadounidenses contagiados y 158, 230 fallecidos al 5 de agosto de 2020. Entre las iniciativas en materia económica destacan ayudas para familias hispanas que compren una casa por primera vez, con un crédito a sus impuestos de hasta 15,000 dólares como pago inicial (down payment). También apoyará un proyecto para la creación de negocios, a través de una alianza entre los sectores público y privado, con recursos crediticos estimados en 50,000 dólares. Esta propuesta es relevante, considerando que se estima que apenas el 6% de la población latina cuenta con negocios propios. Otra propuesta es establecer un salario mínimo de 15 dólares por hora, con días de ausencia pagados, que se exigiría a aquellas empresas con contratos federales; además, de prácticas laborales justas, y el derecho a formar sindicatos.

En materia de cobertura de salud: el Plan Biden propone reducir la tasa de personas sin seguro médico entre la comunidad hispana. Una propuesta relevante, considerando el problema estructural de la salud para minorías en Estados Unidos. Los principales retos en salud son los subsidios, aumento de fondos públicos y reducción del precio de las medicinas y sobre todo, la relevancia de una cobertura integral post Covid-19, no solo para la población latina, sino en general para el conjunto de la sociedad; con base de los efectos que generará la pandemia y los riesgos de rebrotes, considerando los riesgos de obesidad, hipertensión y diabetes de la población latina.

El plan Biden también propone una inversión superior a los 70,000 millones de dólares para universidades con alto porcentaje de estudiantes latinos, y una inversión de 10,000 millones en al menos 200 centros que sirvan como “incubadoras de investigación”, en carreras críticas para el desarrollo y la innovación de la economía. Esta propuesta también es estratégica, considerando el déficit de estudiantes latinos en universidades, por lo altos costos de las colegiaturas universitarias.

En general el Plan Biden es una iniciativa muy completa. Entre los retos para concretizar este Plan se pueden mencionar los siguientes: su viabilidad financiera, considerando las restricciones presupuestarias y de endeudamiento público; una disputa bipartidista sobre prioridades sociales, en donde generalmente la población latina ha sido marginada; la dificultad de que los demócratas puedan tener mayoría en ambas cámaras; la prioridad financiera de una agenda post Covid-19 en términos de enfermedades colaterales, desempleo, desigualdades sociales, demandas educativas. La agenda post-Covid requerirá la atención especial del Congreso estadounidense, cuya división se agudizará por el propio proceso electoral, la posible incertidumbre del candidato presidencial ganador y las diferencias presupuestarias, que se han apreciado recientemente en la propuesta de un segundo apoyo de ayuda.

Desde el punto de vista político, la viabilidad del Plan es también compleja: se enfrenta el reto de lograr un mayor avance electoral en estados decisivos como California, Nevada y Texas, en donde el voto republicano mantiene cierta relevancia, que fue decisiva en la elección pasada y lo seguirá siendo en noviembre. Por ello el o la candidato-ta a vicepresidente podrá ser decisiva para aumentar la visibilidad de la candidatura presidencial demócrata, tratando de acercarse a la popularidad de Obama y Hillary Clinton en las elecciones pasadas. Con ello, se desea afirmar que la candidatura de Biden se enfrenta al desafío de aumentar su visibilidad, generar mayor confianza en el electorado joven, fortalecer el liderazgo en temas críticos de la coyuntura nacional e internacional y una postura menos conservadora, para acercarse a las demandas vigentes de una heterogénea sociedad latina y en general estadounidense.

Este martes 4 de agosto el candidato demócrata Joe Biden presentó su propuesta de apoyos hacia la comunidad latina en Estados Unidos. Esta población suma cerca de 60 millones de personas en el país y representa más del 18% de la población total en Estados Unidos. Se estima que 32 millones de latinos podrían votar en las elecciones de noviembre. El aumento, de más del 15% en comparación con el 2016, se debe a la mayoría de edad de jóvenes latinos. Con lo cual, los hispanos son la minoría étnica o racial con más peso en la contienda electoral, superando a los afroestadounidenses.

Se puede considerar que la propuesta demócrata es de las más amplias en los últimos años. Con ello se pretende obtener el voto latino de una comunidad heterogénea política y socioeconómicamente, y que el debate y las movilizaciones recientes sobre violencia contra minorías pueda movilizar el voto latino. Sin embargo, dos factores claves pueden limitar tal voto: la mayoría de edad de jóvenes, que no se identifican con alguno de los candidatos presidenciales y segundo, los efectos de la pandemia del Covid-19 (crisis, desempleo y desigualdades sociales,) Estos factores aumentarán la desconfianza y escasa prioridad electoral de la comunidad latina, en especial del nuevo electorado joven.

Entre las propuestas destacan una amplia reforma migratoria. La cual estaría destinada a una población estimada en 11 millones de inmigrantes irregulares en el país, la mayor parte mexicanos. Obama pretendió avanzar hacia una reforma similar, para ello fortaleció la seguridad fronteriza como una opción de aval de los republicanos y sin embargo, no se concretizó por la división bipartidista. Una situación similar podrá suceder en el caso de una eventual presidencia con Biden, si se pronostica que ningún partido obtendrá mayoría en ambas cámaras y porque el tema migratorio seguirá dividiendo a la sociedad estadunidense.

También el Plan buscará mejorar el sistema de visas de trabajo temporal, así como dar una vía para legalizar a los trabajadores agrícolas extranjeros. Estas visas han sido una opción laboral muy importante para los migrantes mexicanos y centroamericanos, que también ha beneficiado a las ciudades santuarios, en donde se concentra la mayor parte de la población migrante irregular en Estados Unidos.

Un segundo grupo de iniciativas planteadas por el candidato Biden, son de tipo económico, considerando los graves efectos de la pandemia en la población latina, en especial la de bajos ingresos. Destacando un 33,6 % de latinos contagiados y 17,1 % de las muertes en todo el país. De un total de 4,893.890 estadounidenses contagiados y 158, 230 fallecidos al 5 de agosto de 2020. Entre las iniciativas en materia económica destacan ayudas para familias hispanas que compren una casa por primera vez, con un crédito a sus impuestos de hasta 15,000 dólares como pago inicial (down payment). También apoyará un proyecto para la creación de negocios, a través de una alianza entre los sectores público y privado, con recursos crediticos estimados en 50,000 dólares. Esta propuesta es relevante, considerando que se estima que apenas el 6% de la población latina cuenta con negocios propios. Otra propuesta es establecer un salario mínimo de 15 dólares por hora, con días de ausencia pagados, que se exigiría a aquellas empresas con contratos federales; además, de prácticas laborales justas, y el derecho a formar sindicatos.

En materia de cobertura de salud: el Plan Biden propone reducir la tasa de personas sin seguro médico entre la comunidad hispana. Una propuesta relevante, considerando el problema estructural de la salud para minorías en Estados Unidos. Los principales retos en salud son los subsidios, aumento de fondos públicos y reducción del precio de las medicinas y sobre todo, la relevancia de una cobertura integral post Covid-19, no solo para la población latina, sino en general para el conjunto de la sociedad; con base de los efectos que generará la pandemia y los riesgos de rebrotes, considerando los riesgos de obesidad, hipertensión y diabetes de la población latina.

El plan Biden también propone una inversión superior a los 70,000 millones de dólares para universidades con alto porcentaje de estudiantes latinos, y una inversión de 10,000 millones en al menos 200 centros que sirvan como “incubadoras de investigación”, en carreras críticas para el desarrollo y la innovación de la economía. Esta propuesta también es estratégica, considerando el déficit de estudiantes latinos en universidades, por lo altos costos de las colegiaturas universitarias.

En general el Plan Biden es una iniciativa muy completa. Entre los retos para concretizar este Plan se pueden mencionar los siguientes: su viabilidad financiera, considerando las restricciones presupuestarias y de endeudamiento público; una disputa bipartidista sobre prioridades sociales, en donde generalmente la población latina ha sido marginada; la dificultad de que los demócratas puedan tener mayoría en ambas cámaras; la prioridad financiera de una agenda post Covid-19 en términos de enfermedades colaterales, desempleo, desigualdades sociales, demandas educativas. La agenda post-Covid requerirá la atención especial del Congreso estadounidense, cuya división se agudizará por el propio proceso electoral, la posible incertidumbre del candidato presidencial ganador y las diferencias presupuestarias, que se han apreciado recientemente en la propuesta de un segundo apoyo de ayuda.

Desde el punto de vista político, la viabilidad del Plan es también compleja: se enfrenta el reto de lograr un mayor avance electoral en estados decisivos como California, Nevada y Texas, en donde el voto republicano mantiene cierta relevancia, que fue decisiva en la elección pasada y lo seguirá siendo en noviembre. Por ello el o la candidato-ta a vicepresidente podrá ser decisiva para aumentar la visibilidad de la candidatura presidencial demócrata, tratando de acercarse a la popularidad de Obama y Hillary Clinton en las elecciones pasadas. Con ello, se desea afirmar que la candidatura de Biden se enfrenta al desafío de aumentar su visibilidad, generar mayor confianza en el electorado joven, fortalecer el liderazgo en temas críticos de la coyuntura nacional e internacional y una postura menos conservadora, para acercarse a las demandas vigentes de una heterogénea sociedad latina y en general estadounidense.