/ viernes 16 de junio de 2023

Fuera de Agenda  | Guerra híbrida en Chiapas

El 3 de mayo del 2022 una patrulla del Ejército mexicano compuesta por soldados del 15 Regimiento de Caballería con sede en Comitán, y del 101 batallón de infantería con cuartel en Chicomuselo, realizaban un reconocimiento por la zona del poblado “El Lagartero”, en el municipio de Frontera Comalapa, Chiapas. En el recorrido observaron dos vehículos tipo pick up cuyos tripulantes al percatarse de la presencia militar huyeron con rumbo desconocido. Al mismo tiempo seis individuos que portaban armas largas y que vestían ropa de color negro y beige, cruzaron el río en dirección a terrirorio guatemalteco. Los militares mexicanos inspeccionaron el lugar y encontraron dos campamentos en uno de los cuales había parapetos, cobijas, y uniformes tipo militar algunos de ellos con la leyenda “Kaibil”, que identifica al grupo de fuerzas especiales del ejército del país vecino.

El reporte fue titulado: “Eventos relevantes e información respecto a militares de origen guatemalteco incorporados con grupos delincuenciales en México con presencia en esa jurisdicción”, refiriéndose a la séptima región militar que abarca el estado de Chiapas. Un par de fotos donde se aprecian restos del campamento en medio de la selva, dan cuenta del hallazgo.

Este informe obtenido de los correos hackeados a la Defensa Nacional por Guacamaya, forma parte de un documento militar de 20 páginas llamado “Situación de la frontera sur”, fechado en junio del año pasado, donde se analiza cómo la región ha experimentado en los últimos años una serie de cambios donde es más visible “la vinculación del narcotráfico y la delincuencia organizada”. También se resalta la presencia de militares extranjeros en este caso guatemaltecos, al servicio del crimen organizado identificados en dos facciones, Cartel de Sinaloa y Cartel de Jalisco Nueva Generación, que disputan el control territorial que comprende rutas, ciudades,, mercados y operadores teniendo como epicentro el municipio de Frontera Comalapa.

Hace unos días este municipio vivió enfrentamientos armados en distintas comunidades que se localizan en la ruta hacia La Mesilla, Guatemala. Esta zona tiene pasos fronterizos como Chamic, donde hace tiempo los asesinatos y masacres han quedado fuera del radar mediático al ser una “zona de silencio” bajo control criminal.

El desplazamiento forzado de habitantes y el terror impuesto por la “leva” que las bandas criminales han lanzado contra pobladores jóvenes para reclutarlos a la fuerza para engrosar sus filas de pistoleros, son dos de las características de la “guerra híbrida” que vive la región. Al terrorismo y la migración forzada se añade el despojo y control territorial, sumado a una campaña de desinformación en internet y redes sociales como estrategia que estos grupos criminales han lanzado en complicidad con autoridades locales.

La cooptación de autoridades estatales y municipales forma parte de la dinámica delictiva diversificada que abarca también el tráfico de drogas, migrantes, armas, mercado ilícito de combustibles, mercancía ilícitas y extorsión. Las redes transnacionales del crimen organizado tocan base en este perímetro de frontera con Guatemala, donde la complicidad de autoridades facilita que se muevan con total impunidad.

@velediaz424

El 3 de mayo del 2022 una patrulla del Ejército mexicano compuesta por soldados del 15 Regimiento de Caballería con sede en Comitán, y del 101 batallón de infantería con cuartel en Chicomuselo, realizaban un reconocimiento por la zona del poblado “El Lagartero”, en el municipio de Frontera Comalapa, Chiapas. En el recorrido observaron dos vehículos tipo pick up cuyos tripulantes al percatarse de la presencia militar huyeron con rumbo desconocido. Al mismo tiempo seis individuos que portaban armas largas y que vestían ropa de color negro y beige, cruzaron el río en dirección a terrirorio guatemalteco. Los militares mexicanos inspeccionaron el lugar y encontraron dos campamentos en uno de los cuales había parapetos, cobijas, y uniformes tipo militar algunos de ellos con la leyenda “Kaibil”, que identifica al grupo de fuerzas especiales del ejército del país vecino.

El reporte fue titulado: “Eventos relevantes e información respecto a militares de origen guatemalteco incorporados con grupos delincuenciales en México con presencia en esa jurisdicción”, refiriéndose a la séptima región militar que abarca el estado de Chiapas. Un par de fotos donde se aprecian restos del campamento en medio de la selva, dan cuenta del hallazgo.

Este informe obtenido de los correos hackeados a la Defensa Nacional por Guacamaya, forma parte de un documento militar de 20 páginas llamado “Situación de la frontera sur”, fechado en junio del año pasado, donde se analiza cómo la región ha experimentado en los últimos años una serie de cambios donde es más visible “la vinculación del narcotráfico y la delincuencia organizada”. También se resalta la presencia de militares extranjeros en este caso guatemaltecos, al servicio del crimen organizado identificados en dos facciones, Cartel de Sinaloa y Cartel de Jalisco Nueva Generación, que disputan el control territorial que comprende rutas, ciudades,, mercados y operadores teniendo como epicentro el municipio de Frontera Comalapa.

Hace unos días este municipio vivió enfrentamientos armados en distintas comunidades que se localizan en la ruta hacia La Mesilla, Guatemala. Esta zona tiene pasos fronterizos como Chamic, donde hace tiempo los asesinatos y masacres han quedado fuera del radar mediático al ser una “zona de silencio” bajo control criminal.

El desplazamiento forzado de habitantes y el terror impuesto por la “leva” que las bandas criminales han lanzado contra pobladores jóvenes para reclutarlos a la fuerza para engrosar sus filas de pistoleros, son dos de las características de la “guerra híbrida” que vive la región. Al terrorismo y la migración forzada se añade el despojo y control territorial, sumado a una campaña de desinformación en internet y redes sociales como estrategia que estos grupos criminales han lanzado en complicidad con autoridades locales.

La cooptación de autoridades estatales y municipales forma parte de la dinámica delictiva diversificada que abarca también el tráfico de drogas, migrantes, armas, mercado ilícito de combustibles, mercancía ilícitas y extorsión. Las redes transnacionales del crimen organizado tocan base en este perímetro de frontera con Guatemala, donde la complicidad de autoridades facilita que se muevan con total impunidad.

@velediaz424