/ jueves 14 de septiembre de 2023

Fuera de Agenda | La maestra y los “huaches”

Los registros de las áreas de inteligencia en los últimos dos sexenios sobre los hermanos Jhonny y José Alfredo Hurtado Olascoaga, jefes de la banda criminal que se autodenomina La Familia Michoacana (LFM), señalan que la protección oficial de las autoridades en el Estado de México y en Guerrero ha trascendido al cambio de colores y filiaciones partidistas en la gubernatura de ambas entidades. La permanencia y crecimiento del grupo criminal no se explica sin la estructuras de protección en áreas de seguridad municipal y estatal, la colusión de funcionarios de distinto nivel en la procuración de justicia, y más evidente en este sexenio el entramado de intereses al interior de los gobiernos municipales.

Más allá del arraigo en la región de Tierra Caliente guerrerense de donde son originarios ambos individuos, el crecimiento de su organización delincuencial hacia las regiones del Centro y Costa Grande, sumado al control de la zona calentana mexiquense y el norte de Guerrero, tiene ciertas características que lo convierten en un caso prototipo para explicar el acelerado proceso de descomposición que viven estas zonas a las que se suman los municipios limítrofes con el Estado de México.

Un informe catalogado como reservado elaborado por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México a partir de una serie de detenciones de operadores e informantes de la LFM en los municipios mexiquenses de Amatepec, Tlatlaya, Luvianos y Tejupilco en la región calentana, trazan su modus operandi donde las policías municipales son clave para explicar cómo funciona su control territorial.

“Se percibe que la organización criminal Familia Michoacana en la zona “Sur” de Tejupilco, Amatepec, San Pedro Limón, Tlatlaya, Palmar Chico, tiene una red estructurada de halconeo, que reportan el paso de las autoridades, presumiendo en tres modalidades de halconeo, fija, móvil y antenas, esta última encargada de recibir y/o transmitir la información”, dice el informe. El documento contiene fotos de casas de seguridad cateadas, personas detenidas, vehículos y armamento asegurado. Lo más destacado es el reporte con la ubicación de una de las casas que utilizaba en aquel momento el líder de LFM, Jhonny Hurtado Olascoaga, alias “el Pez”, conocido como Rancho Calpa. El lugar tenía colocado a las afueras una lona que anunciaba que en su interior existía un “criadero de conservación y reproducción de vida silvestre” con venados, cebras, pavo reales, junto a otros animales como caballos y reses. La finca lucía una casa al centro de un lago donde había varios animales disecados, también tenía alberca. La casona principal tenía cine, una amplia terraza, al fondo una cancha de futbol y varios vehículos tipo safari sin placas estaban estacionados.

Este reporte se complementa con otro de la 22 zona militar, localizados en los correos hackeados a la Defensa por Guacamaya, donde se menciona la colusión de policías de estos municipios al servicio de los “huaches” (como se les dice a los jóvenes en Tierra Caliente) que encabezan LFM. El entramado se mantiene intacto y es parte de lo que la maestra Delfina Gómez encontrará a partir del viernes 15 de septiembre cuando asuma la gubernatura del Estado de México.

@velediaz424

Los registros de las áreas de inteligencia en los últimos dos sexenios sobre los hermanos Jhonny y José Alfredo Hurtado Olascoaga, jefes de la banda criminal que se autodenomina La Familia Michoacana (LFM), señalan que la protección oficial de las autoridades en el Estado de México y en Guerrero ha trascendido al cambio de colores y filiaciones partidistas en la gubernatura de ambas entidades. La permanencia y crecimiento del grupo criminal no se explica sin la estructuras de protección en áreas de seguridad municipal y estatal, la colusión de funcionarios de distinto nivel en la procuración de justicia, y más evidente en este sexenio el entramado de intereses al interior de los gobiernos municipales.

Más allá del arraigo en la región de Tierra Caliente guerrerense de donde son originarios ambos individuos, el crecimiento de su organización delincuencial hacia las regiones del Centro y Costa Grande, sumado al control de la zona calentana mexiquense y el norte de Guerrero, tiene ciertas características que lo convierten en un caso prototipo para explicar el acelerado proceso de descomposición que viven estas zonas a las que se suman los municipios limítrofes con el Estado de México.

Un informe catalogado como reservado elaborado por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México a partir de una serie de detenciones de operadores e informantes de la LFM en los municipios mexiquenses de Amatepec, Tlatlaya, Luvianos y Tejupilco en la región calentana, trazan su modus operandi donde las policías municipales son clave para explicar cómo funciona su control territorial.

“Se percibe que la organización criminal Familia Michoacana en la zona “Sur” de Tejupilco, Amatepec, San Pedro Limón, Tlatlaya, Palmar Chico, tiene una red estructurada de halconeo, que reportan el paso de las autoridades, presumiendo en tres modalidades de halconeo, fija, móvil y antenas, esta última encargada de recibir y/o transmitir la información”, dice el informe. El documento contiene fotos de casas de seguridad cateadas, personas detenidas, vehículos y armamento asegurado. Lo más destacado es el reporte con la ubicación de una de las casas que utilizaba en aquel momento el líder de LFM, Jhonny Hurtado Olascoaga, alias “el Pez”, conocido como Rancho Calpa. El lugar tenía colocado a las afueras una lona que anunciaba que en su interior existía un “criadero de conservación y reproducción de vida silvestre” con venados, cebras, pavo reales, junto a otros animales como caballos y reses. La finca lucía una casa al centro de un lago donde había varios animales disecados, también tenía alberca. La casona principal tenía cine, una amplia terraza, al fondo una cancha de futbol y varios vehículos tipo safari sin placas estaban estacionados.

Este reporte se complementa con otro de la 22 zona militar, localizados en los correos hackeados a la Defensa por Guacamaya, donde se menciona la colusión de policías de estos municipios al servicio de los “huaches” (como se les dice a los jóvenes en Tierra Caliente) que encabezan LFM. El entramado se mantiene intacto y es parte de lo que la maestra Delfina Gómez encontrará a partir del viernes 15 de septiembre cuando asuma la gubernatura del Estado de México.

@velediaz424