El Dr. en Lit. Manuel Salvador Leyva, llegó a Tijuana para quedarse. No importa a donde vayan sus cenizas, después de su partida el 30 de marzo actual, sus obras como su poesía son ya patrimonio universal, por tanto, son nuestras. Nació en Chilpancingo, Guerrero el 15 de enero de 1930. A los tres años, asesinaron a su padre por lo que desde muy niño conoció las dificultades de la vida a las que se sobrepuso siempre como un auténtico triunfador. Y así lo demostró durante su infancia y adolescencia. Fue pastor de rebaños, campesino, al mismo tiempo que estudiaba y comenzó a escribir. A los 17 inició su profesión de periodista. Escribió en el Diario de Guerrero, El Sol de Guerrero, el Sol de Acapulco, Ecos del Sur, Revolución, Trópico y la Verdad. Colaboró con Excelsior y Novedades y en las revistas Impacto y Siempre. En la UNAM, hizo la licenciatura en Periodismo. En Acapulco, fue diputado local suplente y regidor de Cultura. A nivel estatal ocupó diversos cargos como Secretario Particular de dos gobernadores. Fue delegado de turismo, de tránsito y director de prensa estatal.
Director del Parque Papagayo y funcionario de distintos niveles en Turismo estatal y federal. Fue en estos cargos, en los que creó estatalmente Los Ángeles Verdes para auxiliar al turismo en las carreteras, que luego fueron adaptados nacionalmente. Como escritor, ensayista y poeta ha sido muy fecundo, ganando alrededor de 36 concursos internacionales de Poesía. Ha recibido distintos galardones nacional e internacionalmente. Uno muy importante: la “Corona de laurel de oro”, homenajeado en Mongolia, como poeta universal, en el Congreso Internacional de Poetas por la World Academy of Arts and Culture (UNESCO). Ha pertenecido a diversas organizaciones: Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística en Acapulco y en Tijuana de las que ha sido presidente. Presidente fundador y vitalicio de SIPEA (Sociedad Internacional de Poetas, Escritores y Artistas, A. C.) fue miembro del Club de Leones de Playas de Tijuana y Madrugadores de Playas, fue formador de decenas de poetas y gestionó la estatua ecuestre de Vicente Guerrero para el Centenario de Tijuana con el gobierno de Guerrero. Fundó en Tijuana la Asociación Guerrerense. Fue protector y padrino del grupo étnico “Amusgos” en Tijuana. Creó Playas “El Corral”, restaurante que era una verdadera peña de poetas, artistas e intelectuales donde él presidía como anfitrión reuniones inolvidables, en las que estaban siempre su distinguida y noble esposa, su inseparable hija Elizabeth y el resto de su grande y apreciable familia, además de sus muchos amigos que le queríamos y admirábamos.
ENVÍO: Se fue el querido poeta, pero nos queda su ejemplo, sus enseñanzas y su POESÍA.
(El autor es Cronista de la ciudad y catedrático del CUT)
Correo electrónico: marioortizvillacorta@gmail.com
