/ lunes 8 de abril de 2024

Expediente Confidencial / #Debate: Dos señoras enojadas tirándose lodo y un señor divirtiéndose

Decepcionante. Es la palabra más exacta para definir el primer debate entre las candidatas y el candidato a la presidencia. Fue un show lamentable, patético, burdo, una tragicomedia de mentiras protagonizada por dos señoras enojadas y un señor que fue a divertirse, como quien anima el cotarro de una junta de vecinos. De los moderadores, la peor fue Denise Maerker, quien ya perdió el toque mágico sin estar a diario en televisión. Manuel López San Martín, de quien tanto temía Morena, ni se notó, lo cual es excelente, porque, justamente, el moderador debe ser 'invisible'.

La organización fue pésima. Los relojes que marcaban el tiempo para que cada candidat@ hablará estuvieron fallando y al INE se le olvidó incluir una ronda para que cada aspirante se presentara, 'pequeñísimo' detalle.

Aquí, el análisis a detalle del vodevil

LUCHA EN LODO

Durante la primera hora, el debate fue una lucha en lodo. Sheinbaum y Gálvez se atacaron y contraatacaron, poniendo escasa atención al formato y a las preguntas de los moderadores. Jorge Álvarez Máynez dio sus 'jabs' para ambos lados y, al final, cuando la morenista dejó peleando sola a Xóchitl y esta se mostraba enloquecida, el emecista se vio como el más centrado y serio.

La primera pregunta fue sobre el fortalecimiento del sistema de salud, aunque, específicamente sobre el camino para mejorarlo y la forma de financiar eso. Sheinbaum respondió con la generalidad de "fortalecer el sistema de salud pública", y ante la insistencia de Maerker sobre el cómo financiarlo, la morenista se concretó a decir "tenemos el presupuesto para poderlo hacer"...

La respuesta de Máynez fue que plantearía un sistema "financiado equitativamente y no solo por unos cuantos empresarios". Enigmática, sin duda, pero que parecería atisbar una privatización.

Gálvez empezó sus ataques, afirmando que "Claudia Shienbaum te viene a ofrecer que sigan los abrazos a los delincuentes, que siga la falta de medicamento" y, enseguida, en lo que sería adelanto de su 'leitmotiv' durante todo el debate, consistente en hacer ver que la época en que gobernaron PRI y PAN fue un paraíso, refirió que haría un nuevo Seguro Popular y, frente a la insistencia de cómo lo pagaría, salió con que "dinero hay. Este gobierno dejó de ejercer 240 mil millones de pesos en los últimos cinco años".

Vino entonces un golpe bien sustentado de Máynez, indicando que, de acuerdo con el Coneval, las personas con carencia en servicios de salud "pasaron de ser 1.8 millones de 2.6 millones" en la Ciudad de México, durante el gobierno de Sheinbaum. Y, enseguida, le dio otro a Gálvez, refiriendo que su tarjeta de salud (idéntica, hay que decirlo, a la que se usó en Colombia como esquema para privatizar la salud pública) era una calca del programa de vales del gobierno peñanietista, que se gastó "2.8 millones en surtir 17 vales".

Gálvez perdió los estribos y le dijo a Jorge: "Usted perteneció a ese sistema que tanto crítica, así que bajele un poquito". Patético, porque es una aceptación implícita de que Xóchitl defiende ese sistema que no sirvió.

La respuesta de Claudia para Máynez arrancó con una táctica que usó todo el debate, consistente en usar verdades a medias. Así, mostró una gráfica de una encuesta del Inegi en 2015, sobre la satisfacción en servicios de salud, la cual refería un 47% con el Seguro Popular, frente a 57.9% con el IMSS Bienestar. Enseguida, apuntó: "Vamos por buen camino".

Sheinbaum estuvo mejor cuando hizo ver que el modelo de Gálvez implicaba "la privatización de los servicios de salud, (que) ya se probó en muchos lugares del mundo y no solo no ha funcionado, sino que se ha convertido en centro de la corrupción, que es lo que pasó, en buena parte, con el Seguro Popular".

López San Martín, en su única intervención fuera de su tarea específica, indicó que en el gobierno lopezobradorista aumentó a 50.4 millones la cifra de personas en carencia de servicios de salud. Claudia respondió igual, con una verdad a medias, diciendo que "esa encuesta de Coneval (...) preguntó sobre el Insabi (...) y nadie lo conocía (en ese momento). Hoy ya hay un sistema de salud", pasando por alto que lo que se discutía era la cifra de personas con carencia en servicios de salud y no su opinión de estos. Es decir, ante la cifra de manzanas, Sheinbaum la refutó con una de papayas.

Gálvez le reviró a la morenista: "Sería muy importante preguntarle a las personas que murieron (sic)... a los familiares de personas que murieron por falta de medicamentos".

Máynez le dio, enseguida, una de las mejores reviradas a la prianista, por su intervención anterior: "Qué bueno que la gente conozca el verdadero rostro de Xóchitl... me extraña el ataque contra Dante, a Dante nunca lo han visto con Lamborghinis, como al mejor amigo de Xóchitl: 'Alito' Moreno... o a Paco Cienfuegos, presente hoy en el auditorio, acusado de tener dinero en paraísos fiscales". La hidalguense se quedó callada.

Sheinbaum regresó entonces con una serie de generalidades como supuestas respuestas a los problemas de salud, argumentando que propiciará "la atención los 365 días del año", una verdadera tontería, pues en los hospitales públicos, desde hace décadas, ya existe esa atención 24/7. Luego, otra propuesta suya para mejorar la salud fue "empoderar a las enfermeras", lo cual sonó, más bien, a la típica promesa cilindrera que se hacía a los obreros de mejorar sus condiciones. Otro planteamiento fue abrir "centros de toma de muestras", cuando el problema en los laboratorios públicos no es la toma de muestras, sino la tardanza en entregar los resultados. Y ya para completar el cuadro salió con abrir "farmacias del Bienestar".

Claudia abrió el siguiente tema, que era educación. Salió con la clásica de dar más becas y le puso un puyazo al Prian, recordando "las estancias infantiles de Calderón, que eran bastante corruptas".

Y ahí empezó Xóchitl a usar la típica de los candidatos hechos por la OSF: lucrar con los muertos. La mismita estrategia desesperada que usó Robert O'Rourke, en las elecciones texanas de 2022, de querer usar de arma arrojadiza la tragedia de Uvalde... no entienden que eso no es ético, ni bien visto, salvo por sus fanáticos... que no alcanzan para ganar ninguna elección.

"A Claudia se le olvidó hablar del colegio Rebsamen... un año antes, tú tenías los elementos para clausurar ese colegio y no lo hiciste... (este documento) prueba que tenías los elementos y, si lo hubieras hecho, aquí estarían esos niños y sus maestros", indicó Gálvez.

Y Sheinbaum reviró: "El caso Rebsamen, como otros que seguramente sacará la candidata Xóchitl, los he aclarado. Lo que es deleznable es lucrar con el dolor de las personas. Nunca seremos así". Máynez también afeó a Xóchitl por "lucrar con el Rebsamen" y le pusó otra banderilla: "En el gobierno de Fox, dedicaron 24 mil millones de pesos a Enciclomedia y se desviaron 11 mil millones de pesos". Gobierno del cual, hay que recordar, formaba parte Gálvez.

Agarrándose de cualquier clavo ardiente, Gálvez se regresó al tema de salud y le recordó a Sheinbaum que se usó ivermectina para tratar a enfermos de Covid-19, algo que, hay que decir, hicieron varios gobiernos en el mundo, en la desesperada por hallar una cura o algo que combatiera al virus. Xóchitl dijo: "Le diste un medicamento para piojos a los enfermos de Covid-19, cuando no existía sustento científico ¿Cómo trataste a seres humanos como animales de laboratorio?".

"La Ciudad de México perdió nueve años de esperanza de vida. Y los datos que nos acaban de dar es que se murieron 240 mil personas que no debieron morirse", dijo Gálvez, sin citar ninguna fuente.

Sheinbaum no le quiso entrar al Covid-19, ni a la ivermectina, aunque dijo que lo haría, porque, indudablemente, el 'Doctor muerte', López Gatell, es demasiada losa. Así que se devolvió a terreno favorable y fustigó, otra vez, la tarjeta de salud que propone Gálvez: "No sé con cuál dinero va a poder pagar los medicamentos en instituciones privadas (...) lo que además, como ya dijimos, genera una enorme corrupción". Y le puso otro 'piquetito': "Iba a donar su departamento al colegio Salesiano, y no solamente no lo donó, sino que lo vendió a la sobrina de Felipe Calderón".

Enseguida, dio un buen golpe al recordar que "se cerraron durante todo el periodo neoliberal los accesos a estudiar medicina... (por eso) no hay suficientes médicos especialistas".

Y Máynez le dio otro buen 'uppercut' a la candidata prianista: "Estas son las iniciativas de Xóchitl Gálvez en materia educativa. En sus más de cinco años como senadora: cero".

Además, hizo una buena propuesta, al indicar que pagará la mejora al sistema de salud recaudando "lo que hoy no se recauda", poniendo como ejemplo a las empresas tabacaleras, "a las que prácticamente el gobierno subsidia, pagando más de 100 mil millones de pesos en enfermedades relacionadas al tabaco".

Gálvez respondió que si había donado el famoso departamento, a lo que Sheinbaum contestó: "Segunda mentira de la candidata del PRIAN (que dice que si donó el departamento) Basta ver sus declaraciones patrimoniales cuando estuvo en el Senado. Inclusive, una de sus empresas no está mencionada en su declaración patrimonial, aunque está en el Registro Público de Comercio".

Xóchitl argumentaría después que esa empresa no funcionó, lo cual es mentira, pues, si una empresa se halla en el RPC, es que si existe.

Luego, la candidata panista tropezó, al decir que las escuelas de tiempo completo "son de las cosas que funcionaban más o menos" en el pasado. No cabe duda, el subconsciente traiciona.

Llegó entonces el tema de cómo es que las aspirantes y el aspirante combatirían la corrupción en los contratos para obras públicas.

Sheinbaum dijo "vamos a seguir con la austeridad republicana", le reclamó a Maerker su moderación y salió con una de las frases hechas de su creador: "En este gobierno ya no hay corrupción entre el poder económico y el poder político".

Luego, habló de que creará la Agencia Nacional Anticorrupción, queriendo darle credibilidad diciendo que era idea de Juan Ramón de la Fuente, cuando dicho personaje ya no es, ni de lejos, referente de probidad, desde que aceptó la chambita de ser embajador del gobierno morenista en la ONU, donde también ha dado cada desbarrada. Este Juan Ramón no es, ni de lejos, el de hace 20 o 12 años.

Pero, después, le dio uno de sus mejores golpes a Xóchitl, al afirmar: "Lo peor, además de ser corruputa, es ser corrupta y ser mentirosa ¿Saben por qué defienden tanto el INAI? Porque la candidata del PRIAN ha recibido contratos desde 2013. El último fue en 2023". Estocadón.

Maerker, tras esa intervención, suspiró ¿Cómo? ¿Su corazón es 'xochilover'?

Xóchitl siguió el pleito con Claudia: "Este gobierno que tú representas sacó el pañuelito blanco, diciendo que la corrupción se había terminado. Por eso, voy a tirar el pañuelito blanco y voy a aplicar la ley. Tu plan 'C' es de corrupción". Y luego salió con una frase que han dicho tooodos los políticos cuando quieren hacerse los honestos. "La transparencia será una caja de cristal". Caray, ¿es que no hay nada nuevo? Y por eso cobran millones dizque asesores.

Máynez dio, entonces, una de sus mejores intervenciones: "(Los contratos de obra pública) hay que asignarlos por licitaciones abiertas. Una de las cosas que prometió el actual gobierno es pasar de un sistema de adjudicaciones a uno de licitaciones. No lo hizo. Hay que hacer también un 3 de 3 para las empresas que son proveedores del gobierno. Basta de las empresas que se enriquecen porque pagaron una campaña política, llena de espectaculares, y por eso tienen esos contratos".

Y remató: "Si las candidatas empezaron las campañas meses antes de que fueran permitidas, imagínense cómo van a cumplir con la ley".

Xóchitl fue, entonces, por un territorio más acertado, el cual, increíblemente, luego se guardó, al decirle a Claudia: "El Presidente te puso ahí y te dijo 'corcholata', pero lo que quiere es que seas tapadera de los sobres amarillos".

Sheinbaum se quedó callada y, en una de sus peores intervenciones, citó sus premios por el tema de transparencia, incluyendo uno de "Transparencia Mexicana, una de las organizaciones que no es precisamente fan de la Cuarta Transformación", para luego salir con otra frase hecha: "Para gobernar con honestidad, hay que ser honesto".

Fue entonces que Máynez hilvanó varias intervenciones magistrales, para decir que "una empresa que representa conflicto de interés", Hi Tec Services, donde Gálvez participa, "ha tenido más de una decena de contratos".

Después, Máynez recordó el lamentabilísimo reparto de cargos, incluyendo de organismos supuestamente autónomos, que PRI y PAN habían acordado en Coahuila, mismo que le reclamó Marko Cortés, el presidente del azul, al gobernador de aquella entidad, buscando presionar, públicamente, para que le entregara a su partido la candidatura para la presidencia municipal de Torreón: "Que bueno que Manolo Jiménez lo mandó por un tubo".

Luego, puyeó, aunque tenuemente, los tratos de los impresentables vástagos del presidente, al recordar "cuando se involucra indebidamente a los hijos... suceden este tipo de cosas".

Volvió sobre Gálvez para recordar que la corrupción actual "es lo mismo que sucedió en el sexenio de Fox y no escuchamos la misma vehemencia", indicando que es imperdonable el "criminal de Gatell" y se debe investigar, "pero también a Peña Nieto... no hay que ser selectivos en el combate a la corrupción".

A partir de ese momento, Claudia empezó a verse inconexa y cansada ¿Estaba enferma?

Gálvez enarboló, como su 'gran' propuesta contra la corrupción, que "se elimine el contacto entre las personas", apostando por los trámites digitales, en una expresión asquerosamente whitexican, olvidando que, allá en la sierra de Guerrero, o en los altos de Chiapas, no hay iPhones, ni Internet.

Luego, hizo una crítica al portal de transparencia de la administración capitalina: "Métanse al portal del Tianguis Digital a ver si pueden ver cuántos contratos ha adjudicado el gobierno de Sheinbaum... es imposible".

Y a seguir lucrando con los muertos para pegarle a Claudia: "La Línea 12 es otro caso de impunidad... el estudio de BNB dijo que una de las causas era el mantenimiento, y era tu responsabilidad... Yo te llamaría 'La dama de hielo'... el ingeniero Slim dijo que el metro se cayó por falta de mantenimiento".

Mucho mejor cuando le preguntó a Claudia: "¿Investigaría a los hijos del Presidente, a sus primos?".

Claudia mostró su primera respuesta temerosa: "Si tiene pruebas, que las presente ante el Ministerio Público". No sería la primera, ni la más lamentable.

Gálvez se le fue encima, al exponer una empresa favorita en el gobierno de Sheinbaum: "¿Saben cuántos contratos ha ganado grupo Indi? 65 contratos... (suman) 66 mil millones"

Máynez volvió a señalar al par: "Todos vimos el despilfarro, el derroche (en las precampañas de Claudia y Xóchitl). Difunden notas donde se supone que yo he gastado más en precampañas"

Claudia dio su último buen golpe: "El candidato del PAN en la Ciudad de México es parte del Cártel Inmobiliario, que ella defiende. Yo vivo en un departamento rentado. Ella (Xóchitl) vive en una casa del cártel inmobiiliario". Xóchitl se calló.

Aunque luego, volvió a la propaganda: "Hoy tenemos un presidente honesto. Nunca podrán decir lo mismo de los presidentes del Prian, que representa la candidata".

Máynez le hizo otro recordatorio a Xóchitl sobre su silencio en torno a la corrupción el gobierno foxista, del cual hizo parte, lamentando que los panistas "hayan visto en programas tecnológicos como Enciclomedia, una oportunidad más para la corrupción".

Xóchitl dijo que "lo que quiere Claudia es llevarse al Ministerio Público a Palacio Nacional" con su plan anticorrupción. Enseguida, afirmó que "hay una información de los Panamá Papers, donde tu familia tiene tres empresas en paraísos fiscales. Y el abogado (que les ayudó) estaba vinculado con el crimen organizado". Claudia se limitó a decir que era falso.

DESCONEXIÓN, DESESPERACIÓN

Claudia bajó aún más el ritmo. Xóchitl empezó a dar golpes desesperados. Y Máynez, poco a poco, se convirtió en el Ricardo Anaya de 2024: un niño que hace su tarea y la presenta, pero no despierta ninguna emoción.

Más afirmaciones sin pruebas. Gálvez dijo que "Claudia me invitó a ser City Manager de la Ciudad de México". Algo inverosímil, pues Xóchitl ya era senadora del PAN cuando Sheinbaum estaba en la transición hacia la jefatura de gobierno.

Vino, entonces, un problema con el reloj y Claudia, buscando algo como lo de 'Riqui Riquín Canallín' dijo "hasta la bolsa de tiempo se la quiere robar la candidata del Prian". No pasó nada. No causó gracia.

Volvió, ya después, a la presunción: "La única que tiene resultados en transparencia y cómbate a la corrupción soy yo".

Apareció el tema de violencia contra las mujeres y, diciendo una mentira clamorosa, Sheinbaum afirmó que "en la Ciudad de México, feminicidio que se comete, feminicidio que se castiga. Es decir, cero impunidad".

Máynez la exhibió: "La tasa de feminicidio subió de 0.97 a 1.22 por cada 100 mil habitantes". Y le recordó que gobernar al país implica "construir realidades, no ganar premios".

Y Xóchitl también: "¿De cuáles resultados habla Claudia? (La CDMX es) primer lugar en desapariciones (de mujeres)"

Pero Gálvez naufragó a la hora de proponer. Queriéndole hablar al público más ultramontano del PAN salió con que "nosotros creemos que Dios, la mejor manera de honrarlo, es sirviendo a los demás" (sic). Luego, dijo que iba a enviar delitos menores a la justicia cívica, una invención de la Open Society Foundations, impuesta por los gobiernos del Partido Demócrata de los Estados Unidos, que solamente ha generado impunidad.

Llegaron al tema de migración. El naufragio aumentó. Sheinbaum, básicamente, le aventó la responsabilidad a Estados Unidos y planteó la ridícula e irrealizable propuesta de AMLO de que el vecino país destine un porcentaje de lo que se dedica al "armamentismo" -es decir, al gasto en defensa nacional- a migración.

Ante la pregunta de San Martín sobre qué haría ante la trata de niñas y niños, ¡planteó becas!. Y luego, hueca de propuestas sobre migración, dijo "vamos a hablar de los programas sociales" y se pasó el formato por el arco del triunfo. Horror claudiano.

Xóchitl no estuvo mejor. "Yo creo que los migrantes pueden ser una oportunidad de crecimiento económico", dijo. Traducción: Vamos a usar a los migrantes como mano de obra barata.

Luego, en otro apego al guion del OSF, aliada del narco y reacia al estado de derecho, salió con que "hay que regresar al Ejército a las actividades que le competen en la Constitución".

Y desesperada, enloquecida, le asestó a Sheinbaum: "No eres AMLO. No tienes ni su carisma". Es verdad. Pero Gálvez carece de cualquier carisma, por más que la quieran hacer simpática y entrañable.

Luego, Máynez tropezó y mostró volteado un screenshot de Twitter, al estilo de lo que hizo AMLO en 2012. Solamente que López Obrador lo hizo por accidente ¿Lo de Máynez fue a propósito, buscando otro momento así? Es que Máynez se asomó y vio la cartulina volteada y no la corrigió.

Después, afirmó que enfrentaría la migración con un "modelo de derechos humanos", sin detallar cómo, para luego hacer una valiosa afirmación: "Hay que tenerle respeto a las Fuerzas Armadas, porque lo único que han hecho es enfrentar aquello de lo que el poder político, cobarde, abdicó de su responsabilidad de (enfrentar)".

Sheinbaum se encaramó a la propuesta de Morena para reformar el sistema de pensiones, consistente en echar atrás las leyes de 1997 y 2007 "de los partidos que defienden a la candidata del Prian". Es decir, las Afores, tan nocivas para trabajadoras y trabajadores.

Gálvez, para entonces, ya estaba completamente perdida. Para resolver el problema de la violencia contra las mujeres, dijo que se necesitaba "ponerles abogados", cuando eso ya se puede hacer a través de la defensoría pública. Totalmente ida, dijo luego que mejor no, que para abordar esos casos "hay que ir hacia la justicia cívica... (porque) a veces, con el juez de la comunidad, es más fácil comprometer al hombre" ¡Claro! Si en la justicia por acuerdos es imposible que alguien responda por un choque de automóvil, ahora, con que un hombre golpeador sea regañado por un juez calificador, pues ya se va a redimir. Perdón la palabra, pero qué pendejada.

Luego, su solución para controlar la violencia de las armas es "trabajar en la salud mental". Otra receta del Partido Demócrata, como si, con psicólogos, los malandros de las colonias fuese a entregar sus 'escuadras'.

Y ya obsesionada en defender al pasado, dijo que "en todos los partidos políticos hay gente buena y mala. Generalizar me parece malo".

¿Alguien recuerda a una gente buena del PRI o el PAN?

Sheinbaum no estuvo mejor. Dijo que para pagar los nuevos programas sociales "alcanza con el presupuesto", aunque dio un buen pellizco a Xóchitl recordando que "en noviembre de 2022 la candidata del Prian dijo que los programas sociales deben ser temporales".

Pero luego, repuntó. Y en la única propuesta lógica que hizo en todo el debate, dijo que fortalecería el derecho de las y los jóvenes a la vivienda con una reforma a la Constitución, "para que sea el propio Infonavit construya las viviendas". En efecto, cuando el Infonavit dejó de construir casas, durante el sexenio de Salinas, vino el encarecimiento, salvaje, de la vivienda, por el negocio leonino, bestial, de las constructoras e inmobiliarias

Resaltó, en cuanto a la violencia hacia las mujeres que en su gobierno "hicimos una Ley que se llama 'El agresor sale de casa'. Siempre me plantee por qué la mujer tiene que ir a un refugio. El que tiene que salir de casa es el agresor".

Y reviró a Xóchitl: "La candidata del Prian llegó por un pacto corrupto firmado en Coahuila".

Enseguida, otra frase hecha: "Nosotros construimos derechos, no privilegios. Personas, no mercancías, que fue la máxima del periodo neoliberal".

Máynez también ya daba una de cal y una de arena. Se presentó con Lengua de Señas, algo resaltable, si bien parece que se aprendió solamente unas palabras para apantallar. Luego, dijo que "las mujeres trabajan en México 40 horas no remuneradas (en el hogar). Prácticamente es una jornada laboral más", pero se quedó en el dato. Volvió sobre Claudia al decir que "los premios no son resultados". Y recordó que, en cuanto a las terapias de conversión "la candidata del PAN se opuso, argumentando un tema de redacción". Enseguida, elogió "lo que hizo Ebrard en materia de armas, (que) me parece positivo. Hay que tener un entendimiento con Estados Unidos en ese tema".

Claudia reapareció en pantalla respondiendo a una pregunta sobre las agresiones a las personas Trans, diciendo "estamos totalmente en contra de cualquier forma de discriminación". Hasta ahí.

Despuecito, una perogrullada, diciendo: "Las personas no migran por gusto, migran por necesidad. Y hay que atender esas necesidades". Y otra vez con que "hay que seguir insistiendo con Estados Unidos". Y si Estados Unidos no quiere, pues a jodernos tod@s ¿No?

Luego, vino la respuesta más lamentable de Claudia y el recordatorio de que el empoderamiento político de las mujeres no le sirve de nada a las mujeres de a pie, pues ante la pregunta de si apoyaría el aborto, dijo que "la Suprema Corte ya lo decidió". Y a evadirse, diciendo que se necesitaba un "sistema nacional de cuidados" y "fortalecer las autonomías de las mujeres" ¿Y eso qué, Claudia? Eso no le resuelve nada a una niña de 15 años que está embarazada y no quiere ser mamá...

Máynez la exhibió nuevamente: "No tengo miedo de pronunciarme a favor del derecho a las mujeres de no ser encarceladas por una decisión sobre su cuerpo". Lo malo es que, después, en un cliché, elogió a las candidatas "a quienes les costó infinitamente más llegar aqui". Y desfasado en temática, aunque acertado, evocó que en el gobierno de Peña Nieto "9 mil 700 maestros fueron despedidos injustamente con la Reforma Educativa", para luego decir algo muy veraz: "Son los primeros que deben combatir el bullying"

Luego vino una rara pregunta de Maerker, que pareció un pase a gol para Xóchitl, al preguntar si se sometería al polígrafo para demostrar la veracidad de lo que dice, y bueno, obviamente Gálvez dijo que si, pese a que está demostrado que dicha técnica es falseable y no demuestra absolutamente nada. Luego salió con que combatiría la violencia hacia las mujeres "a través de los alcaldes", es decir, aventándoles la responsabilidad ¡Y eso que aún no es presidenta! Y ya a patear el bote. Después dijo que apoyaría con refugios y dinero a las mujeres violentadas, pero que dicho respaldo "no será para siempre". Otra traicionada de subconsciente de Xóchitl...

Vino la despedida. Deseable, la verdad. Sheinbaum se despidió con una frase hecha: "A diferencia del pasado neoliberal, donde se definía que había que regar la economía de arriba hacia abajo, que nunca sucedió, hoy regamos la economía desde abajo". Sin embargo, luego recitó las cifras macroecónomicas positivas del gobierno morenista. Y ahí si, ni cómo refutarle.

Máynez sacó una cartulina que decía "Gracias" y recordó la exclusión de Samuel García: "Aunque la vieja política hizo de todo para que MC no estuviera en la boleta, y estamos demostrando por qué no (lo) querían. Este país no va a cambiar con un nuevo presidente o un nuevo partido. Lo vamos a cambiar todos. No quiero ser el mejor presidente de México sino el presidente del mejor México".

Después, Xóchitl sacó una bandera doblada, apeló al patrioterismo más predecible y recitó sus supuestas cualidades. Enseñó la bandera a la cámara y dijo que la defenderá "nos cobijará en unidad. Voy a defender a México". Lo malo fue que no la defendió cuando fue funcionaria panista ¿Cómo creerle ahora, eh?

En conclusión, los morenistas dirán que Sheinbaum arrasó, pese a que se vio gris y cuidando su ventaja. Gálvez lució desesperada y es imposible ponderar las acusaciones que hace alguien que está postulada por tres partidos hipercorruptos, y cuando ella formó parte de un panismo ultracorrupto. Las mujeres, además, queda claro, no le importan. Solamente las usa.

Y Máynez sería creíble si no fuera porque es un candidato que sale dando sus propuestas, en redes, con cerveza servida.

Resumen: un debate que fue una fabulosa invitación para que anulemos nuestro voto...

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com

Decepcionante. Es la palabra más exacta para definir el primer debate entre las candidatas y el candidato a la presidencia. Fue un show lamentable, patético, burdo, una tragicomedia de mentiras protagonizada por dos señoras enojadas y un señor que fue a divertirse, como quien anima el cotarro de una junta de vecinos. De los moderadores, la peor fue Denise Maerker, quien ya perdió el toque mágico sin estar a diario en televisión. Manuel López San Martín, de quien tanto temía Morena, ni se notó, lo cual es excelente, porque, justamente, el moderador debe ser 'invisible'.

La organización fue pésima. Los relojes que marcaban el tiempo para que cada candidat@ hablará estuvieron fallando y al INE se le olvidó incluir una ronda para que cada aspirante se presentara, 'pequeñísimo' detalle.

Aquí, el análisis a detalle del vodevil

LUCHA EN LODO

Durante la primera hora, el debate fue una lucha en lodo. Sheinbaum y Gálvez se atacaron y contraatacaron, poniendo escasa atención al formato y a las preguntas de los moderadores. Jorge Álvarez Máynez dio sus 'jabs' para ambos lados y, al final, cuando la morenista dejó peleando sola a Xóchitl y esta se mostraba enloquecida, el emecista se vio como el más centrado y serio.

La primera pregunta fue sobre el fortalecimiento del sistema de salud, aunque, específicamente sobre el camino para mejorarlo y la forma de financiar eso. Sheinbaum respondió con la generalidad de "fortalecer el sistema de salud pública", y ante la insistencia de Maerker sobre el cómo financiarlo, la morenista se concretó a decir "tenemos el presupuesto para poderlo hacer"...

La respuesta de Máynez fue que plantearía un sistema "financiado equitativamente y no solo por unos cuantos empresarios". Enigmática, sin duda, pero que parecería atisbar una privatización.

Gálvez empezó sus ataques, afirmando que "Claudia Shienbaum te viene a ofrecer que sigan los abrazos a los delincuentes, que siga la falta de medicamento" y, enseguida, en lo que sería adelanto de su 'leitmotiv' durante todo el debate, consistente en hacer ver que la época en que gobernaron PRI y PAN fue un paraíso, refirió que haría un nuevo Seguro Popular y, frente a la insistencia de cómo lo pagaría, salió con que "dinero hay. Este gobierno dejó de ejercer 240 mil millones de pesos en los últimos cinco años".

Vino entonces un golpe bien sustentado de Máynez, indicando que, de acuerdo con el Coneval, las personas con carencia en servicios de salud "pasaron de ser 1.8 millones de 2.6 millones" en la Ciudad de México, durante el gobierno de Sheinbaum. Y, enseguida, le dio otro a Gálvez, refiriendo que su tarjeta de salud (idéntica, hay que decirlo, a la que se usó en Colombia como esquema para privatizar la salud pública) era una calca del programa de vales del gobierno peñanietista, que se gastó "2.8 millones en surtir 17 vales".

Gálvez perdió los estribos y le dijo a Jorge: "Usted perteneció a ese sistema que tanto crítica, así que bajele un poquito". Patético, porque es una aceptación implícita de que Xóchitl defiende ese sistema que no sirvió.

La respuesta de Claudia para Máynez arrancó con una táctica que usó todo el debate, consistente en usar verdades a medias. Así, mostró una gráfica de una encuesta del Inegi en 2015, sobre la satisfacción en servicios de salud, la cual refería un 47% con el Seguro Popular, frente a 57.9% con el IMSS Bienestar. Enseguida, apuntó: "Vamos por buen camino".

Sheinbaum estuvo mejor cuando hizo ver que el modelo de Gálvez implicaba "la privatización de los servicios de salud, (que) ya se probó en muchos lugares del mundo y no solo no ha funcionado, sino que se ha convertido en centro de la corrupción, que es lo que pasó, en buena parte, con el Seguro Popular".

López San Martín, en su única intervención fuera de su tarea específica, indicó que en el gobierno lopezobradorista aumentó a 50.4 millones la cifra de personas en carencia de servicios de salud. Claudia respondió igual, con una verdad a medias, diciendo que "esa encuesta de Coneval (...) preguntó sobre el Insabi (...) y nadie lo conocía (en ese momento). Hoy ya hay un sistema de salud", pasando por alto que lo que se discutía era la cifra de personas con carencia en servicios de salud y no su opinión de estos. Es decir, ante la cifra de manzanas, Sheinbaum la refutó con una de papayas.

Gálvez le reviró a la morenista: "Sería muy importante preguntarle a las personas que murieron (sic)... a los familiares de personas que murieron por falta de medicamentos".

Máynez le dio, enseguida, una de las mejores reviradas a la prianista, por su intervención anterior: "Qué bueno que la gente conozca el verdadero rostro de Xóchitl... me extraña el ataque contra Dante, a Dante nunca lo han visto con Lamborghinis, como al mejor amigo de Xóchitl: 'Alito' Moreno... o a Paco Cienfuegos, presente hoy en el auditorio, acusado de tener dinero en paraísos fiscales". La hidalguense se quedó callada.

Sheinbaum regresó entonces con una serie de generalidades como supuestas respuestas a los problemas de salud, argumentando que propiciará "la atención los 365 días del año", una verdadera tontería, pues en los hospitales públicos, desde hace décadas, ya existe esa atención 24/7. Luego, otra propuesta suya para mejorar la salud fue "empoderar a las enfermeras", lo cual sonó, más bien, a la típica promesa cilindrera que se hacía a los obreros de mejorar sus condiciones. Otro planteamiento fue abrir "centros de toma de muestras", cuando el problema en los laboratorios públicos no es la toma de muestras, sino la tardanza en entregar los resultados. Y ya para completar el cuadro salió con abrir "farmacias del Bienestar".

Claudia abrió el siguiente tema, que era educación. Salió con la clásica de dar más becas y le puso un puyazo al Prian, recordando "las estancias infantiles de Calderón, que eran bastante corruptas".

Y ahí empezó Xóchitl a usar la típica de los candidatos hechos por la OSF: lucrar con los muertos. La mismita estrategia desesperada que usó Robert O'Rourke, en las elecciones texanas de 2022, de querer usar de arma arrojadiza la tragedia de Uvalde... no entienden que eso no es ético, ni bien visto, salvo por sus fanáticos... que no alcanzan para ganar ninguna elección.

"A Claudia se le olvidó hablar del colegio Rebsamen... un año antes, tú tenías los elementos para clausurar ese colegio y no lo hiciste... (este documento) prueba que tenías los elementos y, si lo hubieras hecho, aquí estarían esos niños y sus maestros", indicó Gálvez.

Y Sheinbaum reviró: "El caso Rebsamen, como otros que seguramente sacará la candidata Xóchitl, los he aclarado. Lo que es deleznable es lucrar con el dolor de las personas. Nunca seremos así". Máynez también afeó a Xóchitl por "lucrar con el Rebsamen" y le pusó otra banderilla: "En el gobierno de Fox, dedicaron 24 mil millones de pesos a Enciclomedia y se desviaron 11 mil millones de pesos". Gobierno del cual, hay que recordar, formaba parte Gálvez.

Agarrándose de cualquier clavo ardiente, Gálvez se regresó al tema de salud y le recordó a Sheinbaum que se usó ivermectina para tratar a enfermos de Covid-19, algo que, hay que decir, hicieron varios gobiernos en el mundo, en la desesperada por hallar una cura o algo que combatiera al virus. Xóchitl dijo: "Le diste un medicamento para piojos a los enfermos de Covid-19, cuando no existía sustento científico ¿Cómo trataste a seres humanos como animales de laboratorio?".

"La Ciudad de México perdió nueve años de esperanza de vida. Y los datos que nos acaban de dar es que se murieron 240 mil personas que no debieron morirse", dijo Gálvez, sin citar ninguna fuente.

Sheinbaum no le quiso entrar al Covid-19, ni a la ivermectina, aunque dijo que lo haría, porque, indudablemente, el 'Doctor muerte', López Gatell, es demasiada losa. Así que se devolvió a terreno favorable y fustigó, otra vez, la tarjeta de salud que propone Gálvez: "No sé con cuál dinero va a poder pagar los medicamentos en instituciones privadas (...) lo que además, como ya dijimos, genera una enorme corrupción". Y le puso otro 'piquetito': "Iba a donar su departamento al colegio Salesiano, y no solamente no lo donó, sino que lo vendió a la sobrina de Felipe Calderón".

Enseguida, dio un buen golpe al recordar que "se cerraron durante todo el periodo neoliberal los accesos a estudiar medicina... (por eso) no hay suficientes médicos especialistas".

Y Máynez le dio otro buen 'uppercut' a la candidata prianista: "Estas son las iniciativas de Xóchitl Gálvez en materia educativa. En sus más de cinco años como senadora: cero".

Además, hizo una buena propuesta, al indicar que pagará la mejora al sistema de salud recaudando "lo que hoy no se recauda", poniendo como ejemplo a las empresas tabacaleras, "a las que prácticamente el gobierno subsidia, pagando más de 100 mil millones de pesos en enfermedades relacionadas al tabaco".

Gálvez respondió que si había donado el famoso departamento, a lo que Sheinbaum contestó: "Segunda mentira de la candidata del PRIAN (que dice que si donó el departamento) Basta ver sus declaraciones patrimoniales cuando estuvo en el Senado. Inclusive, una de sus empresas no está mencionada en su declaración patrimonial, aunque está en el Registro Público de Comercio".

Xóchitl argumentaría después que esa empresa no funcionó, lo cual es mentira, pues, si una empresa se halla en el RPC, es que si existe.

Luego, la candidata panista tropezó, al decir que las escuelas de tiempo completo "son de las cosas que funcionaban más o menos" en el pasado. No cabe duda, el subconsciente traiciona.

Llegó entonces el tema de cómo es que las aspirantes y el aspirante combatirían la corrupción en los contratos para obras públicas.

Sheinbaum dijo "vamos a seguir con la austeridad republicana", le reclamó a Maerker su moderación y salió con una de las frases hechas de su creador: "En este gobierno ya no hay corrupción entre el poder económico y el poder político".

Luego, habló de que creará la Agencia Nacional Anticorrupción, queriendo darle credibilidad diciendo que era idea de Juan Ramón de la Fuente, cuando dicho personaje ya no es, ni de lejos, referente de probidad, desde que aceptó la chambita de ser embajador del gobierno morenista en la ONU, donde también ha dado cada desbarrada. Este Juan Ramón no es, ni de lejos, el de hace 20 o 12 años.

Pero, después, le dio uno de sus mejores golpes a Xóchitl, al afirmar: "Lo peor, además de ser corruputa, es ser corrupta y ser mentirosa ¿Saben por qué defienden tanto el INAI? Porque la candidata del PRIAN ha recibido contratos desde 2013. El último fue en 2023". Estocadón.

Maerker, tras esa intervención, suspiró ¿Cómo? ¿Su corazón es 'xochilover'?

Xóchitl siguió el pleito con Claudia: "Este gobierno que tú representas sacó el pañuelito blanco, diciendo que la corrupción se había terminado. Por eso, voy a tirar el pañuelito blanco y voy a aplicar la ley. Tu plan 'C' es de corrupción". Y luego salió con una frase que han dicho tooodos los políticos cuando quieren hacerse los honestos. "La transparencia será una caja de cristal". Caray, ¿es que no hay nada nuevo? Y por eso cobran millones dizque asesores.

Máynez dio, entonces, una de sus mejores intervenciones: "(Los contratos de obra pública) hay que asignarlos por licitaciones abiertas. Una de las cosas que prometió el actual gobierno es pasar de un sistema de adjudicaciones a uno de licitaciones. No lo hizo. Hay que hacer también un 3 de 3 para las empresas que son proveedores del gobierno. Basta de las empresas que se enriquecen porque pagaron una campaña política, llena de espectaculares, y por eso tienen esos contratos".

Y remató: "Si las candidatas empezaron las campañas meses antes de que fueran permitidas, imagínense cómo van a cumplir con la ley".

Xóchitl fue, entonces, por un territorio más acertado, el cual, increíblemente, luego se guardó, al decirle a Claudia: "El Presidente te puso ahí y te dijo 'corcholata', pero lo que quiere es que seas tapadera de los sobres amarillos".

Sheinbaum se quedó callada y, en una de sus peores intervenciones, citó sus premios por el tema de transparencia, incluyendo uno de "Transparencia Mexicana, una de las organizaciones que no es precisamente fan de la Cuarta Transformación", para luego salir con otra frase hecha: "Para gobernar con honestidad, hay que ser honesto".

Fue entonces que Máynez hilvanó varias intervenciones magistrales, para decir que "una empresa que representa conflicto de interés", Hi Tec Services, donde Gálvez participa, "ha tenido más de una decena de contratos".

Después, Máynez recordó el lamentabilísimo reparto de cargos, incluyendo de organismos supuestamente autónomos, que PRI y PAN habían acordado en Coahuila, mismo que le reclamó Marko Cortés, el presidente del azul, al gobernador de aquella entidad, buscando presionar, públicamente, para que le entregara a su partido la candidatura para la presidencia municipal de Torreón: "Que bueno que Manolo Jiménez lo mandó por un tubo".

Luego, puyeó, aunque tenuemente, los tratos de los impresentables vástagos del presidente, al recordar "cuando se involucra indebidamente a los hijos... suceden este tipo de cosas".

Volvió sobre Gálvez para recordar que la corrupción actual "es lo mismo que sucedió en el sexenio de Fox y no escuchamos la misma vehemencia", indicando que es imperdonable el "criminal de Gatell" y se debe investigar, "pero también a Peña Nieto... no hay que ser selectivos en el combate a la corrupción".

A partir de ese momento, Claudia empezó a verse inconexa y cansada ¿Estaba enferma?

Gálvez enarboló, como su 'gran' propuesta contra la corrupción, que "se elimine el contacto entre las personas", apostando por los trámites digitales, en una expresión asquerosamente whitexican, olvidando que, allá en la sierra de Guerrero, o en los altos de Chiapas, no hay iPhones, ni Internet.

Luego, hizo una crítica al portal de transparencia de la administración capitalina: "Métanse al portal del Tianguis Digital a ver si pueden ver cuántos contratos ha adjudicado el gobierno de Sheinbaum... es imposible".

Y a seguir lucrando con los muertos para pegarle a Claudia: "La Línea 12 es otro caso de impunidad... el estudio de BNB dijo que una de las causas era el mantenimiento, y era tu responsabilidad... Yo te llamaría 'La dama de hielo'... el ingeniero Slim dijo que el metro se cayó por falta de mantenimiento".

Mucho mejor cuando le preguntó a Claudia: "¿Investigaría a los hijos del Presidente, a sus primos?".

Claudia mostró su primera respuesta temerosa: "Si tiene pruebas, que las presente ante el Ministerio Público". No sería la primera, ni la más lamentable.

Gálvez se le fue encima, al exponer una empresa favorita en el gobierno de Sheinbaum: "¿Saben cuántos contratos ha ganado grupo Indi? 65 contratos... (suman) 66 mil millones"

Máynez volvió a señalar al par: "Todos vimos el despilfarro, el derroche (en las precampañas de Claudia y Xóchitl). Difunden notas donde se supone que yo he gastado más en precampañas"

Claudia dio su último buen golpe: "El candidato del PAN en la Ciudad de México es parte del Cártel Inmobiliario, que ella defiende. Yo vivo en un departamento rentado. Ella (Xóchitl) vive en una casa del cártel inmobiiliario". Xóchitl se calló.

Aunque luego, volvió a la propaganda: "Hoy tenemos un presidente honesto. Nunca podrán decir lo mismo de los presidentes del Prian, que representa la candidata".

Máynez le hizo otro recordatorio a Xóchitl sobre su silencio en torno a la corrupción el gobierno foxista, del cual hizo parte, lamentando que los panistas "hayan visto en programas tecnológicos como Enciclomedia, una oportunidad más para la corrupción".

Xóchitl dijo que "lo que quiere Claudia es llevarse al Ministerio Público a Palacio Nacional" con su plan anticorrupción. Enseguida, afirmó que "hay una información de los Panamá Papers, donde tu familia tiene tres empresas en paraísos fiscales. Y el abogado (que les ayudó) estaba vinculado con el crimen organizado". Claudia se limitó a decir que era falso.

DESCONEXIÓN, DESESPERACIÓN

Claudia bajó aún más el ritmo. Xóchitl empezó a dar golpes desesperados. Y Máynez, poco a poco, se convirtió en el Ricardo Anaya de 2024: un niño que hace su tarea y la presenta, pero no despierta ninguna emoción.

Más afirmaciones sin pruebas. Gálvez dijo que "Claudia me invitó a ser City Manager de la Ciudad de México". Algo inverosímil, pues Xóchitl ya era senadora del PAN cuando Sheinbaum estaba en la transición hacia la jefatura de gobierno.

Vino, entonces, un problema con el reloj y Claudia, buscando algo como lo de 'Riqui Riquín Canallín' dijo "hasta la bolsa de tiempo se la quiere robar la candidata del Prian". No pasó nada. No causó gracia.

Volvió, ya después, a la presunción: "La única que tiene resultados en transparencia y cómbate a la corrupción soy yo".

Apareció el tema de violencia contra las mujeres y, diciendo una mentira clamorosa, Sheinbaum afirmó que "en la Ciudad de México, feminicidio que se comete, feminicidio que se castiga. Es decir, cero impunidad".

Máynez la exhibió: "La tasa de feminicidio subió de 0.97 a 1.22 por cada 100 mil habitantes". Y le recordó que gobernar al país implica "construir realidades, no ganar premios".

Y Xóchitl también: "¿De cuáles resultados habla Claudia? (La CDMX es) primer lugar en desapariciones (de mujeres)"

Pero Gálvez naufragó a la hora de proponer. Queriéndole hablar al público más ultramontano del PAN salió con que "nosotros creemos que Dios, la mejor manera de honrarlo, es sirviendo a los demás" (sic). Luego, dijo que iba a enviar delitos menores a la justicia cívica, una invención de la Open Society Foundations, impuesta por los gobiernos del Partido Demócrata de los Estados Unidos, que solamente ha generado impunidad.

Llegaron al tema de migración. El naufragio aumentó. Sheinbaum, básicamente, le aventó la responsabilidad a Estados Unidos y planteó la ridícula e irrealizable propuesta de AMLO de que el vecino país destine un porcentaje de lo que se dedica al "armamentismo" -es decir, al gasto en defensa nacional- a migración.

Ante la pregunta de San Martín sobre qué haría ante la trata de niñas y niños, ¡planteó becas!. Y luego, hueca de propuestas sobre migración, dijo "vamos a hablar de los programas sociales" y se pasó el formato por el arco del triunfo. Horror claudiano.

Xóchitl no estuvo mejor. "Yo creo que los migrantes pueden ser una oportunidad de crecimiento económico", dijo. Traducción: Vamos a usar a los migrantes como mano de obra barata.

Luego, en otro apego al guion del OSF, aliada del narco y reacia al estado de derecho, salió con que "hay que regresar al Ejército a las actividades que le competen en la Constitución".

Y desesperada, enloquecida, le asestó a Sheinbaum: "No eres AMLO. No tienes ni su carisma". Es verdad. Pero Gálvez carece de cualquier carisma, por más que la quieran hacer simpática y entrañable.

Luego, Máynez tropezó y mostró volteado un screenshot de Twitter, al estilo de lo que hizo AMLO en 2012. Solamente que López Obrador lo hizo por accidente ¿Lo de Máynez fue a propósito, buscando otro momento así? Es que Máynez se asomó y vio la cartulina volteada y no la corrigió.

Después, afirmó que enfrentaría la migración con un "modelo de derechos humanos", sin detallar cómo, para luego hacer una valiosa afirmación: "Hay que tenerle respeto a las Fuerzas Armadas, porque lo único que han hecho es enfrentar aquello de lo que el poder político, cobarde, abdicó de su responsabilidad de (enfrentar)".

Sheinbaum se encaramó a la propuesta de Morena para reformar el sistema de pensiones, consistente en echar atrás las leyes de 1997 y 2007 "de los partidos que defienden a la candidata del Prian". Es decir, las Afores, tan nocivas para trabajadoras y trabajadores.

Gálvez, para entonces, ya estaba completamente perdida. Para resolver el problema de la violencia contra las mujeres, dijo que se necesitaba "ponerles abogados", cuando eso ya se puede hacer a través de la defensoría pública. Totalmente ida, dijo luego que mejor no, que para abordar esos casos "hay que ir hacia la justicia cívica... (porque) a veces, con el juez de la comunidad, es más fácil comprometer al hombre" ¡Claro! Si en la justicia por acuerdos es imposible que alguien responda por un choque de automóvil, ahora, con que un hombre golpeador sea regañado por un juez calificador, pues ya se va a redimir. Perdón la palabra, pero qué pendejada.

Luego, su solución para controlar la violencia de las armas es "trabajar en la salud mental". Otra receta del Partido Demócrata, como si, con psicólogos, los malandros de las colonias fuese a entregar sus 'escuadras'.

Y ya obsesionada en defender al pasado, dijo que "en todos los partidos políticos hay gente buena y mala. Generalizar me parece malo".

¿Alguien recuerda a una gente buena del PRI o el PAN?

Sheinbaum no estuvo mejor. Dijo que para pagar los nuevos programas sociales "alcanza con el presupuesto", aunque dio un buen pellizco a Xóchitl recordando que "en noviembre de 2022 la candidata del Prian dijo que los programas sociales deben ser temporales".

Pero luego, repuntó. Y en la única propuesta lógica que hizo en todo el debate, dijo que fortalecería el derecho de las y los jóvenes a la vivienda con una reforma a la Constitución, "para que sea el propio Infonavit construya las viviendas". En efecto, cuando el Infonavit dejó de construir casas, durante el sexenio de Salinas, vino el encarecimiento, salvaje, de la vivienda, por el negocio leonino, bestial, de las constructoras e inmobiliarias

Resaltó, en cuanto a la violencia hacia las mujeres que en su gobierno "hicimos una Ley que se llama 'El agresor sale de casa'. Siempre me plantee por qué la mujer tiene que ir a un refugio. El que tiene que salir de casa es el agresor".

Y reviró a Xóchitl: "La candidata del Prian llegó por un pacto corrupto firmado en Coahuila".

Enseguida, otra frase hecha: "Nosotros construimos derechos, no privilegios. Personas, no mercancías, que fue la máxima del periodo neoliberal".

Máynez también ya daba una de cal y una de arena. Se presentó con Lengua de Señas, algo resaltable, si bien parece que se aprendió solamente unas palabras para apantallar. Luego, dijo que "las mujeres trabajan en México 40 horas no remuneradas (en el hogar). Prácticamente es una jornada laboral más", pero se quedó en el dato. Volvió sobre Claudia al decir que "los premios no son resultados". Y recordó que, en cuanto a las terapias de conversión "la candidata del PAN se opuso, argumentando un tema de redacción". Enseguida, elogió "lo que hizo Ebrard en materia de armas, (que) me parece positivo. Hay que tener un entendimiento con Estados Unidos en ese tema".

Claudia reapareció en pantalla respondiendo a una pregunta sobre las agresiones a las personas Trans, diciendo "estamos totalmente en contra de cualquier forma de discriminación". Hasta ahí.

Despuecito, una perogrullada, diciendo: "Las personas no migran por gusto, migran por necesidad. Y hay que atender esas necesidades". Y otra vez con que "hay que seguir insistiendo con Estados Unidos". Y si Estados Unidos no quiere, pues a jodernos tod@s ¿No?

Luego, vino la respuesta más lamentable de Claudia y el recordatorio de que el empoderamiento político de las mujeres no le sirve de nada a las mujeres de a pie, pues ante la pregunta de si apoyaría el aborto, dijo que "la Suprema Corte ya lo decidió". Y a evadirse, diciendo que se necesitaba un "sistema nacional de cuidados" y "fortalecer las autonomías de las mujeres" ¿Y eso qué, Claudia? Eso no le resuelve nada a una niña de 15 años que está embarazada y no quiere ser mamá...

Máynez la exhibió nuevamente: "No tengo miedo de pronunciarme a favor del derecho a las mujeres de no ser encarceladas por una decisión sobre su cuerpo". Lo malo es que, después, en un cliché, elogió a las candidatas "a quienes les costó infinitamente más llegar aqui". Y desfasado en temática, aunque acertado, evocó que en el gobierno de Peña Nieto "9 mil 700 maestros fueron despedidos injustamente con la Reforma Educativa", para luego decir algo muy veraz: "Son los primeros que deben combatir el bullying"

Luego vino una rara pregunta de Maerker, que pareció un pase a gol para Xóchitl, al preguntar si se sometería al polígrafo para demostrar la veracidad de lo que dice, y bueno, obviamente Gálvez dijo que si, pese a que está demostrado que dicha técnica es falseable y no demuestra absolutamente nada. Luego salió con que combatiría la violencia hacia las mujeres "a través de los alcaldes", es decir, aventándoles la responsabilidad ¡Y eso que aún no es presidenta! Y ya a patear el bote. Después dijo que apoyaría con refugios y dinero a las mujeres violentadas, pero que dicho respaldo "no será para siempre". Otra traicionada de subconsciente de Xóchitl...

Vino la despedida. Deseable, la verdad. Sheinbaum se despidió con una frase hecha: "A diferencia del pasado neoliberal, donde se definía que había que regar la economía de arriba hacia abajo, que nunca sucedió, hoy regamos la economía desde abajo". Sin embargo, luego recitó las cifras macroecónomicas positivas del gobierno morenista. Y ahí si, ni cómo refutarle.

Máynez sacó una cartulina que decía "Gracias" y recordó la exclusión de Samuel García: "Aunque la vieja política hizo de todo para que MC no estuviera en la boleta, y estamos demostrando por qué no (lo) querían. Este país no va a cambiar con un nuevo presidente o un nuevo partido. Lo vamos a cambiar todos. No quiero ser el mejor presidente de México sino el presidente del mejor México".

Después, Xóchitl sacó una bandera doblada, apeló al patrioterismo más predecible y recitó sus supuestas cualidades. Enseñó la bandera a la cámara y dijo que la defenderá "nos cobijará en unidad. Voy a defender a México". Lo malo fue que no la defendió cuando fue funcionaria panista ¿Cómo creerle ahora, eh?

En conclusión, los morenistas dirán que Sheinbaum arrasó, pese a que se vio gris y cuidando su ventaja. Gálvez lució desesperada y es imposible ponderar las acusaciones que hace alguien que está postulada por tres partidos hipercorruptos, y cuando ella formó parte de un panismo ultracorrupto. Las mujeres, además, queda claro, no le importan. Solamente las usa.

Y Máynez sería creíble si no fuera porque es un candidato que sale dando sus propuestas, en redes, con cerveza servida.

Resumen: un debate que fue una fabulosa invitación para que anulemos nuestro voto...

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