/ domingo 21 de abril de 2024

Expediente Confidencial / Sábado en el Capitolio: salvavidas político

El pasado 11 de abril, Real Clear Politics dio a conocer que, por primera vez desde el 25 de septiembre de 2023, el mercado de apuestas daba más opciones a Joe Biden de ser reelecto que a Donald Trump de ganar las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

Ocho días más tarde, el 19 de abril, Biden llegó a su nivel más alto en estos momios, durante el actual ciclo electoral -esto es, del 1 de enero de 2023 a la fecha- al llegar a una posibilidad de 42.4% de ser reelecto.

Esos datos son muy importantes para entender lo que pasó, el sábado, en el Capitolio, cuando los republicanos y demócratas moderados se unieron para aprobar la entrega de dinero a Ucrania, Israel y Taiwán, más un 'deadline' para que la división de TikTok que opera en Estados Unidos sea vendida por la dictadura china en un año, como máximo, o, en caso de no hacerlo, se le prohiba en el vecino país.

Fue un acto de sobrevivencia y de coyuntura. De sobrevivencia porque demócratas y republicanos hicieron lo que necesitaban para seguir teniendo chances. De coyuntura, porque los demócratas le apostaron a la moderación y el regreso a los fundamentos, que tan buenos dividendos le están dando al otrora moribundo Biden... y los republicanos buscan eso mismo, cuando la deriva arpaiana de Trump parece agotar sus dividendos.

Los demócratas al fin entendieron que no importa que los radicales "progresistas" Woke se enojen y hagan berrinche por el apoyo a Israel o la prohibición de TikTok, medidas contrarias a las alimañas que les patrocinan. Si no es con Biden, no tienen a donde ir. Ese rollo de que prefieren no votar, si es que Biden los "decepciona", es de dientes para afuera... jamás permitirán que gane Trump. Y además, como quedó claro en la votación del sábado, son poquitos, son un puñado de radicales, literalmente.

Y los republicanos también agarraron la onda de que los "rebeldes" pueden ser muy ruidosos y fotografiarse con Glock o escopeta en mano para sus redes, pero son otra minoría, como sus odiadores profesionales de enfrente. Al final, podrán hacer mucho berrinche por el dinero para Zelenski, pero solo traen lo puesto, políticamente hablando, y no tienen a donde ir.

Mike Johnson se puso los pantalones que le quedaron tan grandes al ex presidente de la cámara, el también republicano Kevin McCarthy y, a cambio del dinero para Ucrania, ansiado por los Biden, padre e hijo, para cuidar sus intereses, y suplicado por Zelenski, quien sigue poniendo jeta y firma ante Putin, el buen Mike les hizo tragar unos sapos a los demócratas que ni en semana de ofertas, desde la ya citada prohibición a TikTok, hasta una condena al lema "Desde el río hasta el mar, Palestina será libre", calificándolo como antisemita, que lo es.

Johnson aplicó la máxima más básica del poder estadounidense, que Trump se niega a entender y le puede costar la elección, habiendo tenido todo para ganarla: la mejor política interior es la exterior.

Las "hordas" (sic) de migrantes pueden tener muy preocupados a los republicanos de Texas o Alabama, pero al resto le inquieta más que el terrorismo islámico se aviente otro 9/11, o que Putin vaya por fichas de mayor tamaño si se agencia Ucrania entera.

Y Trump, ahí, está seco. Los momios de Biden llegaron a su punto más alto justo el día en que Estados Unidos vetó la entrada de Palestina a la ONU. Cuando el Partido Demócrata se parece más al de Bill Clinton que al de Barack Obama, a Biden se le pone cara de ganador.

La suma de los republicanos moderados a los demócratas del mismo cuño también debe entenderse en clave externa. No es un secreto que Trump ve con simpatía, por decir lo menos, a Putin. Pero los republicanos llevaban seis meses zancadilleando el dinero para Ucrania y ¿qué ganaron de Vladimir? ¿su nada sutil respaldo a Irán y Hamas? Con ese voto, le envían un mensaje a Putin -y a Trump también- de que no van a seguir poniendo en riesgo su mayoría en la Cámara de Representantes a cambio de promesas. Si Trump tiene complejo suicida, allá él, pero los legisladores quieren su reelección y no están dispuestos a inmolarse.

Por lo demás, la votación retrató perfectamente a los radicales de ambos bandos y sus intereses

Los engendros del crimen y el terrorismo en el Partido Demócrata, como Ayanna Pressley, Juan Vargas, Cori Bush, Jesús 'Chuy' García, Alexandria Ocasio-Cortez, Rashida Tlaib o Ilhan Omar, votaron en contra de la prohibición de TikTok; y todos los anteriores, salvo Vargas, igualmente se opusieron a darle ayuda a Israel, demostrando, además de su orgulloso antisemitismo, una descarado apoyo a los terroristas de Hamas, quienes asesinaron niñ@s y violaron y mataron inmisericordemente a mujeres israelíes... pero, se sabe, la "sororidad" de Ocasio, Bush, Pressley o Tlaib solamente aplica a las "camaradas progresistas". De Omar, tantas veces orgullosa defensora del terrorismo en tribuna, ya ni hablemos...

Del otro lado, Marjorie Taylor Greene o Matt Gaetz, votaron en contra de darle más dinero a Zelenski y su gobierno, pretextando el déficit fiscal que, sin embargo, no les impidió votar a favor de una propuesta -rechazada por el pleno- para meterle más dinero a la seguridad fronteriza. Junto a ellos, otros 110 republicanos rechazaron entregarle más fondos al gobierno ucraniano, quizás esperanzados de que Putin se convenza y meta su mano, otra vez, para ayudarles en el juicio final electoral.

Mucho más cínico fue el voto de 14 demócratas, entre quienes formaron Ocasio, Omar, Bush, Pressley y Tlaib, para rechazar una condena, simbólica, del ataque iraní contra Israel; o la petición para la Unión Europea de considerar a la Guardia Revolucionaria Islámica como organización terrorista, o como todas las congresistas anteriores, más 'Chuy' García, votaron en contra de considerar antisemita el canto 'Desde el río hasta el mar, Palestina será libre', junto a otros 38 congresistas. El amafiamiento con el terrorismo es evidente. Y luego Ocasio y sus compinches "progresistas" dicen que los republicanos o cualquier opositor son "fascistas". No saben ni lo que significa la palabra

¿La aprobación de los apoyos a Israel, Ucrania y Taiwán, benefician a Biden? Si ¿Tenían otra los republicanos? No. Los estaban rebasando por la derecha. O Trump deja los fundamentos de Steven Bannon y se regresa a los de Reagan, o ya puede empezar a preparar el discurso para su segunda derrota

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com

El pasado 11 de abril, Real Clear Politics dio a conocer que, por primera vez desde el 25 de septiembre de 2023, el mercado de apuestas daba más opciones a Joe Biden de ser reelecto que a Donald Trump de ganar las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

Ocho días más tarde, el 19 de abril, Biden llegó a su nivel más alto en estos momios, durante el actual ciclo electoral -esto es, del 1 de enero de 2023 a la fecha- al llegar a una posibilidad de 42.4% de ser reelecto.

Esos datos son muy importantes para entender lo que pasó, el sábado, en el Capitolio, cuando los republicanos y demócratas moderados se unieron para aprobar la entrega de dinero a Ucrania, Israel y Taiwán, más un 'deadline' para que la división de TikTok que opera en Estados Unidos sea vendida por la dictadura china en un año, como máximo, o, en caso de no hacerlo, se le prohiba en el vecino país.

Fue un acto de sobrevivencia y de coyuntura. De sobrevivencia porque demócratas y republicanos hicieron lo que necesitaban para seguir teniendo chances. De coyuntura, porque los demócratas le apostaron a la moderación y el regreso a los fundamentos, que tan buenos dividendos le están dando al otrora moribundo Biden... y los republicanos buscan eso mismo, cuando la deriva arpaiana de Trump parece agotar sus dividendos.

Los demócratas al fin entendieron que no importa que los radicales "progresistas" Woke se enojen y hagan berrinche por el apoyo a Israel o la prohibición de TikTok, medidas contrarias a las alimañas que les patrocinan. Si no es con Biden, no tienen a donde ir. Ese rollo de que prefieren no votar, si es que Biden los "decepciona", es de dientes para afuera... jamás permitirán que gane Trump. Y además, como quedó claro en la votación del sábado, son poquitos, son un puñado de radicales, literalmente.

Y los republicanos también agarraron la onda de que los "rebeldes" pueden ser muy ruidosos y fotografiarse con Glock o escopeta en mano para sus redes, pero son otra minoría, como sus odiadores profesionales de enfrente. Al final, podrán hacer mucho berrinche por el dinero para Zelenski, pero solo traen lo puesto, políticamente hablando, y no tienen a donde ir.

Mike Johnson se puso los pantalones que le quedaron tan grandes al ex presidente de la cámara, el también republicano Kevin McCarthy y, a cambio del dinero para Ucrania, ansiado por los Biden, padre e hijo, para cuidar sus intereses, y suplicado por Zelenski, quien sigue poniendo jeta y firma ante Putin, el buen Mike les hizo tragar unos sapos a los demócratas que ni en semana de ofertas, desde la ya citada prohibición a TikTok, hasta una condena al lema "Desde el río hasta el mar, Palestina será libre", calificándolo como antisemita, que lo es.

Johnson aplicó la máxima más básica del poder estadounidense, que Trump se niega a entender y le puede costar la elección, habiendo tenido todo para ganarla: la mejor política interior es la exterior.

Las "hordas" (sic) de migrantes pueden tener muy preocupados a los republicanos de Texas o Alabama, pero al resto le inquieta más que el terrorismo islámico se aviente otro 9/11, o que Putin vaya por fichas de mayor tamaño si se agencia Ucrania entera.

Y Trump, ahí, está seco. Los momios de Biden llegaron a su punto más alto justo el día en que Estados Unidos vetó la entrada de Palestina a la ONU. Cuando el Partido Demócrata se parece más al de Bill Clinton que al de Barack Obama, a Biden se le pone cara de ganador.

La suma de los republicanos moderados a los demócratas del mismo cuño también debe entenderse en clave externa. No es un secreto que Trump ve con simpatía, por decir lo menos, a Putin. Pero los republicanos llevaban seis meses zancadilleando el dinero para Ucrania y ¿qué ganaron de Vladimir? ¿su nada sutil respaldo a Irán y Hamas? Con ese voto, le envían un mensaje a Putin -y a Trump también- de que no van a seguir poniendo en riesgo su mayoría en la Cámara de Representantes a cambio de promesas. Si Trump tiene complejo suicida, allá él, pero los legisladores quieren su reelección y no están dispuestos a inmolarse.

Por lo demás, la votación retrató perfectamente a los radicales de ambos bandos y sus intereses

Los engendros del crimen y el terrorismo en el Partido Demócrata, como Ayanna Pressley, Juan Vargas, Cori Bush, Jesús 'Chuy' García, Alexandria Ocasio-Cortez, Rashida Tlaib o Ilhan Omar, votaron en contra de la prohibición de TikTok; y todos los anteriores, salvo Vargas, igualmente se opusieron a darle ayuda a Israel, demostrando, además de su orgulloso antisemitismo, una descarado apoyo a los terroristas de Hamas, quienes asesinaron niñ@s y violaron y mataron inmisericordemente a mujeres israelíes... pero, se sabe, la "sororidad" de Ocasio, Bush, Pressley o Tlaib solamente aplica a las "camaradas progresistas". De Omar, tantas veces orgullosa defensora del terrorismo en tribuna, ya ni hablemos...

Del otro lado, Marjorie Taylor Greene o Matt Gaetz, votaron en contra de darle más dinero a Zelenski y su gobierno, pretextando el déficit fiscal que, sin embargo, no les impidió votar a favor de una propuesta -rechazada por el pleno- para meterle más dinero a la seguridad fronteriza. Junto a ellos, otros 110 republicanos rechazaron entregarle más fondos al gobierno ucraniano, quizás esperanzados de que Putin se convenza y meta su mano, otra vez, para ayudarles en el juicio final electoral.

Mucho más cínico fue el voto de 14 demócratas, entre quienes formaron Ocasio, Omar, Bush, Pressley y Tlaib, para rechazar una condena, simbólica, del ataque iraní contra Israel; o la petición para la Unión Europea de considerar a la Guardia Revolucionaria Islámica como organización terrorista, o como todas las congresistas anteriores, más 'Chuy' García, votaron en contra de considerar antisemita el canto 'Desde el río hasta el mar, Palestina será libre', junto a otros 38 congresistas. El amafiamiento con el terrorismo es evidente. Y luego Ocasio y sus compinches "progresistas" dicen que los republicanos o cualquier opositor son "fascistas". No saben ni lo que significa la palabra

¿La aprobación de los apoyos a Israel, Ucrania y Taiwán, benefician a Biden? Si ¿Tenían otra los republicanos? No. Los estaban rebasando por la derecha. O Trump deja los fundamentos de Steven Bannon y se regresa a los de Reagan, o ya puede empezar a preparar el discurso para su segunda derrota

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com