A casi dos años del asesinato de Debanhi Escobar, su padre aplicó una máxima muy mexicana: "El muerto (o la muerta) al pozo y el vivo al gozo".
Así, Mario Escobar hizo una fogata fáctica con sus arengas de padre amoroso, con las cuales tejió acabados melodramas en noticieros de televisión y YouTube, para ahora convertirse en candidato ¡del mismo gobierno que no pudo o no quiso cuidar la vida de su hija!
Es signo de los tiempos: asesinan a tu hija, vendes su memoria por una candidatura y te pones a bailar "movimiento fosfo fosfo" para convertirte en diputado y acceder a una vida de lujo pagada por el pueblo. Mira nada más, este México actual tiene alquimistas de la inmoralidad, capaces de transmutar un feminicidio en oro con la piedra filosofal de la desvergüenza.
Cualquiera que se precie de amar a su hija un poco, no solamente evitaría vender su memoria -y menos a sus verdugos-, sino que dedicaría su vida a hacer arder a los responsables de su muerte. Lo de Mario Escobar es lamentable, pero en estos tiempos donde en México al 95% de la gente solamente le importa el dinero, no es extraño. Pero no por eso deja de ser una canallada y una constatación del país de mierda en el que ya vivimos.
Y si usted tiene tantita moral y madre, lances así debieran ser suficientes para no votar, ni por equivocación, por Movimiento Ciudadano.
P.D.: Patético el medio tijuanense que se quejó de que el gobierno municipal pusiera alcoholímetros a la salida del concierto de Carin León. O sea que la autoridad debe permitir que la gente maneje ebria y dañe o mate a otros por su irresponsabilidad...
Comentarios: gerardofm2020@gmail.com
