/ lunes 31 de mayo de 2021

Expediente Confidencial | Adáptense a la ‘nueva normalidad’… y pongan ustedes a los muertos

El insistente discurso de los empresarios para justificar o exigir la reapertura de actividades, más allá de lo sanitariamente recomendable, es siempre el mismo: “Hay que adaptarnos a la ‘nueva normalidad’”. A esa invención -entre paréntesis- llamada “nueva normalidad”...


Lo curioso es que ellos, nunca, jamás, se adaptan a esos “nuevos tiempos”, a esa “nueva normalidad”, sino que, como siempre, los de abajo somos quienes debemos “adaptarnos” y, por supuesto, pagar los costos de dicha “adaptación” que, para el caso de la pandemia, son enfermos y muertos.


La pandemia, una vez más, ha ratificado que, ante cualquier crisis, las ganancias son para los de arriba y las pérdidas para los de abajo. Políticos y empresarios nunca pueden salir afectados y, si salen ligeramente raspados, inmediatamente se le pasa la cuenta al ciudadano de a pie, quien debe pagarla.


A los empresarios, les da flojera buscar alternativas a su mercado o modelo de negocios en esa “nueva normalidad” y, mejor (para ellos) se van por la más fácil y lo más barato: insistir en volver a la “vieja normalidad”, sin importar cuántos enfermen y mueran. Total, aquí los de abajo nos tendremos que “adaptar”.


Aunque hay seis estudios científicos que muestran cómo los restaurantes son lo que más extiende la pandemia, pues siguen aferrados a la “vieja normalidad” de abrir sus comedores. No quieren, ni les interesa, ni se esfuerzan por crear un nuevo modelo de negocios, basado en la comida para llevar, o en el reparto a domicilio “¿Para qué cambiar?”, se preguntan, cuando la gente se puede “adaptar”, esto es, pagar el precio necesario, en dinero, sufrimiento, vidas y familias rotas, para que ellos sigan como siempre. Igual están los cines.


Ni qué decir de las escuelas particulares. No todas, pero si varias, duro y dale con que quieren clases presenciales, pese a que hay estudios científicos que demuestran cómo abrir las escuelas expande la pandemia.


Y así, cuando sobrevienen los contagios de Covid-19, serán los de abajo quienes se endeuden con el prestamista para pagar el tanque de oxígeno de sus familiares, o para liquidar sus funerales, o para recuperarse del virus. Es el precio de la “adaptación” que, por supuesto, jamás pagarán los empresarios.


Es un costo que, eso sí, nosotros decidimos si seguir pagando para que, mientras nosotros sufrimos, ellos disfruten. Usted decide si dejará que lo sigan “adaptando”


P.D. 1: Cinemex, que hace semanas juraba que iría a la quiebra si no le dejaban operar sus salas en pandemia, ahora dice que abrirá 40 nuevos complejos ¿Ya ve como a los empresarios les gusta lloriquear para salirse con la suya?


P.D. 2: Un buen ejemplo de cómo enfrentar, desde el periodismo, a un miserable cuentachiles que primero piensa en su dinero, antes que en la salud de todas y todos, lo dio, hace un par de semanas, David Faitelson, al tundir al dueño del Pachuca, Armando Martínez, por el sobrecupo en su estadio. El video lo puede ver aquí: https://www.youtube.com/watch?v=f2RgXxMmKwY Gran lección para “periodistas” a quienes les tiemblan las piernitas ante los del dinero…


P.D. 3: Si algo nos pasa, es que buscan callarnos

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com

El insistente discurso de los empresarios para justificar o exigir la reapertura de actividades, más allá de lo sanitariamente recomendable, es siempre el mismo: “Hay que adaptarnos a la ‘nueva normalidad’”. A esa invención -entre paréntesis- llamada “nueva normalidad”...


Lo curioso es que ellos, nunca, jamás, se adaptan a esos “nuevos tiempos”, a esa “nueva normalidad”, sino que, como siempre, los de abajo somos quienes debemos “adaptarnos” y, por supuesto, pagar los costos de dicha “adaptación” que, para el caso de la pandemia, son enfermos y muertos.


La pandemia, una vez más, ha ratificado que, ante cualquier crisis, las ganancias son para los de arriba y las pérdidas para los de abajo. Políticos y empresarios nunca pueden salir afectados y, si salen ligeramente raspados, inmediatamente se le pasa la cuenta al ciudadano de a pie, quien debe pagarla.


A los empresarios, les da flojera buscar alternativas a su mercado o modelo de negocios en esa “nueva normalidad” y, mejor (para ellos) se van por la más fácil y lo más barato: insistir en volver a la “vieja normalidad”, sin importar cuántos enfermen y mueran. Total, aquí los de abajo nos tendremos que “adaptar”.


Aunque hay seis estudios científicos que muestran cómo los restaurantes son lo que más extiende la pandemia, pues siguen aferrados a la “vieja normalidad” de abrir sus comedores. No quieren, ni les interesa, ni se esfuerzan por crear un nuevo modelo de negocios, basado en la comida para llevar, o en el reparto a domicilio “¿Para qué cambiar?”, se preguntan, cuando la gente se puede “adaptar”, esto es, pagar el precio necesario, en dinero, sufrimiento, vidas y familias rotas, para que ellos sigan como siempre. Igual están los cines.


Ni qué decir de las escuelas particulares. No todas, pero si varias, duro y dale con que quieren clases presenciales, pese a que hay estudios científicos que demuestran cómo abrir las escuelas expande la pandemia.


Y así, cuando sobrevienen los contagios de Covid-19, serán los de abajo quienes se endeuden con el prestamista para pagar el tanque de oxígeno de sus familiares, o para liquidar sus funerales, o para recuperarse del virus. Es el precio de la “adaptación” que, por supuesto, jamás pagarán los empresarios.


Es un costo que, eso sí, nosotros decidimos si seguir pagando para que, mientras nosotros sufrimos, ellos disfruten. Usted decide si dejará que lo sigan “adaptando”


P.D. 1: Cinemex, que hace semanas juraba que iría a la quiebra si no le dejaban operar sus salas en pandemia, ahora dice que abrirá 40 nuevos complejos ¿Ya ve como a los empresarios les gusta lloriquear para salirse con la suya?


P.D. 2: Un buen ejemplo de cómo enfrentar, desde el periodismo, a un miserable cuentachiles que primero piensa en su dinero, antes que en la salud de todas y todos, lo dio, hace un par de semanas, David Faitelson, al tundir al dueño del Pachuca, Armando Martínez, por el sobrecupo en su estadio. El video lo puede ver aquí: https://www.youtube.com/watch?v=f2RgXxMmKwY Gran lección para “periodistas” a quienes les tiemblan las piernitas ante los del dinero…


P.D. 3: Si algo nos pasa, es que buscan callarnos

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com