En memoria de las y los 4091 bajacalifornianas y bajacalifornianos que (oficialmente) han perdido la vida debido al Covid-19, pero, sobre todo, a la INCAPACIDAD de los gobiernos. Dedicado este texto también a todo el personal sanitario que se la está jugando, a diario. Y recordando que en TIJUANA MUEREN 22 DE CADA 100 ENFERMOS DE Covid-19, EN SAN DIEGO MUERE UNO DE CADA 100
El sábado pasado quedó claro que, para la mayoría de nuestros políticos -al calce anotamos las excepciones- somos un trozo de carne…
Pero ¿qué pasó el sábado y por qué? Hagamos un resumen:
1.- Diputados afines a Bonilla cambiaron la ley para que sea el congreso quien apruebe o rechace la solicitud de licencia de un presidente municipal, esto es, el permiso para que deje el cargo. También para que el gobernador sea quien proponga al suplente, es decir, a quien se va a quedar en lugar del presidente municipal que renuncie.
2.- ¿Por qué pasó eso? Porque a Bonilla le interesa ponerle el pie al presidente municipal, Arturo González, para que no pueda dejar su cargo
3.- ¿Y por qué eso le interesa a Bonilla? Porque Arturo quiere ser candidato a gobernador. Y Bonilla no quiere que sea candidato, porque su ‘gallo’ es el presidente municipal de Ensenada, Armando Ayala.
4.- ¿Y por qué quiere Bonilla dejar a Ayala como gobernador? Para que sea su títere y seguir gobernando a trasmano.
5.- Entonces ¿Arturo es una víctima del gobernador? ¡Para nada! Arturo está teniendo un actuar igual de cuestionable. Su suplente es Katia Ruiz, cercana a Bonilla. Hace unas semanas, Arturo pidió licencia y Katia se quedó. Pero cuando Katia intentó relevar al secretario de Seguridad Pública Municipal y a la oficial mayor, ambos cercanos a Arturo, este regresó para revertir esos cambios, aunque igual el primero se acabó marchando. Para evitar que Katia regrese y quite a la oficial mayor, Arturo también busca pisotear la ley y dejar, como suplente, al regidor José Cañada, su propio títere.
6.- ¿Por eso Bonilla quiere nombrar a los suplentes? Si, pero eso también es inmoral y pisotea la constitución, porque, en las elecciones, junto a los presidentes municipales, se vota al suplente de cada uno. Es decir, ya fueron elegidos por la ciudadanía. Y la constitución federal manda que así sea también en el futuro.
¿Resulta escandaloso lo que hace Bonilla? Sin duda, porque confirma que Baja California es igual a PSN en su visión: algo que le pertenece ¿Resulta escandaloso lo que hace Arturo? Por supuesto, ya que ha construido una narrativa de “víctima”, cuando él pretende hacer lo mismo que el gobernador, más allá de que no tiene moral que la presidencia municipal no haya sido más que un trampolín para González Cruz, que no hizo nada como munícipe, ni mucho menos resolvió la inseguridad, pero ya se quiere ir, muy apurado, a ser gobernador.
Pero ¿sabe qué es más escandaloso? Que cuando Baja California suma casi 4 mil 100 muertos por Covid-19, la prioridad de Bonilla y sus secuaces, como de Arturo y los suyos, sea pelear, con furia, por ver quien se queda con ese pastel suculento que es el gobierno estatal. O más bien, con el dinero que emana de ahí.
¿Sabe qué es más repugnante? Que cuando Baja California va rumbo a su año más violento, cuando está inmerso en una crisis económica que ya existía antes del Covid-19, Bonilla y Arturo se peleen el poder como dos bestias salvajes se pelearían por un pedazo de carne. Eso somos para ellos, un pedazo de carne…
¿Sabe qué es más nauseabundo? Constatar el nivel de prostitución imperante en los medios y entre los “periodistas” (sic) de la entidad, dispuestos a defender unos a Bonilla y otros a Arturo, a cambio de “chayotes” ahora llamados “contratos publicitarios”. Y a unos, haciendo malabares para quedar bien con ambos, porque de los dos reciben dinero.
Dinero con el que se podría ayudar a cientos de familias que tanto están sufriendo por la pandemia, pero que, en vez de llegar a las manos de esas personas que lo precisan infinitamente, va a parar a las cuentas de dizque “periodistas digitales”, en realidad vulgares mercaderes de información con sitios llenos de notas amarillistas, que han convertido su vida en ‘reality’, apelando a una forma de comunicación que haría ver fina a la revista Alarma.
Eso es lo que nos debiera escandalizar. Y no olvidar que Bonilla y Arturo pudieron engañar a sus votantes en 2019, pero, en 2021, no hay pretextos para volverse a equivocar ante las urnas.
VALIENTES: Cinco diputados votaron en contra del cambio a la ley aprobada el sábado. Dos fueron las panistas Eva María Vásquez y Loreto Quintero. Pero ¿cómo aplaudirles a dos opositoras que antes fueron cómplices incondicionales de “Kiko” Vega? Los otros tres fueron la morenista Rosina del Villar, el perredista Gerardo López Montes y el emecista Elí Topete. Ellos tres si merecen un aplauso por su valor, particularmente, claro está, Del Villar, quien siendo guinda, siempre ha mostrado congruencia con el discurso que Morena enarboló cuando era oposición. Votó en contra de la Ley Bonilla 2 y ahora de esta treta.
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