/ viernes 13 de marzo de 2020

Expediente Confidencial | El hermano incómodo, versión 2020

Todas y todos recordamos al “hermano incómodo”, apelativo con el cual se conoció a Raúl Salinas de Gortari, hermano del entonces presidente, Carlos, de iguales apellidos, quien, con su sinuoso comportamiento, ponía en predicamentos al mandatario y su familia. De entonces a la fecha, el apodo ha sido endilgado a otros consanguíneos quienes, al igual que el nuevoleonés, meten en un brete a sus hermanos.

Pues bien, ya tenemos al modelo 2020 del “hermano incómodo”: Es Luis Ricardo González Cruz, subsecretario de Administración en la Oficialía Mayor del gobierno estatal, quien lo es, como ya sabemos, del presidente municipal de Tijuana, Luis Arturo González Cruz.

Los movimientos de Luis Ricardo en el cargo distan de ser buenos y si, en cambio, cuestionables.

De entrada, hay que entender la jerarquía de Luis Ricardo en la Oficialía Mayor: es el segundo en nivel, solamente por debajo del titular, Luis Salomón Faz Apodaca.

La más reciente movida de Luis Ricardo es el nombramiento de Israel Clemente González como director de Adquisiciones de la Oficialía Mayor. Esto es, el encargado de las compras en el gobierno estatal.

En el puesto de Clemente estaba Faz y, al ser ascendido este a oficial mayor, González vio la oportunidad de colocar ahí a su viejo conocido.

El problema es que Clemente tiene pésimos antecedentes. Apenas el 26 de diciembre de 2019, Alonso Óscar Pérez Rico, secretario de Salud, lo cesó como subdirector general de Administración en esa dependencia, luego de que la periodista Dora Elena Cortés Juárez diera a conocer que había estado preso por lavado de dinero.

El 1 de enero de 2006, Clemente fue aprehendido en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, con 725 mil 494 dólares, proveniente de Tijuana. Se le imputó el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, en la modalidad de transportar recursos dentro del territorio nacional con el propósito de ocultar su localización. Por ello, fue condenado a siete años de prisión y el pago de una multa de 97 mil pesos.

¿Cuál es la justificación para que el gobernador del estado, Jaime Bonilla Valdez, haya permitido que una persona con los antecedentes de Clemente, ocupe el cargo que define todas las compras de su gobierno?

Otro nombramiento cuestionable, impulsado por González Cruz, es el de Luis Gudiño González, como Director de Normatividad y Políticas Administrativas.

Gudiño tiene abierto un proceso en el juzgado Primero de lo Civil en Mexicali, contra Felicia Varela Silva, propietaria de los conocidos restaurantes Steak&Cheese, el cual dura ya dos años.

En los gobiernos de José Guadalupe Osuna Millán y Francisco Arturo ‘Kiko’ Vega De Lamadrid, el abogado Gudiño ocupó el cargo de jefe de Normatividad y Políticas Administrativas.

Todavía el 22 de enero de 2019, Gudiño, como titular de ese cargo, impartió el taller “Apego a Normas y Políticas Administrativas”, junto a la entonces oficial mayor y hoy diputada local, Loreto Quintero Quintero. Una fuente de la Oficialía Mayor comenta que, cuando Gudiño vio el inminente triunfo morenista, se alejó de Quintero, para irse a las filas guindas.

A lo anterior, se suma el ya conocido escándalo que desató Luis Ricardo en La Rumorosa, donde pretendió erigirse como “representante” del citado poblado, con el apoyo del director de Fiarum, Carlos Gómez González, sin tener ningún arraigo, lo que llevo a la salida de Jorge Elías Rodríguez Valdez, como delegado de la secretaría general de Gobierno en Tecate. Incluso, el propio Bonilla tuvo que ir a controlar ese fuego, que originó un bloqueo en la carretera que lleva a Mexicali.

Así que el “hermano incómodo” está más vigente que nunca.

¿QUIÉN ESTÁ ORQUESTANDO EL CERCO INFORMATIVO?

Un extraño cerco noticioso se ha cernido sobre la radio de Mexicali.

Resulta que, de octubre a la fecha, han ido desapareciendo todos los contrapesos informativos que, desde la capital del país y Tijuana, se presentaban.

Y decimos contrapesos debido a que, por desgracia, la radio mexicalense se ha caracterizado por un oficialismo digno del extinto diario “El Nacional”. No desde este gobierno, sino también cuando el panismo estuvo en el cénit de su poder.

Pero, desde la Ciudad de México, llegaban opciones que permitían equilibrar la balanza y los criterios.

Sin embargo, esas opciones han desaparecido.

Primero fueron los noticieros “Enfoque”. A través de Vida, se transmitían las ediciones del mediodía y la tarde, que conducían Adriana Pérez Cañedo y Alicia Salgado.

De buenas a primeras, en la conclusión de 2019, esos noticieros se esfumaron.

Luego, también de un día para otro, salió del aire W Radio, que se emitía en una frecuencia de Cadena. Con ello, dejaron de escucharse las voces de Enrique Hernández Alcázar (“El Weso”), Carlos Loret de Mola, Gabriela Warkentin y Javier Risco.

Y para completar el cuadro, el noticiero emitido por Fernando del Monte y Jaime Flores en Radio Fórmula, también dejó de pasar.

¿Quién está interesado en que los mexicalenses solamente escuchen una visión?

Todas y todos recordamos al “hermano incómodo”, apelativo con el cual se conoció a Raúl Salinas de Gortari, hermano del entonces presidente, Carlos, de iguales apellidos, quien, con su sinuoso comportamiento, ponía en predicamentos al mandatario y su familia. De entonces a la fecha, el apodo ha sido endilgado a otros consanguíneos quienes, al igual que el nuevoleonés, meten en un brete a sus hermanos.

Pues bien, ya tenemos al modelo 2020 del “hermano incómodo”: Es Luis Ricardo González Cruz, subsecretario de Administración en la Oficialía Mayor del gobierno estatal, quien lo es, como ya sabemos, del presidente municipal de Tijuana, Luis Arturo González Cruz.

Los movimientos de Luis Ricardo en el cargo distan de ser buenos y si, en cambio, cuestionables.

De entrada, hay que entender la jerarquía de Luis Ricardo en la Oficialía Mayor: es el segundo en nivel, solamente por debajo del titular, Luis Salomón Faz Apodaca.

La más reciente movida de Luis Ricardo es el nombramiento de Israel Clemente González como director de Adquisiciones de la Oficialía Mayor. Esto es, el encargado de las compras en el gobierno estatal.

En el puesto de Clemente estaba Faz y, al ser ascendido este a oficial mayor, González vio la oportunidad de colocar ahí a su viejo conocido.

El problema es que Clemente tiene pésimos antecedentes. Apenas el 26 de diciembre de 2019, Alonso Óscar Pérez Rico, secretario de Salud, lo cesó como subdirector general de Administración en esa dependencia, luego de que la periodista Dora Elena Cortés Juárez diera a conocer que había estado preso por lavado de dinero.

El 1 de enero de 2006, Clemente fue aprehendido en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, con 725 mil 494 dólares, proveniente de Tijuana. Se le imputó el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, en la modalidad de transportar recursos dentro del territorio nacional con el propósito de ocultar su localización. Por ello, fue condenado a siete años de prisión y el pago de una multa de 97 mil pesos.

¿Cuál es la justificación para que el gobernador del estado, Jaime Bonilla Valdez, haya permitido que una persona con los antecedentes de Clemente, ocupe el cargo que define todas las compras de su gobierno?

Otro nombramiento cuestionable, impulsado por González Cruz, es el de Luis Gudiño González, como Director de Normatividad y Políticas Administrativas.

Gudiño tiene abierto un proceso en el juzgado Primero de lo Civil en Mexicali, contra Felicia Varela Silva, propietaria de los conocidos restaurantes Steak&Cheese, el cual dura ya dos años.

En los gobiernos de José Guadalupe Osuna Millán y Francisco Arturo ‘Kiko’ Vega De Lamadrid, el abogado Gudiño ocupó el cargo de jefe de Normatividad y Políticas Administrativas.

Todavía el 22 de enero de 2019, Gudiño, como titular de ese cargo, impartió el taller “Apego a Normas y Políticas Administrativas”, junto a la entonces oficial mayor y hoy diputada local, Loreto Quintero Quintero. Una fuente de la Oficialía Mayor comenta que, cuando Gudiño vio el inminente triunfo morenista, se alejó de Quintero, para irse a las filas guindas.

A lo anterior, se suma el ya conocido escándalo que desató Luis Ricardo en La Rumorosa, donde pretendió erigirse como “representante” del citado poblado, con el apoyo del director de Fiarum, Carlos Gómez González, sin tener ningún arraigo, lo que llevo a la salida de Jorge Elías Rodríguez Valdez, como delegado de la secretaría general de Gobierno en Tecate. Incluso, el propio Bonilla tuvo que ir a controlar ese fuego, que originó un bloqueo en la carretera que lleva a Mexicali.

Así que el “hermano incómodo” está más vigente que nunca.

¿QUIÉN ESTÁ ORQUESTANDO EL CERCO INFORMATIVO?

Un extraño cerco noticioso se ha cernido sobre la radio de Mexicali.

Resulta que, de octubre a la fecha, han ido desapareciendo todos los contrapesos informativos que, desde la capital del país y Tijuana, se presentaban.

Y decimos contrapesos debido a que, por desgracia, la radio mexicalense se ha caracterizado por un oficialismo digno del extinto diario “El Nacional”. No desde este gobierno, sino también cuando el panismo estuvo en el cénit de su poder.

Pero, desde la Ciudad de México, llegaban opciones que permitían equilibrar la balanza y los criterios.

Sin embargo, esas opciones han desaparecido.

Primero fueron los noticieros “Enfoque”. A través de Vida, se transmitían las ediciones del mediodía y la tarde, que conducían Adriana Pérez Cañedo y Alicia Salgado.

De buenas a primeras, en la conclusión de 2019, esos noticieros se esfumaron.

Luego, también de un día para otro, salió del aire W Radio, que se emitía en una frecuencia de Cadena. Con ello, dejaron de escucharse las voces de Enrique Hernández Alcázar (“El Weso”), Carlos Loret de Mola, Gabriela Warkentin y Javier Risco.

Y para completar el cuadro, el noticiero emitido por Fernando del Monte y Jaime Flores en Radio Fórmula, también dejó de pasar.

¿Quién está interesado en que los mexicalenses solamente escuchen una visión?