/ jueves 5 de mayo de 2022

Expediente Confidencial | El periodismo tiene que mirarse los pies

Esta semana se celebró, por decirlo de algún modo, el Día Mundial de la Libertad de Prensa.

Yo, en lo particular, como periodista, soy enemigo de estas fechas, porque únicamente sirven para dos cosas: una, para que gobierno y prensa se solacen en su connivencia; otra, para generar una auto loa, narcisista y ególatra, que sostiene el discurso de que los comunicadores hacemos todo bien, somos víctimas de todo y todos, y vivimos en una incomprensión absoluta.

Esa es una de las razones que han motivado una nueva generación de periodistas carente de la más mínima deontología, guiada por el interés personal, que está íntimamente ligado al pecuniario. Una nueva generación que se asume a sí misma como víctima, sin reparar en sus fallas y errores éticos, humanos y de práctica.

Y consecuencia de ese desapego a la deontología, es la brecha cada vez mayor que hay entre periodismo y sociedad. El periodismo atiende sus agendas, sus trincheras y sus asuntos, donde prima lo que se retrata en la taquilla, lo que le da recursos a la caja, soslayando, cuando no borrando, casi por completo, los problemas sociales que deberían reflejarse en pantallas, diales, impresos y páginas. Hay periodistas que, en su nimiedad y descaro, infinitos los dos, creen que tener compromiso social es 'postear' las denuncias ciudadanas de que se robaron un convertidor catalítico o las fotos de un vehículo hurtado. Claro, que esos 'post' nunca rebasan, en número, los de la abundante cantidad de boletines oficiales, porque ser altavoz del poder deja mucho más dinero en la caja que ser altavoz de la sociedad de a pie, incentivo perverso actual que ha destruido lo mismo al portal que ven cinco lectores, que al Washington Post.

Por ejemplo, de Lomas del Rubí se acuerdan cada año ¿Y los restantes 364 días, los damnificados se meten detrás del telón, o que se imaginan esos medios, esos periodistas que, llegado el aniversario del drama, van y los buscan, cuando les son útiles?

Por ejemplo, ¿podría haber cambiado en algo el destino de los afectados de Lomas del Rubí si, a lo largo de estos cuatro años, algún medio hubiese sacado un contador de los días que suman sin que se les haga justicia? ¿No sería una presión para esos políticos que, el único interés que tienen en la vida, es seguir en el poder para meterse dinero por cualquier parte?

Ah, pero no sea que va a empezar la temporada de los Toros, de los Xolos, de los Zonkeys, porque, ahí sí, se muestra, infaltable, la cuenta regresiva. Y no sea que ya viene el informe o los 100 días de un gobierno, porque aparece el especial de media hora o el suplemento. Es que todos esos clubes y políticos sí se retratan en la caja.

Y con casi 22 años en esto, no es que este autor sea ingenuo y no entienda que los medios son un negocio. El problema es cuando de lo que se trata el negocio es de vender la deontología, o intercambiarla por un anuncio. El problema es cuando Jeff Bezos, un sujeto que explota brutalmente a sus empleados de Amazon, es el dueño de un periódico que alguna vez fue respetable, como el Washington Post. O cuando el Banco Santander, que cobra comisiones leoninas, es uno de los dueños de El País. El problema es cuando hay medios dedicados a propalar la visión del narco, a ser sus voceros y, de esa forma, disfrazar de periodismo lo que no es más que propaganda y apología. El problema es cuando hay medios financiados por el narco y otras mafias.

El problema es cuando en la misma cama duermen Dios y el diablo. El problema es cuando los límites se borran y todo vale. El problema es cuando un medio cree o piensa que es un "mal menor" seguir abierto, a costa de recibir dinero de las peores cloacas, antes que cerrar.

Por ejemplo, el otro día, apareció un suplemento enorme, a color, en El Universal, dedicado a ensalzar los "beneficios" (sic) de la mariguana, en un momento donde este país rebosa de adictos y donde las adicciones son causa y consecuencia del crimen. Situaciones como esa son el problema.

Hace un tiempo veía, en televisión, a Carolina Vázquez, de PSN, correteando a un funcionario de la CESPT en Camino Verde, pero es porque al patrón le interesa golpear a la gobernadora y he ahí algo que percibe como una oportunidad. Cuando los damnificados ya no sirvan para ponerle piedritas en el camino, en PSN ni se acordarán de ellos. Ese es el problema.

Y luego viene el llanto, la queja, el lamento, porque la gente se va donde los 'blogueros', porque los personajes tipo Mafian TV son aclamados antes que El Norte o Multimedios. Bien haríamos los periodistas en mirarnos los pies, porque nosotros llevamos en volandas a todos ellos hasta el pedestal donde los tiene la gente, el día que los medios "tradicionales", "respetables", utilizaron la desgracia para buscar un punto de rating, o la mentira para encumbrar a un político, o varios, como presidentes.

Así que antes de celebrar esa fecha u otras tantas, sería conveniente hacer una autocrítica, si es que aspiramos a que eso llamado periodismo, el de verdad, siga vivo en las próximas décadas.

SINVERGÜENZA: "Estados Unidos está ayudando a los medios independientes en peligro financiero. Brindamos apoyo financiero a reporteros y organizaciones de noticias injustamente objeto de litigios por sus reportajes críticos". Lo dijo Anthony Blinken, secretario de Estado de la Unión Americana. Es un vulgar sinvergüenza ¿De veras Blinken? ¿A poco tu gobierno estaría dispuesto a financiar algún medio que hiciera reportajes críticos sobre la administración de Joe Biden? ¡Claro que no! Lo que tú y tu gobierno hacen es financiar a los medios que golpean políticamente a los rivales del Partido Demócrata en el resto del mundo. Nada nuevo. Así han sido siempre. Pero, caray, que ya no estamos en la era de Carter. Tantito respeto a la inteligencia...

LULA: “Veo al presidente de Ucrania, hablando por televisión, siendo aplaudido, recibiendo una ovación de pie por todos los parlamentarios europeos. Este tipo es tan responsable como Putin de la guerra. Porque en la guerra no hay un solo culpable”. Lo dijo el ex presidente brasileño Lula a la revista Time en una entrevista. No dijo nada que no sea cierto.

Punto importante: Lula está arrasando en todas las encuestas, de cara a las elecciones presidenciales de este año en Brasil. Todo indica que, a sus 77 años, volverá a ser mandatario carioca. Pero esa declaración no le debió gustar nada a la élite liberal. Igual van a tener que ponerse Vitacilina, porque la otra sopa es Jair Bolsonaro, un fiel aliado de Donald Trump.

5 DE MAYO: Día especial, de fiesta, para cualquier poblano, aunque esté, como este autor, lejos de su tierra. Y especial también, más que el 16 de septiembre, para los latinos que viven en Estados Unidos. A todas y todos, un abrazo fraterno..

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com

Esta semana se celebró, por decirlo de algún modo, el Día Mundial de la Libertad de Prensa.

Yo, en lo particular, como periodista, soy enemigo de estas fechas, porque únicamente sirven para dos cosas: una, para que gobierno y prensa se solacen en su connivencia; otra, para generar una auto loa, narcisista y ególatra, que sostiene el discurso de que los comunicadores hacemos todo bien, somos víctimas de todo y todos, y vivimos en una incomprensión absoluta.

Esa es una de las razones que han motivado una nueva generación de periodistas carente de la más mínima deontología, guiada por el interés personal, que está íntimamente ligado al pecuniario. Una nueva generación que se asume a sí misma como víctima, sin reparar en sus fallas y errores éticos, humanos y de práctica.

Y consecuencia de ese desapego a la deontología, es la brecha cada vez mayor que hay entre periodismo y sociedad. El periodismo atiende sus agendas, sus trincheras y sus asuntos, donde prima lo que se retrata en la taquilla, lo que le da recursos a la caja, soslayando, cuando no borrando, casi por completo, los problemas sociales que deberían reflejarse en pantallas, diales, impresos y páginas. Hay periodistas que, en su nimiedad y descaro, infinitos los dos, creen que tener compromiso social es 'postear' las denuncias ciudadanas de que se robaron un convertidor catalítico o las fotos de un vehículo hurtado. Claro, que esos 'post' nunca rebasan, en número, los de la abundante cantidad de boletines oficiales, porque ser altavoz del poder deja mucho más dinero en la caja que ser altavoz de la sociedad de a pie, incentivo perverso actual que ha destruido lo mismo al portal que ven cinco lectores, que al Washington Post.

Por ejemplo, de Lomas del Rubí se acuerdan cada año ¿Y los restantes 364 días, los damnificados se meten detrás del telón, o que se imaginan esos medios, esos periodistas que, llegado el aniversario del drama, van y los buscan, cuando les son útiles?

Por ejemplo, ¿podría haber cambiado en algo el destino de los afectados de Lomas del Rubí si, a lo largo de estos cuatro años, algún medio hubiese sacado un contador de los días que suman sin que se les haga justicia? ¿No sería una presión para esos políticos que, el único interés que tienen en la vida, es seguir en el poder para meterse dinero por cualquier parte?

Ah, pero no sea que va a empezar la temporada de los Toros, de los Xolos, de los Zonkeys, porque, ahí sí, se muestra, infaltable, la cuenta regresiva. Y no sea que ya viene el informe o los 100 días de un gobierno, porque aparece el especial de media hora o el suplemento. Es que todos esos clubes y políticos sí se retratan en la caja.

Y con casi 22 años en esto, no es que este autor sea ingenuo y no entienda que los medios son un negocio. El problema es cuando de lo que se trata el negocio es de vender la deontología, o intercambiarla por un anuncio. El problema es cuando Jeff Bezos, un sujeto que explota brutalmente a sus empleados de Amazon, es el dueño de un periódico que alguna vez fue respetable, como el Washington Post. O cuando el Banco Santander, que cobra comisiones leoninas, es uno de los dueños de El País. El problema es cuando hay medios dedicados a propalar la visión del narco, a ser sus voceros y, de esa forma, disfrazar de periodismo lo que no es más que propaganda y apología. El problema es cuando hay medios financiados por el narco y otras mafias.

El problema es cuando en la misma cama duermen Dios y el diablo. El problema es cuando los límites se borran y todo vale. El problema es cuando un medio cree o piensa que es un "mal menor" seguir abierto, a costa de recibir dinero de las peores cloacas, antes que cerrar.

Por ejemplo, el otro día, apareció un suplemento enorme, a color, en El Universal, dedicado a ensalzar los "beneficios" (sic) de la mariguana, en un momento donde este país rebosa de adictos y donde las adicciones son causa y consecuencia del crimen. Situaciones como esa son el problema.

Hace un tiempo veía, en televisión, a Carolina Vázquez, de PSN, correteando a un funcionario de la CESPT en Camino Verde, pero es porque al patrón le interesa golpear a la gobernadora y he ahí algo que percibe como una oportunidad. Cuando los damnificados ya no sirvan para ponerle piedritas en el camino, en PSN ni se acordarán de ellos. Ese es el problema.

Y luego viene el llanto, la queja, el lamento, porque la gente se va donde los 'blogueros', porque los personajes tipo Mafian TV son aclamados antes que El Norte o Multimedios. Bien haríamos los periodistas en mirarnos los pies, porque nosotros llevamos en volandas a todos ellos hasta el pedestal donde los tiene la gente, el día que los medios "tradicionales", "respetables", utilizaron la desgracia para buscar un punto de rating, o la mentira para encumbrar a un político, o varios, como presidentes.

Así que antes de celebrar esa fecha u otras tantas, sería conveniente hacer una autocrítica, si es que aspiramos a que eso llamado periodismo, el de verdad, siga vivo en las próximas décadas.

SINVERGÜENZA: "Estados Unidos está ayudando a los medios independientes en peligro financiero. Brindamos apoyo financiero a reporteros y organizaciones de noticias injustamente objeto de litigios por sus reportajes críticos". Lo dijo Anthony Blinken, secretario de Estado de la Unión Americana. Es un vulgar sinvergüenza ¿De veras Blinken? ¿A poco tu gobierno estaría dispuesto a financiar algún medio que hiciera reportajes críticos sobre la administración de Joe Biden? ¡Claro que no! Lo que tú y tu gobierno hacen es financiar a los medios que golpean políticamente a los rivales del Partido Demócrata en el resto del mundo. Nada nuevo. Así han sido siempre. Pero, caray, que ya no estamos en la era de Carter. Tantito respeto a la inteligencia...

LULA: “Veo al presidente de Ucrania, hablando por televisión, siendo aplaudido, recibiendo una ovación de pie por todos los parlamentarios europeos. Este tipo es tan responsable como Putin de la guerra. Porque en la guerra no hay un solo culpable”. Lo dijo el ex presidente brasileño Lula a la revista Time en una entrevista. No dijo nada que no sea cierto.

Punto importante: Lula está arrasando en todas las encuestas, de cara a las elecciones presidenciales de este año en Brasil. Todo indica que, a sus 77 años, volverá a ser mandatario carioca. Pero esa declaración no le debió gustar nada a la élite liberal. Igual van a tener que ponerse Vitacilina, porque la otra sopa es Jair Bolsonaro, un fiel aliado de Donald Trump.

5 DE MAYO: Día especial, de fiesta, para cualquier poblano, aunque esté, como este autor, lejos de su tierra. Y especial también, más que el 16 de septiembre, para los latinos que viven en Estados Unidos. A todas y todos, un abrazo fraterno..

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com