/ lunes 5 de abril de 2021

Expediente Confidencial | Sofía Abigail y el silencio de los “progresistas”

El caso de Sofía Abigail, niña de solamente 6 años que fue raptada y abusada sexualmente por un sujeto de 42, en Monterrey, es una piedra de toque respecto a la agenda “progresista”, un amargo recordatorio del país en que vivimos y la oportunidad de reflexionar si en verdad queremos dejarle a la ultra izquierda el control de la sociedad.


Como sabemos que los ultraizquierdistas no creen en lo dicho por cualquier medio, los datos del caso los extrajimos de dos notas de su medio favorito: La Jornada (https://www.jornada.com.mx/notas/2021/04/02/estados/secuestrador-pretendia-abusar-de-sofia-abigail-fiscalia/ y https://www.jornada.com.mx/notas/2021/04/03/estados/procesan-por-secuestro-y-abuso-sexual-a-raptor-de-sofia-abigail/).


Las notas están firmadas por Raúl Robledo y Yolanda Chío.


Dicen las mismas que “el pasado 29 de marzo, el acusado privó de la libertad a la menor Sofía Abigail en el exterior de un domicilio ubicado en la Colonia Colinas del Aeropuerto, en Pesquería, a bordo de un vehículo, trasladándola al interior de una casa localizada en la calle Galeana del Centro de San Pedro Garza García, en donde la mantuvo en cautiverio hasta el día siguiente, en que, aproximadamente a las 12:00 horas, la menor se pudo liberar de las esposas a las que estaba sujeta y pedir auxilio a unos vecinos, quienes llamaron a la Policía Municipal”.


¿Y por qué Cipriano “N”, el imputado en este caso, secuestró a Sofía? Veamos qué dice la nota: “El Ministerio Público aportó suficientes elementos para vincular al hombre por el delito de abuso sexual; aunque el acusado no consumó la violación, le habría realizado tocamientos a la niña”.


Es decir, Cipriano es un pedófilo.


¿Y quién era Cipriano? Sigamos leyendo: “El vicefiscal del Ministerio Público, Luis Enrique Orozco, reveló que, con indicios de huellas dactilares, se pudo comprobar la participación de Cipriano en al menos seis robos y asaltos diferentes a casa habitación, negocio y a persona, durante 2013, 2014 y 2015”.


Es decir, Cipriano es un criminal sin remedio, que de ladrón ha pasado a pedófilo.


La Jornada también nos agrega otro ‘detallito’ sobre Cipriano: “Los detectives lo ubicaron en el vehículo que utilizó en el rapto —en ese momento estaba acompañado con otra persona—, y al realizar una revisión le encontraron mariguana, cuya cantidad fue considerada para uso personal”.


Es decir, Cipriano era adicto a la mariguana, a esa droga que, según los “progresistas”, es “inofensiva”, es “medicinal”; a esa droga que el morenismo acaba de legalizar en todo el país.


La desgracia de Sofía Abigail no pasó a las primeras planas de los periódicos nacionales porque es una piedra de toque respecto al discurso “progresista”, al ser un caso que lo contradice, demostrando como drogas, pedofilia y crimen están ligados. Discurso “progresista” que, por lo demás, tiene muchísimos amiguitos en los medios.


Y aunque Sofía Abigail es mujer, aunque es una niña indefensa que ha sufrido un abuso sexual a manos de un drogadicto depravado, no ha existido una sola protesta por su caso. Sin duda, llama la atención el silencio de quienes, en otras ocasiones, salen a “quemarlo todo” y “romperlo todo”. A quienes siguen de buena fe esas protestas, debiera llamarles a cuestionar el por qué de ese silencio en este caso, pues la justicia no puede encontrarse en el camino de la manipulación y los intereses ocultos ¿O será que Cipriano no es tan peligroso como Pepe Le Pew?

P.D.: Si algo nos pasa es que quieren callarnos.


Comentarios: gerardofm2020@gmail.com

El caso de Sofía Abigail, niña de solamente 6 años que fue raptada y abusada sexualmente por un sujeto de 42, en Monterrey, es una piedra de toque respecto a la agenda “progresista”, un amargo recordatorio del país en que vivimos y la oportunidad de reflexionar si en verdad queremos dejarle a la ultra izquierda el control de la sociedad.


Como sabemos que los ultraizquierdistas no creen en lo dicho por cualquier medio, los datos del caso los extrajimos de dos notas de su medio favorito: La Jornada (https://www.jornada.com.mx/notas/2021/04/02/estados/secuestrador-pretendia-abusar-de-sofia-abigail-fiscalia/ y https://www.jornada.com.mx/notas/2021/04/03/estados/procesan-por-secuestro-y-abuso-sexual-a-raptor-de-sofia-abigail/).


Las notas están firmadas por Raúl Robledo y Yolanda Chío.


Dicen las mismas que “el pasado 29 de marzo, el acusado privó de la libertad a la menor Sofía Abigail en el exterior de un domicilio ubicado en la Colonia Colinas del Aeropuerto, en Pesquería, a bordo de un vehículo, trasladándola al interior de una casa localizada en la calle Galeana del Centro de San Pedro Garza García, en donde la mantuvo en cautiverio hasta el día siguiente, en que, aproximadamente a las 12:00 horas, la menor se pudo liberar de las esposas a las que estaba sujeta y pedir auxilio a unos vecinos, quienes llamaron a la Policía Municipal”.


¿Y por qué Cipriano “N”, el imputado en este caso, secuestró a Sofía? Veamos qué dice la nota: “El Ministerio Público aportó suficientes elementos para vincular al hombre por el delito de abuso sexual; aunque el acusado no consumó la violación, le habría realizado tocamientos a la niña”.


Es decir, Cipriano es un pedófilo.


¿Y quién era Cipriano? Sigamos leyendo: “El vicefiscal del Ministerio Público, Luis Enrique Orozco, reveló que, con indicios de huellas dactilares, se pudo comprobar la participación de Cipriano en al menos seis robos y asaltos diferentes a casa habitación, negocio y a persona, durante 2013, 2014 y 2015”.


Es decir, Cipriano es un criminal sin remedio, que de ladrón ha pasado a pedófilo.


La Jornada también nos agrega otro ‘detallito’ sobre Cipriano: “Los detectives lo ubicaron en el vehículo que utilizó en el rapto —en ese momento estaba acompañado con otra persona—, y al realizar una revisión le encontraron mariguana, cuya cantidad fue considerada para uso personal”.


Es decir, Cipriano era adicto a la mariguana, a esa droga que, según los “progresistas”, es “inofensiva”, es “medicinal”; a esa droga que el morenismo acaba de legalizar en todo el país.


La desgracia de Sofía Abigail no pasó a las primeras planas de los periódicos nacionales porque es una piedra de toque respecto al discurso “progresista”, al ser un caso que lo contradice, demostrando como drogas, pedofilia y crimen están ligados. Discurso “progresista” que, por lo demás, tiene muchísimos amiguitos en los medios.


Y aunque Sofía Abigail es mujer, aunque es una niña indefensa que ha sufrido un abuso sexual a manos de un drogadicto depravado, no ha existido una sola protesta por su caso. Sin duda, llama la atención el silencio de quienes, en otras ocasiones, salen a “quemarlo todo” y “romperlo todo”. A quienes siguen de buena fe esas protestas, debiera llamarles a cuestionar el por qué de ese silencio en este caso, pues la justicia no puede encontrarse en el camino de la manipulación y los intereses ocultos ¿O será que Cipriano no es tan peligroso como Pepe Le Pew?

P.D.: Si algo nos pasa es que quieren callarnos.


Comentarios: gerardofm2020@gmail.com