¿Quién está detrás de Volodimir Zelenski? ¿Quién es realmente?
El periodista español Juan Antonio Sanz, quien fuese corresponsal de la agencia EFE en varios países, escribió un texto imperdible que responde a esas preguntas, titulado ‘Zelenski, el paladín y sus fantasmas’, el cual apareció, originalmente, en el portal madrileño Público, pero ha sido replicado por varios medios en el mundo.
Para definir a Zelenski, el verdadero, Sanz pone sobre la mesa una frase de la escritora estadounidense Anne Applebaum: “Es un actor y sabe que tiene que interpretar un papel. Y lo interpretará hasta el final". Applebaum, sobra decir, dista de ser rusófila. De hecho, ya en el marco del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, sentenció: “Tenemos que sacar fuera de nuestros sistemas políticos el dinero y la influencia rusa”. Así que su definición sobre Zelenski puede ser considerada objetiva.
Y si es un actor interpretando su papel, ¿cuál es este? Sanz desmenuza, si cabe el término, a ese personaje que la élite liberal asignó a Zelenski para su interpretación: “El chistoso cómico cambió el chip y dio paso al superhéroe de las masas (…) Las alocuciones al país realizadas por el joven presidente ucraniano (44 años), con una cuidada pose de firmeza, en atuendo paramilitar, musculado y con una barba muy cuidada, han estado complementadas desde el principio del conflicto con esmerados y contundentes discursos transmitidos por internet a destacados escenarios internacionales”.
Pero lo más importante del texto de Sanz es que nos recuerda quién era Zelenski antes de este conflicto:
“Durante la campaña electoral que le llevó al poder, Zelenski tuvo el apoyo del oligarca ucraniano Ihor Kolomoisky, acusado de fraude y lavado de dinero en Estados Unidos. Se acusó entonces a Zelenski de ser una marioneta de Kolomoisky y de que su ley de 2021 para acabar con la corrupción, en realidad, enmascaraba una ofensiva contra los magnates más díscolos con el Estado, mientras se hacía (de) la vista gorda con aquellos más complacientes y cercanos a Kolomoisky. Este magnate “no solo es socio de Zelenski. Es también su mentor", llegó a afirmar el diputado ucraniano Volodimir Ariev en una red social”.
Hay varias cosas que Sanz no dice, pero que son un necesario complemento para sus datos.
Por ejemplo, que Kolomoiski (así se escribe en castellano) tiene una empresa, Privat, dedicada a la metalúrgica ¿Se acuerdan que en Ucrania hay 500 mil toneladas de óxido de litio?
Otra nota al calce es que Kolomoiski es dueño de un enorme conglomerado de medios en Ucrania, llamado 1+1 Media, del cual forma parte el canal 1+1, que emitía la comedia ‘Servidor del pueblo’, de la cual Zelenski fue protagonista por tres años y medio, haciendo el papel de presidente ucraniano, antes de, justamente, lanzarse a la política, con un partido llamado igual que la serie, en 2019. Un millonario, dueño de una televisora, creando a un presidente ¿le suena conocido?
Y un dato más, relevante, es que Kolomoiski era dueño de un banco, PrivatBank, hasta 2016, que debió ser nacionalizado, en diciembre de ese año, por el gobierno ucraniano, para evitar un colapso financiero, dado que tenía un déficit de 5 mil 650 millones de dólares, debido a su política crediticia. Y el 97% de sus préstamos corporativos habían sido destinados a las empresas de sus dueños, es decir, de Kolomoiski. Es decir, el banco de Kolomoiski provocó un Fobaproa ucraniano…
Sanz nos da otro apunte relevador de Zelenski: “En la filtración de los llamados Pandora Papers, coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), sobre delitos financieros internacionales, surgió el nombre de Zelenski y su creación de empresas offshore desde 2012, por medio de su productora Kvartal 95, con el fin de adquirir propiedades de lujo en Londres y disponer de acciones en empresas productoras de cine y de distribución cinematográfica”.
Esa es la verdadera cara del “héroe” que la élite liberal, desde las pantallas de CNN, nos pretende vender.
Sigo pensando que el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia es el colmo del absurdo. Aún cuando Rusia hubiese querido derrocar a Zelenski, era innecesario llegar a esto. La élite liberal derrocó, por medios políticos, a Dilma y Rajoy, y estuvo a punto de hacerle lo mismo, ahí sí mediante un golpe de estado, a Erdogan. No necesitaron invadir Brasil, ni España, para poner gobiernos títeres. El sufrimiento del pueblo ucraniano ha sido inmenso e injustificado.
Por lo demás, nadie lo olvide, la guerra entre Ucrania y Rusia es por el dinero -y en especial, por el litio-, no por la libertad, mucho menos por la democracia. Ni de uno, ni de otro lado.
CONDECORADO: En diciembre de 2021, Zelenski entregó a Dmytro Kotsyubaylo la condecoración ‘Héroe de Ucrania’. Kotsyubaylo es comandante del Sector Derecho, partido político y, a la vez, organización paramilitar neonazi. Eso no lo dice Rusia Today, sino el Times de Londres. Puede verse más sobre el tema aquí: https://www.thetimes.co.uk/article/ukraines-far-right-warriors-set-for-war-with-russia-f335tvl8v
ALLÁ SI: El asesino de Hugo Carbajal ya está preso. La conclusión es que sus padres y amigos hicieron lo correcto al bloquear el Perifèrico Norte, para exigir justicia, para obligar a las autoridades a darles justicia. Así funcionan las cosas en México y quien no lo entienda, está perdido.
AQUÍ NO: Ante el robo de mil 540 millones de pesos, del que fueron víctimas mil 500 maestros jubilados, por parte de CAMAC, las autoridades de Baja California no han movido un dedo. Ayer protestaron afuera de las instalaciones de la FGE en la capital del estado. Juan Vidaurri, uno de los docentes afectados, le dijo a los medios ahí presentes: "No somos delincuentes, no hemos bloqueado calles, no hemos quebrado vidrios, no queremos llegar al extremo que sucede en el interior de la república". Ahí está el problema de Vidaurri y sus compañeros. Todos morirán y la responsable del fraude seguirá libre. Si hubieran hecho lo de los Carbajal, su victimaria ya estaría tras las rejas. A ver cuándo entendemos en Baja California que NO vivimos en Estados Unidos, sino en México...
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