La semana pasada, un cabecilla del narcotráfico fue detenido en Mexicali.
No abordaremos el hecho en sí, pues el autor está convencido de que dedicarle tiempo, espacio y hasta portadas a esa clase de hampones, solamente contribuye a que sean idolatrados por jóvenes desubicados.
Si, en cambio, resultan motivo de análisis diversas cuestiones que bordearon a este hecho.
La primera es, precisamente, el abordaje mediático del mismo...
Por desgracia, un conocido semanario, dirigido por una mujer, nunca le dedica una portada a ninguna estudiante sobresaliente, que existen y muchas, en las instituciones públicas de educación superior; tampoco a una jefa de familia que, día a día, se la 'rife' en una maquiladora, para sacar adelante a uno, dos o tres hijos; ni siquiera a una empresaria destacada, que las hay. En cambio, son abundantes las portadas que se llevan narcotraficantes y delincuentes de toda ralea, a todo color. Un pésimo mensaje a las nuevas generaciones: delinque y serás famoso. Esfuérzate y nunca dejarás el anonimato.
En la misma línea, hubo diarios que, sin llegar a darle el trofeo de una foto de plana casi completa al sujeto de marras, si le concedieron portada al hecho durante dos días seguidos. Justo lo que desea el crimen: fama, para atraer más imberbes ambiciosos e incautos a sus filas.
Dejando a un lado lo mediático. Al momento de su detención, el criminal estaba acompañado, entre otras personas, por una adolescente de 17 años, oriunda de Sinaloa.
¿Qué hacía una menor de edad junto a un cabecilla del narcotráfico? ¿Dónde están su madre y su padre? ¿Qué clase de vida tuvo que llevar para acabar ahí?
Las drogas felices solamente existen en las series y películas de Netflix, vocero de las mafias por excelencia. Las reales llevan a profundas adicciones, que se están cargando a las nuevas generaciones y enviándolas a un abismo profundo, solamente para enriquecer a unos cuantos.
Y muchas y muchos adolescentes, al son de los corridos 'alterados' e hipnotizados por las narcoseries que convierten en héroes a los que forman esa mugre criminal, sueñan con acabar bajo las órdenes o en la cama de un capo mafioso, como gran meta en la vida.
Eso, aupado también por esa cultura actual donde prima aquello de 'tanto tienes, tanto vales'. Lo material como homónimo no únicamente de felicidad, sino como único motor vital. Y ahí, nadie ofrece más dinero fácil que el crimen y su ruleta rusa.
¿Usted ve 'narcoseries'? ¿Deja que sus hijas o hijos las vean? ¿Qué les está enseñando?
¿Usted habla con sus hijas e hijos de la mugre que es el crimen, o permite que los corridos 'alterados' o las series de Netflix y Telemundo, les cuenten mentiras y conviertan en sus héroes a vulgares capos?
¿Usted les ha dicho que el dinero, aunque necesario, no es lo único en la vida? ¿Les ha comentado que se puede ser feliz sin el automóvil de lujo, el viaje a París y las vacaciones en Cancún?
Si es madre o padre de un chico, ¿le ha dicho que la felicidad no consiste en 'comprar' mujeres llenas de implantes con el dinero fácil? ¿ha sido enfático en decirle que a una mujer no se le valora por el cuerpo, sino por alma y mente?
Como diría aquella frase televisiva: "¿Sabe dónde están sus hijos?"...
NUEVAS GENERACIONES: "Sobre todas las adicciones, las redes sociales, las drogas... sobre todas estas cuestiones yo creo que tenemos que poner el acento, porque las nuevas generaciones lo tienen todo y, a la vez, les falta todo". Lo dijo la presidenta (gobernadora) de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en Antena 3. No pudo ser más acertada.
Por cierto, ¿usted ha escuchado a alguna política o algún político de México hablar de esa forma? No.
¡Ah, perdón! Lo olvidaba: Como acá los tiene bien 'maiceados' el narcotráfico, las mafias de tráfico de personas y hasta no faltan los clientes de los tratantes, pues ¿cómo van a hablar contra sus amistades?
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