/ lunes 23 de abril de 2018

El Poder

Para un ojo que no está entrenado, escapa a la percepción el detalle, la carnita, dؚonde está la esencia; la afanosa búsqueda del músico hasta encontrar la nota exacta, pues, como bien decía el conspicuo Octavio Rivas: “El todo es más que la suma aritmética de las partes”.

Puede llamarse trascendencia, esa labor titánica que tiene una misión y una visión para obtener los resultados, y es el caso de la “Cruzada por la Seguridad: tarea de todos”, que la hemos considerado una brega de eternidad toda vez que es una campaña permanente en aras de una convivencia pacífica, simple y sencillamente porque el combate a la delincuencia requiere de la suma de esfuerzos en un esquema de responsabilidad compartida entre la sociedad y el gobierno teniendo en cuenta que aumentar el número de policías, patrullas y armamento, no resuelve el problema de un plumazo.

Desde luego que sí es importante contar con mayores recursos para perseguir a los delincuentes, pero es mejor que la ciudadanía participe en las acciones preventivas en los hogares y las escuelas de tal forma que, a la postre, no haya tantos transgresores de la ley.

Algo parecido al “eslogan” de la ciudad más limpia no es la más se barre, sino la que menos se ensucia o cuando el médico les aclara a sus pacientes diabéticos que la pastilla es únicamente el 30% de la solución, pues la clave es la alimentación saludable, el ejercicio y una buena actitud.

Los padres de familia y los maestros tienen en sus manos la respuesta para disminuir el índice delictivo; ellos, con el apoyo de las autoridades, pueden contribuir a no ensuciar a la comunidad; son también el 70% del control de una diabetes que carcome.

Ojalá que los representantes de los organismos de la sociedad civil trasciendan en sus propósitos convocando a las iglesias y a los planteles educativos a redoblar esfuerzos en torno a la estrategia de prevención del delito y participación ciudadana de la Secretaría de Seguridad Pública del estado a cargo de Gerardo Sosa Olachea.


LA POLÍTICA ES ASÍ


Según un reciente estudio del Inegi, Los Cabos ocupan el tercer lugar a nivel nacional en percepción de seguridad luego de que el gobernador Carlos Mendoza Davis colocara al frente de la Procuraduría General de Justicia a Daniel de la Rosa Anaya, quien entró de bombero para devolver la tranquilidad a los habitantes de Baja California Sur.

Muy discretos y eficientes siguen trabajando como el primer día, el secretario de Desarrollo Económico de Baja California, Carlo Bonfante Olache, y el delegado federal de la Secretaría de Economía, Rufo Ibarra Batista, ahora coordinando temas comunes en su materia, con funcionarios de los estados de la frontera norte de México.

También, laborando de bajo perfil ajustándose a la veda electoral, cumplió un año más de actividades el director del Centro Estatal de las Artes, José Aguirre Lomelí, y de los primeros en felicitarlo fueron César Cázares Trewartha, Praxedis Padilla, José Saldaña y Raúl Ortiz Monasterio.

Para un ojo que no está entrenado, escapa a la percepción el detalle, la carnita, dؚonde está la esencia; la afanosa búsqueda del músico hasta encontrar la nota exacta, pues, como bien decía el conspicuo Octavio Rivas: “El todo es más que la suma aritmética de las partes”.

Puede llamarse trascendencia, esa labor titánica que tiene una misión y una visión para obtener los resultados, y es el caso de la “Cruzada por la Seguridad: tarea de todos”, que la hemos considerado una brega de eternidad toda vez que es una campaña permanente en aras de una convivencia pacífica, simple y sencillamente porque el combate a la delincuencia requiere de la suma de esfuerzos en un esquema de responsabilidad compartida entre la sociedad y el gobierno teniendo en cuenta que aumentar el número de policías, patrullas y armamento, no resuelve el problema de un plumazo.

Desde luego que sí es importante contar con mayores recursos para perseguir a los delincuentes, pero es mejor que la ciudadanía participe en las acciones preventivas en los hogares y las escuelas de tal forma que, a la postre, no haya tantos transgresores de la ley.

Algo parecido al “eslogan” de la ciudad más limpia no es la más se barre, sino la que menos se ensucia o cuando el médico les aclara a sus pacientes diabéticos que la pastilla es únicamente el 30% de la solución, pues la clave es la alimentación saludable, el ejercicio y una buena actitud.

Los padres de familia y los maestros tienen en sus manos la respuesta para disminuir el índice delictivo; ellos, con el apoyo de las autoridades, pueden contribuir a no ensuciar a la comunidad; son también el 70% del control de una diabetes que carcome.

Ojalá que los representantes de los organismos de la sociedad civil trasciendan en sus propósitos convocando a las iglesias y a los planteles educativos a redoblar esfuerzos en torno a la estrategia de prevención del delito y participación ciudadana de la Secretaría de Seguridad Pública del estado a cargo de Gerardo Sosa Olachea.


LA POLÍTICA ES ASÍ


Según un reciente estudio del Inegi, Los Cabos ocupan el tercer lugar a nivel nacional en percepción de seguridad luego de que el gobernador Carlos Mendoza Davis colocara al frente de la Procuraduría General de Justicia a Daniel de la Rosa Anaya, quien entró de bombero para devolver la tranquilidad a los habitantes de Baja California Sur.

Muy discretos y eficientes siguen trabajando como el primer día, el secretario de Desarrollo Económico de Baja California, Carlo Bonfante Olache, y el delegado federal de la Secretaría de Economía, Rufo Ibarra Batista, ahora coordinando temas comunes en su materia, con funcionarios de los estados de la frontera norte de México.

También, laborando de bajo perfil ajustándose a la veda electoral, cumplió un año más de actividades el director del Centro Estatal de las Artes, José Aguirre Lomelí, y de los primeros en felicitarlo fueron César Cázares Trewartha, Praxedis Padilla, José Saldaña y Raúl Ortiz Monasterio.